
Ciudad de México, 13 de enero (SinEmbargo).- Pensar en maneras de acabar con la vida sobre la Tierra no sólo ha sido un miedo recurrente a través de la historia de la humanidad, sino también un pasatiempo para pesimistas y escritores. Sin embargo, en las últimas décadas, también se contempla como una posibilidad cada vez más cercana debido a innumerables factores que pueden conjuntarse para hacer la existencia sobre el planeta prácticamente imposible. De esta forma, junto a las teorías más disparatadas y las más obvias, se agrega ahora una teoría más, el desastre volcánico.
Ya sea en forma de un serpenteante y brillante río de lava las relampagueantes nubes de ceniza, por mencionar algunos ejemplos, la vista de un volcán en erupción inspira respeto y admiración. No es necesario saber mucho de estas estructuras geológicas en acción para saber lo peligroso que pueden ser todo aquel que se encuentre en sus inmediaciones al momento de que entran en actividad. Ahora científicos estadounidenses sostienen la posibilidad de que una sucesión de desastres ambientales, derivados de múltiples actividades volcánicas, puedan acabar con la vida en el planeta.
De acuerdo con Parv Sethi, un geólogo de la Universidad de Radford (RU, por sus siglas en inglés) en Virginia, si mil 500 volcanes entraran en erupción al mismo tiempo, el mundo se enfrentaría a una sucesión de desastres ambientales que podrían acabar con la vida en el planeta, publicó Livescience.
Los dos grandes peligros de un cataclismo volcánico en todo el mundo son cenizas y gases volcánicos. Sin embargo, no hay que dejar de lado los obvios peligros que puede representar las explosiones y flujos de lava, los cuales podrían ser mortales para las personas que viven cerca. Aún así, el número de muertes es nada en comparación con los estragos que pudiera causar el cambio climático posterior.

Sin duda se trata de una posibilidad remota, pero tampoco es descabellada, sobre todo si se toma en cuenta que cada día entre 10 y 20 volcanes hacen erupción en algún punto de la Tierra. A pesar de esto, los científicos afirman que la posibilidad de que cada volcán en el planeta tenga actividad de manera simultánea es bastante reducida al grado de ser considerado como algo imposible.
No obstante, para Sethi está claro que no se necesitan tantas "coincidencias" para que puedan darse las condiciones de una destrucción a gran escala, e incluso si sólo los volcanes de la tierra estallaran en sincronía, los efectos de esto sería el desencadenamiento de una efecto dominó ambiental que podría incluso ser mucho más poderoso que un invierno nuclear.
"Las cosas van a ser tan malas que no me gustaría sobrevivir en una tierra como esta", dijo Sethi.
De esta manera, el geólogo predice que una gruesa capa de de cenizas podría cubrir la Tierra, bloqueando por completo la luz del sol. Una situación que podría permanecer así durante 10 años al menos.
"El planeta sería lanzado a la oscuridad completa, eso va a devastar la fotosíntesis, destruir las cosechas y causar que las temperaturas se precipiten", agregó Sethi.
Aun así, no todos los volcanes en la Tierra tienen la disposición para bombear la atmósfera con grandes cantidades de ceniza; algunos, como los volcanes de Hawai, suelen tener flujos de lava suaves. Sin embargo, la lista de mil 500 posibles volcanes activos, compilado por el Servicio Geológico de Estados Unidos, incluye otros volcanes más violentos como el que se localiza en el parque Yellowstone, cuya sola actividad sería suficiente para poder una amplia superficie de Estados Unidos con una fina capa de ceniza.




