ENTREVISTA ¬ Las desapariciones son un silencio sobre las familias: Imanol Caneyada

30/03/2025 - 12:00 am

Imanol Caneyada habló con SinEmbargo sobre su novela Cuerpos sin nombre, un retrato crudo que recurre por momentos a elementos fantásticos para exponer el tamaño de la tragedia de desapariciones que afrontan miles de familias en México.

Ciudad de México, 30 de marzo (SinEmbargo).– La desaparición forzada es un silencio, un silencio jurídico y uno que pesa sobre las familias ante la incertidumbre y el propio silencio de la persona ausente, uno que puede sonar atronador, comentó en entrevista Imanol Caneyada por su novela Cuerpos sin nombre (Tusquets).

Caneyada regresa con este relato en el que recorre junto a “Mamá”, “Papá” y “Hermano” —sus personajes— los pantanos más lúgubres del sistema de procuración de justicia mexicano en el que despachan bestias multicolores y de diversas formas que son incapaces de compadecerse ante la tragedia de miles de familias.

“¿Cómo retratar a nuestras autoridades, a nuestro sistema judicial? Fue una pregunta y el realismo no me alcanzaba. El realismo que lo he ejercido yo en otro en otras obras, incluso el hiperrealismo, el periodismo, lo documental no me alcanzaba a mí para retratar a estos seres que pueblan la parte de autoridad y que no responden a ninguna lógica racional humana, sino que son estos entes que representan a través de sus morfologías extrañas, multicolores, babosas, entre reptiloides, insectoides, etcétera representan precisamente esto, representan el peor rostro de toda esta historia que es cómo la autoridad durante años, durante décadas, ha sido totalmente indolente, incapaz, cómplice y corrupta y la principal responsable de esta situación”, comentó el autor.

Cuerpos sin nombre, comparte Imanol Caneyada, se cocinó hace mucho tiempo y se escribió hace tres años. En ella expone este problema que existe desde hace mucho tiempo en México: “incluso si lo conectamos ya con los crímenes de Estado de los 80, del Priato que desaparecía gente en los 70, los 60, luego todo se complejiza con el tema del crimen organizado y un Estado que sigue siendo responsable por omisión, por complicidad o por acción directa de las desapariciones forzadas se vuelve más complejo”.

“Se fragua a partir de los silencios. Yo creo que la clave para ponerme a escribir esta novela fueron los silencios. Los silencios en todos los sentidos, el silencio social, los vacíos que se crean en torno al tema, el silencio, por supuesto, de las autoridades. El silencio dentro de las familias”, compartió. “Creo que el punto de partida son estos múltiples silencios que se dan en torno a este fenómeno tan atroz, tan trágico y que hemos normalizado”.

El elemento fantástico de su novela no sólo se manifiesta en los seres que habitan el Ministerio Público, sino también en las familias que buscas a sus ausentes, quienes de un día para el otro verán brotar de su propia piel tumores con la forma de esos seres queridos que no logran localizar. “Es la metáfora hecha carne, porque es una metáfora que se utiliza en el relato que se construye en términos sociales desde los medios, desde el cine, desde la enfermedad social, el cuerpo social enfermo por la violencia, por las desapariciones, etcétera. Eso es una metáfora que utiliza la realidad para explicarse a sí misma y para explicarla”.

“Como la novela está en este terreno de lo fantástico, de lo insólito, cuando la metáfora se hace carne y esta idea se materializa en estos abscesos, en estos tumores que adquieren el rostro de los desaparecidos en los cuerpos, creo que adquiere una fuerza, o por lo menos es en el momento en que pensé en esa posibilidad, creí que la idea es esa que adquiere una fuerza, una dimensión mayor que la propia metáfora, porque el problema de una metáfora es que de tanto usar se desgasta”, compartió.

Imanol Caneyada. Foto: Cortesía.
Imanol Caneyada. Foto: Cortesía.

De igual forma en su obra se intercala el relato del “Pícaro renacido”, un joven convertido a la fuerza en sicario de la maquinaria de guerra de los cárteles de la droga. “Funciona un poco como contrapeso, como la otra cara de la moneda. En la otra historia, en la historia de la familia, el horror de la ausencia se construye en la incertidumbre de aquellos que esperan y que buscan. Este otro personaje que se narra en primera persona, que no es narrado desde la ausencia, sino desde la presencia en el peor de los horrores, esta esclavitud a la que es sometida por por parte de esta organización criminal, este es un posible horror, porque el destino de los de los desaparecidos pueden ser múltiples”.

“En el caso de la historia del pícaro renacido, es precisamente en el cuerpo de él encarna todo lo demencial que puede ser uno de los destinos que tienen los desaparecidos en este país, no es el único. Pero uno de los destinos que tiene es ese. Hay muchos destinos. En el caso de la familia se baraja alguno de ellos, por ser ella chica, pues el de la posibilidad de ser mercancía sexual, de ser explotada con fines sexuales. Pero también está esta otra posibilidad y esta posibilidad se encarna en el personaje y la idea es sumergir al lector. Mientras que en la historia de la familia todo es más sutil, todo es más incierto, todo está en una bruma, todo es explicable, pero no”, puntualizó.

Obed Rosas

Obed Rosas

Obed Rosas es editor de la Unidad de Investigación y encargado de la sección de Libros de SinEmbargo, en donde también se ha desempeñado como Jefe de Mesa y Editor de Redes. Es conductor de Close UP y Co-conductor, junto a Álvaro Delgado, de Siete Días, programas de SinEmbargo Al Aire. Ha trabajado en otros medios como Expansión, Newsweek en Español y Revista Zócalo. Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM y estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma casa de estudios.

Lo dice el reportero