La tradición del “Baile de los Huehues” es originaria del estado de Tlaxcala. Sin embargo, fue traída al Puebla por algunas personas que ayudaron a la fundación de la ciudad.
Alrededor del siglo XVII, los colonizadores españoles instruyeron a los indígenas de tlaxcaltecas sobre la tradición del Carnaval, como un método para evangelizarlos. Desde entonces los tlaxcaltecas adaptaron la costumbre española a las propias, creando el Baile de los Huehues, el cual tiene un trasfondo tanto religioso como satírico, ya que los danzantes se vestían haciendo mofa de los propios españoles y demás personas de clase alta que los dominaban.
En el caso de Puebla, la tradición inició principalmente en los barrios El Alto y Xanenentla, donde había asentamientos de tlaxcaltecas; luego se fue expandiendo hacia Xonaca y las juntas auxiliares, y en cada una de estas comunidades se fueron haciendo las modificaciones para adaptarla a las tradiciones propias del lugar. Las cuadrillas solían estar conformadas por puros hombres, que a veces se vestían de mujeres para la realización de los bailes; sin embargo, por los años setentas se permitió la entrada a las mujeres a esta tradición.
Entre los personajes más llamativos que forman parte de las cuadrillas del baile de los huehues está el Diablo, que se encarga de corretear a mujeres, espantar niños, entra a todo negocio o casa que encuentre abierta en el paso de la comparsa, y se la pasa haciendo travesuras en todo el camino. En algunos puntos de Puebla, la comparsa termina quemándole la cola al diablo, aunque hay en otros lugares donde se le prende fuego a un muñeco en representación de Judas, como una forma de alejar el mal.
Estas fotos son de Francisco Rodríguez, de la agencia Cuartoscuro.
Son del baile realizado este fin de semana.









