Ante la política arancelaria de Donald Trump, el punto número 6 para acelerar la implementación del Plan México es “que los autos más vendidos en México sean producidos en México”.
Ciudad de México, 12 de abril (SinEmbargo).– El objetivo del Plan México 2024-2030 de que el automóvil que se fabrique en México se compre aquí es factible, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA). Pero será a largo plazo ya que se requiere un cambio de modelo hacia una oferta de autos a precios accesibles para –junto con un programa gubernamental– fortalecer el poder adquisitivo del mexicano.
Ante la política arancelaria de Donald Trump, el punto número seis para acelerar la implementación del Plan México es “que los autos más vendidos en México sean producidos en México”, por lo que la meta a 2030 es aumentar en 10 por ciento la producción en México para consumo nacional y elevar un 15 por ciento el contenido nacional en toda la cadena. Esto, anunció la Presidenta Claudia Sheinbaum la semana pasada, se decretará el 16 de mayo.
Dada la integración por el T–MEC, dijo en rueda de prensa el presidente de la AMDA, Guillermo Rosales, “la mayor parte de las plantas establecidas en nuestro país están manufacturando vehículos con un nivel de valor agregado y de sofisticación técnica que se orienta mayormente hacia la exportación, de forma relevante hacia Norteamérica. Esto ha generado que buena parte del volumen de producción y del tipo de vehículos que se producen en nuestro país queda fuera del rango promedio del alcance que tiene el poder adquisitivo de los mexicanos”.

Por eso, como parte de la apertura comercial, se ha permitido a México acceder a una oferta complementaria al mercado mexicano, en la que hemos tenido acceso a vehículos de buena calidad que se encuentran dentro del nivel de consumo del poder adquisitivo de las familias mexicanas, entre ellas, los autos de la japonesa Nissan, la estadounidense Ford o la alemana VW. En su momento, la mayor relevancia de esta oferta complementaria venía de Sudamérica, y posteriormente migró hacia India y China, comentó Rosales.
Pero, en la medida de que se libere la capacidad instalada en las plantas establecidas en México ante una previsible disminución de la demanda de vehículos en EU, Rosales considera que habría oportunidad –a través de un programa que conjunte estímulos gubernamentales al consumidor– para que, cada una de las armadoras que lo decida, empiece a ofertar vehículos que se encuentren en el rango del poder adquisitivo del consumidor mexicano.
“No es un ejercicio de un día para otro, requiere de una planeación, de una inversión y lo que tendríamos es el cumplimiento de uno de los objetivos que ha planteado la Presidenta Claudia Sheinbaum de reforzar, a través del mercado interno, la capacidad de aumentar la producción local. Esto es factible, no de un día para otro, pero sí como un cambio de modelo que complemente lo que ha sido el éxito como potencia exportadora de la industria automotriz en México a un foco en esta coyuntura que estamos enfrentando”, expuso Rosales en la rueda de prensa del sector automotriz.
De enero a marzo de este año, la venta de vehículos en el mercado interno de México reportó una tendencia hacia la desaceleración, la cual la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores no atribuye a los aranceles de Trump, sino a la desaceleración de la economía mexicana desde finales de 2023.
“Nos encontramos ante una franca tendencia de desaceleración en la venta de vehículos ligeros nuevos en nuestro país. Si bien se mantienen los resultados positivos al cierre del primer trimestre, mes con mes vienen desacelerando y el caso evidente es el de marzo en la comparativa de días laborables respecto al año pasado en que fue Semana Santa”, dijo Rosales.
Y agregó: “Si ponemos el foco en los últimos resultados, vamos a encontrar cómo la pendiente nos va mostrando una desaceleración y, cabe resaltar, esta desaceleración es previa a los factores negativos que introduce en nuestra economía el cambio de política comercial impuesto por EU. Tiene su explicación en la desaceleración que muestra la economía mexicana desde el último trimestre de 2023 que ha sido constante a lo largo de 2024 y que tuvo un resultado levemente negativo al cierre trimestral del año anterior”.
En enero-marzo el crecimiento de ventas de vehículos ligeros en México fue de 3.3 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado. En este primer trimestre de 2025, en el segmento de autos subcompactos hubo un incremento del 9.8 por ciento, pero se presentaron retrocesos en la compra de los autos compactos (–0.7 por ciento) y de lujo (–12.7 por ciento).
Ahí la importancia de cambiar el modelo hacia una oferta de vehículos más accesibles para el consumo mexicano.




