Tras la posible identificación de Juan Nájera, uno de los irapuatenses desaparecido en 2011 en San Fernando, Tamaulipas, la familia Vargas tiene la esperanza de que su dos parientes, quienes acompañaban a Nájera rumbo a estados Unidos, puedan ser también identificados.

Por Edith Domínguez y Sergio Martínez
Ciudad de México, 16 de abril (SinEmbargo/Zona Franca).- “La asociación Argentina (Equipo Argentino de Antropología Forense) realizó una segunda prueba de ADN a los familiares de los migrantes desaparecidos en San Fernando ante la incapacidad de las autoridades mexicanas y el olvido de las autoridades estatales”, afirmó Daniel Vargas Aguilar, padre y abuelo de dos migrantes irapuatenses cuyos restos presuntamente se hallaban en las fosas encontradas en abril de 2011, en el municipio de San Fernando, Tamaulipas.
En entrevista con Zona Franca, Vargas Aguilar afirmó que aún tiene la esperanza de encontrar “vivos o muertos” a su hijo Armando Vargas y su nieto Luis Alberto Vargas Ibarra, quienes hace 6 años salieron de la comunidad de El Venado, en Irapuato, junto con Juan Nájera Rosales y Gerardo Martínez Martínez para ir a trabajar a San Luis Misouri, Estados Unidos, llevando consigo visas de trabajo.
La posibilidad de encontrar a sus parientes resurge con el reciente anuncio de la Procuraduría General de la República (PGR) de que una de las muestras extraída de las fosas de San Fernando coincide con el ADN de Nájera Rosales.
La dependencia solicitó nuevas muestras a los familiares de éste para hacer la confirmación.
Además, hace aproximadamente tres meses, la Procuraduría también volvió a tomar a los Vargas muestras de ADN para volver a realizar las pruebas con los restos encontrados en Tamaulipas.
Cabe recordar que aún siguen sin identificar 12 cadáveres de guanajuatenses que se presume desaparecieron en la matanza de San Fernando, ocurrida en 2010 (donde 72 migrantes nacionales y extranjeros fueron ejecutados y arrojados en una fosa), o en las 47 fosas encontradas un año después donde se encontraron 193 cuerpos.
Antier, en un comunicado, las autoridades informaron que aún siguen reportadas 8 personas desaparecidas del municipio de Irapuato en esa región de Tamaulipas.
Las primeras muestras de ADN fueron tomadas a la familia Vargas hace aproximadamente 3 años, a partir de un convenio firmado entre el gobierno mexicano y el equipo argentino en 2013, pero de las cuales no se tuvieron resultados.
“Vino de México una asociación Argentina, es de Pro Víctimas; pero no regresaron los que habían dicho que iban a seguir con el caso, se olvidaron para siempre, hasta hace poco, será un mes o dos meses, que vinieron de México”, explicó Daniel Vargas.
“GRACIAS… POR HACERNOS ESPERAR TANTO”

