La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) tiene registrados un millón de empleos directos y 37 plantas de producción de vehículos, motores y transmisiones.
Ciudad de México, 20 de abril (SinEmbargo).– A la par de que el Gobierno federal busca un descuento en los aranceles para el sector automotriz, los trabajadores de la industria se mantienen en incertidumbre, aunque esperanzados por dos factores: la protección del T–MEC y el hecho de que trasladar la infraestructura de una planta de México hacia Estados Unidos, como pretende el Presidente Donald Trump, implica más años de los que durará su mandato.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) tiene registrados un millón de empleos directos y 37 plantas de producción de vehículos, motores y transmisiones de General Motors, Ford, Nissan, KIA, Volkswagen, entre otras, en Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, SLP, Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato, Estado de México, Puebla y Morelos.
En Silao, Guanajuato, Gonzalo trabajó en el área de materiales de la planta de General Motors, una de las principales armadoras de EU. Ahora, dentro de la planta, forma parte del área sindical del Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores de la Industria Automotriz (SINTIIA).
“Es una estrategia política y económica que tiene él [Trump] en vista de beneficiar a su industria automotriz. Lo que busca, desde su punto de vista, es equiparar las condiciones de costos para ellos y hacernos menos rentables a nosotros al producir aquí las unidades, con el objetivo de llevarse su producción para allá. Sin embargo no hay un escenario donde sea esto posible, ya que la industria automotriz –no solo GM– tiene mucho invertido aquí en infraestructura, son años de trabajo, de planeación y de mejora. Aquí eso no lo va hacer allá de la noche a la mañana. Sí veo preocupación porque esto puede disminuir los niveles de producción –puesto que disminuye los niveles de ventas allá–, pero cero que esto es pasajero. El Presidente Donald Trump no va a durar todo el tiempo y difícilmente la persona que venga después de él va traer las mismas ideologías”, aseguró desde El Bajío mexicano, una de las principales zonas productoras de autos.

Por los costos, red de proveedores e infraestructura instalada, algunas de ellas desde la década de los sesenta y ochenta del siglo pasado, la Presidenta Claudia Sheinbaum prevé lo mismo y aseguró que “la mayoría” de las empresas automotrices con plantas en México le comunicaron que no piensan cambiar nada hasta “asentarse” la situación.
"Mover una planta automotriz no es un proceso sencillo, pues requiere primero dinero de la automotriz para mover de uno a otro lado la planta y no lleva meses, lleva años", expuso en Palacio Nacional el martes 8 de abril.
Cuando el Presidente Trump anunció en la Casa Blanca los aranceles recíprocos a diversos países –y que hasta ahora ha mantenido a China– lo hizo en compañía de trabajadores del sector automotriz. Brian, uno de ellos, tuvo acceso al micrófono y expuso al mundo cómo ciudades como Detroit se convirtieron en fantasmas porque las plantas cerraron o son subutilizadas, ya que la inversión se fue, entre otros sitios, a México por la cercanía y porque ofrece mano de obra calificada, pero con un costo menor en salarios y representación sindical que en Estados Unidos.
“He visto a lo largo de mi vida cómo en el área metropolitana de Detroit una planta tras otra fue cerrando. Hay plantas que están subutilizadas o no están siendo utilizadas. Las políticas de Donald Trump van a poner en acción esas plantas nuevamente. Habrá nueva inversión, habrá nuevas plantas y los miembros del sindicato de trabajadores automotrices –hay dos que me acompañan– apoyamos su política de arancel al cien por ciento. Señor Presidente, le damos las gracias y en seis meses o un año comenzaremos a ver los beneficios; estoy ansioso por ver el resultado tres o cuatro años más adelante”, afirmó.
Desde Silao, Guanajuato, Gonzalo aseguró que empatiza con sus colegas de Estados Unidos, pero reiteró que los resultados no se verán tan pronto como Trump prometió al sindicato automotriz, una gran base de votantes en noviembre pasado.
“Es imposible no sentir empatía hacia ellos porque somos colegas, hacemos exactamente lo mismo: automóviles. Sin embargo, cada uno también tiene ciertos intereses. A nosotros no nos conviene que en ningún escenario se lleven su producción para allá y, como dije, difícilmente esto va a pasar. La gente en EU tiene una educación política mucho más grande que la que suele tener el mexicano, tiene arraigado un partido político por lo regular, apoyan a los demócratas o a los republicanos, y no es ningún secreto que también los sindicatos allá juegan un papel muy importante dentro de la política, lo que hizo que los trabajadores de allá votaran por Trump”.

