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Ramiro Padilla Atondo

20/04/2015 - 12:00 am

Teoría de la resignación

Es un asunto bien profundo de nuestra psique. Esto de la resignación. Vamos que tiene siglos. Octavio Paz hacía una analogía, diciendo que podíamos calificar la cultura europea como masculina y la indígena de femenina. No recuerdo en cuál de sus libros lo leí. Con toda seguridad en El laberinto de la soledad. (Si alguno […]

Es un asunto bien profundo de nuestra psique. Esto de la resignación. Vamos que tiene siglos. Octavio Paz hacía una analogía, diciendo que podíamos calificar la cultura europea como masculina y la indígena de femenina. No recuerdo en cuál de sus libros lo leí. Con toda seguridad en El laberinto de la soledad. (Si alguno de los lectores tiene el dato, le agradecería me lo diera).

Los españoles no eran los más brillantes entre los europeos, tampoco los podemos condenar, eran hijos de su tiempo. Lo que sí puedo decir, es que de la combinación del oscurantismo religioso con la total pérdida de la estructura religiosa del nuevo mundo nació la que sea quizá nuestra característica más difundida, la resignación.

Esta suerte de parálisis que nos tiene postrados desde hace siglos. Así son las cosas y no las podemos cambiar. Sería inútil intentar separar la cuestión religiosa de este asunto, porque aun y cuando en general los mexicanos seamos menos religiosos que antes, ciertos tipos de comportamientos tienen su origen en la religiosidad.

Nos resignamos a ser pobres, a ser feos, a que nos gobierne una partida de ladrones. Nos resignamos a que un grupo de delincuentes asole a nuestra comunidad, que viole a nuestras mujeres, que nos secuestre, que nos cobre piso.

Y como nuestra estructura social es muy débil, dejar de ser resignado es una cosa mal vista. Allí está el doctor Mireles, o los millones y millones de conciudadanos que aceptan que lo más probable es que los mismos ladrones vuelvan a ganar las elecciones como si no tuviéramos nada que ver en el asunto.

Vamos, la corrupción nace de resignarse a ver a los ratas pasearse sin castigo, a que nos restrieguen en la cara el dinero mal habido, que salgan en las páginas de las revistas de sociales como si nada.

Así son ellos decimos. Y secretamente deseamos ser como ellos. Pero nos resignamos. Por supuesto que no son todos. Pero sí una mayoría porque si no fuera ese el caso, este sistema de gobierno no existiría ya.

También quiero ser claro al respecto. La resignación como tantas otras cosas se cultiva. No es de gratis que usted prenda el televisor y lo bombardeen con noticias negativas. Es parte del trabajo de ablandamiento para que usted acepte el status quo. Recuerde también que las películas que usted vio de la época de oro tienen que ver con los ricos malos contra los pobres buenos.

Que ha habido una educación religiosa que le dice abandona lo que tienes, dáselo a los pobres. Que es bueno a los ojos de Dios, que ya habrá una recompensa en el más allá.

Ser resignado fue por mucho tiempo una manera de llevarse bien con los demás. Acuérdense que venimos de una cultura de perdedores. Que los modelos a seguir son escasos aunque hoy por hoy triunfemos por todos lados (en matemáticas robótica etc.). Lo que vende es que usted se resigne a ver en la tele lo que a alguien más se le ocurrió que es bueno que vea.

Al menos ese es el ideal del gobierno. Por eso  detesta las redes, porque allí están concentrados los que no se resignan ni se conforman.

Y nosotros queremos de corazón que la resignación se convierta en un objeto de estudio. No en un modo de vida. Apague el televisor. Salga a votar por alguien diferente. No se resigne a este sistema de partidos. Que si A B y C no sirvieron allí hay más. Quien quite y en una le atinemos.

Que vida solo hay una. No la desperdicie.

Ramiro Padilla Atondo
Ramiro Padilla Atondo. Ensenadense. Autor de los libros de cuentos A tres pasos de la línea, traducido al inglés; Esperando la muerte y la novela Días de Agosto. En ensayo ha publicado La verdad fraccionada y Poder, sociedad e imagen. Colabora para para los suplementos culturales Palabra del Vigía, Identidad del Mexicano y las revistas Espiral y Volante, también para los portales Grado cero de Guerrero, Camaleón político, Sdp noticias, El cuervo de orange y el portal 4vientos.

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