La revista Playboy es simplemente un icono del Siglo XX. Su impacto en la sociedad estadounidense la convirtió de facto de uno de los vínculos más importantes entre la libertad del individuo y la cultura popular (Pop Culture). Elementos de la revista, como el símbolo del conejo o la Mansión Playboy, han entrado en la mitología cultural.
El fundador de Playboy, Hugh Hefner, en una celebridad de su propia lucha. Su popularidad es atípica para un editor de revista. Se le han dado portadas de revistas como Time y Esquire en Estados Unidos y no porque sea un hombre que “desnude mujercitas” sino por lo que ha representado en las libertades del individuo moderno.
La edición internacional de Playboy se ha publicado todos los meses desde diciembre de 1953, excepto en marzo de 1955, cuando sufrió presiones. Las ediciones internacionales de Playboy se iniciaron en 1972.
Un tema dominante de muchos análisis críticos son sus páginas centrales y las imágenes de desnudos que, en teoría, tratan como objeto a las mujeres y refuerzan las diferencias de poder que favorecen a los hombres. Ehrenreich (1983) y D'Emilio y Freedman (1997) argumentaron que Playboy conduce a los hombres a “evitar las responsabilidades de la adultez por burlarse de las convenciones del compromiso emocional y la responsabilidad financiera de las mujeres”, a favor de un enfoque hedonista de la sexualidad. Brod (1988) y Brooks (1995) sugirieron que la conejita de Playboy aleja a los hombres de su propia sexualidad y “crean expectativas poco realistas sobre las mujeres y las relaciones románticas y sexuales”.
Sólo unos cuantos estudios empíricos han examinado el texto de Playboy, curiosamente, mientras que las páginas de las chicas han generado millones de otras páginas de análisis. La revista suele estar orgullosa de quienes escriben, lo que se publica, y la temática que trata. El mismo Hugh Hefner ha pedido ver a sus chicas, y leer los artículos.
La mayoría de los análisis realizados a la revista desde su lanzamiento, se han ido arrugándose en el tiempo. Lo mojigato se hace amarillo pronto, suele decirse. Ha pasado así con las críticas a Playboy y a sus “conejitas”.
La Redacción de SinEmbargo habría preferido llevar, en este espacio, fotos de la talentosísima Vanessa Bauche, la Señorita Febrero de Playboy en México. Mejor salga de su casa, gástese unos pesos y adquiera su ejemplar.
La Redacción se conforma, entonces, con esta colección de 10 posters de una campaña lanzada por Playboy en los años 60, que se llamaba: “¿Qué clase de hombres leen Playboy?”
Vanessa preguntaría, hace días, en su columna de SinEmbargo: ¿Qué tipo de mujeres leen Playboy?”
Para ir a la columna de Vanessa Bauche, clic aquí. Para ver las fotos de esta colección de los años 60, píquele allí.















