Ya hablé una vez sobre las lonas, espectaculares, carteles, muros rotulados, etcétera. En general exhiben la foto del candidato, su nombre, el escudo del partido y una propuesta o eslogan inane. No dicen mucho en apariencia, pero creo que intentando ver más allá de ellos, podemos encontrar que dicen mucho más de lo aparente.
Hace días estuve en el DF y me moví por la ciudad en Metro. Según observaciones mías, meramente empíricas, realizadas en las estaciones de Central del Norte, La Raza y Juanacatlán, me pareció llamativo que la mayoría de los letreros de Peña Nieto, o de candidatos del PRI han sido vandalizados, en menor grado los del PAN y los que resisten casi todos indemnes son los del PRD y en especial los de AMLO. No tengo datos numéricos ni obedecí una metodología estricta en el análisis, pero eso me pareció haber notado.
Es difícil sacar conclusiones que no sean meramente presunciones o que no resulten ser interpretaciones arriesgadas. Lo único que me atrevo a decir es que creo que este partido y este candidato son los que mayor animadversión despiertan entre los usuarios.
El siguiente texto lo quiero dedicar a la campaña por la Presidencia Municipal de la ciudad de Querétaro del candidato priista Roberto Loyola. Creo que podría recorrer la totalidad de la república y no encontrarme con otra campaña más omnipresente, excesiva y obscena que la de este individuo.
Hay algunas casas en las “mejores colonias” de esta ciudad y de algunas otras ciudades, que son el tipo de casa que haríamos bien en llamar “residencias”. Son mucho más que las casas y hogares ordinarios. Son edificaciones que han sido diseñadas por los más renombrados arquitectos, en las que cada detalle decorativo y estético ha sido bien cuidado y atendido. Si ustedes las pudieran ver por adentro, encontrarían delicados jarrones, fuentes relajantes y aromáticas, modernísimo mobiliario, una alacena que es un cuerno de la abundancia, y en esencia, hasta el más ínfimo detalle decorativo tiene una razón de ser; puede ser recomendación de un experto en Feng-Shui o consejo del decorador de interiores más chic. Las fachadas son hermosísimas, casi siempre bien vigiladas, y con bellísimas y frondosas jardineras. Luego, no sé si por recomendación de los mismos expertos decoradores, ha sido colocada una lona de un partido y un candidato particular. Arruinar una casa tan bella con un trozo de plástico, con colores que resultan tan discordantes con la fachada y con una sonrisa tan fingida, ¡qué tragedia! Lo mismo pasa con los coches, todos último modelo y de las mejores marcas; tapizados con calcomanías horribles.
¿Qué ha pasado por la cabeza de estas personas de tan buen gusto que han decidido cometer tan agravioso acto hacia sus refinadas pertenencias? ¿Será que han perdido su fascinación estética ante el fervor político? O tal vez es más pertinente preguntar, ¿qué beneficios y qué bienes desean obtener este grupo de hombres a los que pareciera no faltarles nada? Para ellos el candidato ganador vendrá con una torta bajo el brazo, y sólo así se explica cómo los candidatos rebasan tan visiblemente los presupuestos asignados.
Por otro lado, están también los albañiles, plomeros, pintores, mecánicos, etcétera, que llegado el año 2022, se presentarán en nuestras casas a ejercer su oficio, y lo harán vistiendo una camiseta ya vulnerada por el paso del tiempo que diga: “Peña Nieto 2012.” De ellos podremos decir que hace 10 años se comieron una torta gratis, y luego de la torta pocos beneficios adicionales habrán obtenido. O sea que en las campañas unos reciben durante ellas y otros después, así se explica el porqué la gente tan gustosamente porta los mensajes de uno y otro candidato.