Entre lágrimas, Daniel Vargas dio las gracias al Gobierno del Estado “por la ayuda que no les dio”.
“Gracias a la ayuda que nos dio el Gobierno de Guanajuato, por la ayuda que nos dio de tanta espera, no porque (realmente) nos ayudó”.
Sentado sobre una silla de plástico blanca, al frente de su casa a pie de carretera, junto con otros familiares, el señor Vargas concedió esta entrevista a Zona Franca.
ZF: ¿Cuándo salieron?
DV: Hace seis años.
ZF: ¿Fue la última vez que vio a su familia?
DV- Sí, de aquí salieron, fue la última vez y jamás… el gobierno nos prometió ayuda, que iban a encontrar los cuerpos y nada, hasta ahorita esa asociación que vino es la que está haciendo algo porque aquí para nada sirvió nuestro gobierno, el gobernador (Juan Manuel Oliva Ramírez), nos prometió mucho, a los familiares de Pro Víctimas, pero en el transcurso del tiempo se olvidó de todo.
ZF: ¿Quiénes eran sus hijos?
DV: El hijo mío era Armando Vargas Ruíz y mi nieto Luis Alberto Vargas Ibarra, éste de 19 años y mi hijo de 30 a 32 años.
ZF: Ya tenían algún lugar donde iban a trabajar.
DV: Sí, ellos iban contratados con visa de trabajo, a San Luis, Misuri.
ZF: A seis años de los resultados de Juan Nájera Rosales, ¿ustedes tienen mayor esperanza?
DV: Sí, porque él iba con mi hijo, iban los cuatro juntos, así es que ahorita es lo que estamos comentando porque lo vieron por internet; si salió el primero quiere decir que ahí están los demás.
ZF: ¿La esperanza sigue viva para ustedes?
DV: Sí, vivos o muertos, del modo que sea; siempre hemos tenido (se lleva las manos a la cara para limpiarse las lágrimas) la esperanza de encontrarlos del modo que fuera; nos dijeron que dentro de dos meses íbamos a tener resultados, y ya se están viendo.
ZF: ¿Esperan que pronto les hablen?
DV: Sí, pero estamos resignados a lo que venga, el chiste es saber qué es lo que pasó.
ZF: ¿Vinieron a tomarles pruebas aquí?
DV: Aquí vino una asociación Argentina, por parte de la Procuraduría de los Derechos Humanos, ésa fue la que vino a hacernos pruebas de ADN, porque de las que nos hicieron hace tres o cuatro años no obtuvimos resultados de nada.
Fuimos al Ministerio Público del Cereso, ahí nos atendieron muy bien, y nos prometieron que tenían que salir esas pruebas de todos los que estaban todavía en la morgue.
ZF: ¿Quién se las hizo?
DV: Vino de México una asociación Argentina, es de Pro víctimas, pero no vinieron los de la primera vez, que habían dicho que iban a seguir; será un mes o dos meses que vinieron de allá de México.
ZF: ¿Les dijeron cuántos todavía están en la morgue?
DV: Ellos dijeron que estaban doce, todavía del estado de Guanajuato.
ZF: ¿Tuvieron que llegar los argentinos ante la incapacidad de los gobiernos mexicanos?
DV: Pues yo creo que sí, por su incapacidad ellos necesitan pedir ayuda de otros lados, y estos sí nos prometieron resultados, para eso están trabajando
ZF: ¿Las autoridades les dijeron qué fue lo que pasó, cómo fue?
DV: Las autoridades no hicieron nada, no hicieron nada absolutamente.
"MÁRQUEZ NUNCA VOLTEÓ A VERNOS"
ZF: ¿El Gobernador Miguel Márquez Márquez no se acercó con ustedes?
DV- No, nada más se le va en puras empresas, que está bien para los que trabajan pero a nuestros casos nunca volteó a verlos, a las víctimas.
ZF: ¿De los apoyos que mencionaba el gobierno del Estado, de casas, material para construcción, despensas…?
DV: Nos traen una despensa dos o tres meses, cada cuatro.
ZF- ¿Del material?
DV- Les hicieron una casita a los afectados, una casita sencilla, pero hubo muchos requisitos, muchos problemas, pero ellos nos prometieron que iban al 100 por ciento y resultó que no fue así, tuvimos que conseguir mucha gente que nos ayudó para terminar la casa.
ZF: ¿No fue el apoyo al 100 por ciento?
DV: No, no fue el apoyo a 100 por ciento, como lo habían prometido.
ZF: ¿Cuál es la exigencia que tienen ustedes hacia las autoridades, después de seis años de olvido?
DV- Qué puede usted decir, para mucha gente son buenas, pero para la gente pobre que no tiene nada los olvida; eso es todo lo que puedo decirle, en realidad, porque hasta que vino esa asociación fue cuando nos prometió que iba hacer lo posible por descubrir todo, y ya se está viendo, creo que es cierto.
OTROS DESAPARECIDOS

En 2011, Santiago Vázquez García, proveniente de Los Mezquites, Celaya, fue reportada como desaparecido en la comunidad General Treviño, Nuevo León, zona Zeta, al igual que San Fernando.
Él salió con un amigo, llamado Juan Carlos, el 14 de septiembre de 2011, con destino a Monterrey, Nuevo León, con el fin de tratar de cruzar a Estados Unidos.
La última vez que alguien supo de Santiago fue el 19 de septiembre. Un hombre, prisionero como él, lo vio en una bodega amarrado junto a otros 27 hombres que "Los Zetas" habían capturado cuatro días antes y que venían a bordo del mismo camión. El hombre pudo escapar e informó lo que vio en un retén militar, donde lo ignoraron.
A inicios de 2011, el día 17 de enero, los jóvenes Leonardo Rafael Ventura Tavera y Noé Cortés Hernández, de San Felipe Torres Mochas, Guanajuato, y dos amigas que los acompañaban a la frontera viajando en un auto particular hacia la ciudad de Camargo, Tamaulipas, nunca llegaron a su destino: Los Zetas los interceptaron cuando transitaban por San Fernando.
En 2011, el Gobierno de Guanajuato reportó la desaparición de 60 guanajuatenses al Gobierno tamaulipeco y a la PGR cuando se seguían descubriendo cuerpos en las fosas de Tamaulipas.
El 10 abril de 2011, el entonces gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, informó que había aumentado a 36 las denuncias de familiares de migrantes guanajuatenses desaparecidos en el municipio de San Fernando.
Diciembre de ese mismo año, el Ministerio Público de la Federación entregó los cuerpos de tres personas de Guanajuato que fueron plenamente identificadas, localizados en fosas clandestinas de San Fernando.
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