Onesto Monroy lleva casi tres décadas trabajando en esa misma planta de General Motors, instalada en Silao en 2001. Actualmente es Secretario de Actas y Acuerdos del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato independiente nacional de trabajadores trabajadoras de la industria automotriz (SINTIIA). El trabajador automotriz dijo que las exportaciones de GM están protegidas con las reglas del T–MEC, por lo que las producción incluso llegó a cifras récord, lo que les da confianza.
“Nosotros como trabajadores estamos manteniendo la producción que debe ser, inclusive son cifras récord de producción con premios de calidad y ampliaciones en la planta de estampado. Eso nos fortalece a nosotros porque las señales que tenemos aquí de la producción y el trabajo nos hace pensar que, lo que está en nuestros alcances, se cumple. Sí nos preocupa los aranceles en cierto modo, pero como sindicato estamos conscientes de que tenemos que ver por los derechos laborales de los trabajadores. Es un hecho que el Presidente ya habló del 25 por ciento que aplicaría en los aranceles, nosotros ahorita estamos fuera de esta parte porque cumplimos con ciertos lineamientos que se tienen del T–MEC, pero sabemos que puede darse y no quedamos fuera de esta idea que siempre tiene el Presidente Trump de aplicarlos”, afirmó.
Sin embargo, en Canadá hubo otras decisiones con el argumento de modernizar la planta. La automotriz General Motors anunció la suspensión hasta octubre de la producción en una de sus plantas de montaje en Canadá. Se trata de la planta CAMI, en la localidad de Ingersoll, que tiene mil 200 trabajadores contratados y produce dos modelos de la furgoneta eléctrica Chevrolet Bright Drop, por lo que el paro implica el despido de cerca de 500 trabajadores.
El Sindicato UNIFOR declaró al respecto: “EU está creando una crisis en el sector. Los miopes aranceles de Trump y su rechazo a la tecnología de vehículos eléctricos están perturbando la inversión y paralizando las proyecciones de futuros pedidos”.
Sobre el caso de la planta de Stellantis en Toluca que paró durante este abril, tanto Gonzalo como Onesto, trabajadores de General Motors en Silao, Guanajuato, observaron que son acciones de cautela a la expectativa de que Trump se retracte, ya que al disminuir costos disminuyen el riesgo de despidos masivos de mano calificada. Pero ese paro afectó a la proveedora automotriz Magna Autotek con sede en Puebla, informó el portal local e-consulta.
“Sabemos que la empresa Stellantis es una de las que les cae el arancel (porque no exporta bajo el T-MEC), y es una reacción que están teniendo a estas medidas que puso el Presidente Donald Trump. Entendemos que no quieren generar despidos y por eso hacen paros técnicos y algunas personas que no se van a paro técnico hacen mantenimiento operativo para que, como dice el compañero Gonzalo, esperar a ver qué va a suceder en las próximas semanas y próximos meses”, dijo Onesto.
Las automotrices sin T–MEC
Otras empresas como las alemanas Volkswagen, Audi, Mercedes Benz y BMW, que tienen plantas en México, exportan sus vehículos fuera del T-MEC, por lo que pagan arancel. Esta Semana Santa la planta de VW en Puebla se fue a paro técnico.
La Secretaría de Economía está coordinando su transición al tratado, “lo que significaría mayor contenido de origen, o sea, mayor producción en Norteamérica”, expuso la Presidenta Claudia Sheinbaum a inicios de abril.
La planta de la alemana Volkswagen, instalada entre Cuautlancingo y Coronango, Puebla, vendió al exterior 27 mil 975 unidades en los dos primeros meses de 2025, un 42 por ciento menos que en el mismo periodo de 2024, de acuerdo con lo reportado al Inegi.

Bajo el argumento de falta de carrocerías, esta planta de Volkswagen comenzó un paro técnico que durará del domingo 13 de abril al sábado 19 de abril, es decir, toda la Semana Santa.
De acuerdo con el calendario de la armadora compartido por el portal local e-consulta, se planificó manufacturar cierta cantidad de unidades de Jetta, Taos y Tiguan con paros de 15 minutos en los tres turnos el domingo, lunes, martes y miércoles. El paro total será jueves y viernes santo, así como el sábado de gloria.
El Secretario de Economía Marcelo Ebrard, quien ha estado encabezando las negociaciones en Washington, dijo el viernes 11 de abril que “se va a aplicar un descuento por vehículo, mejor dicho por modelo, dependiendo de cuántas partes de Estados Unidos tenga” el vehículo fabricado.

El lunes, la Presidenta Claudia Sheinbaum detalló que ese descuento sobre el 25 por ciento de arancel será en aquello que se fabrica en Estados Unidos.
“Hemos hablado que muchas partes van y vienen de ambos lados de la frontera. Hasta ahora se descontará con el vehículo completo; mientras que en las autopartes, parte de cero, esperando que la Secretaría de Comercio de Estados Unidos ponga un arancel dependiendo del tipo de autopartes. Además que estamos buscando negociar el acero y el aluminio”, afirmó.
La semana pasada, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz dijo en rueda de prensa que las exportaciones de vehículos de México hacia Estados Unidos, Canadá y otros países cayeron un seis por ciento de enero a marzo de este año, en parte por la pausa de algunas marcas en sus envíos al mercado estadounidense por los aranceles del Gobierno de Donald Trump.
“Un poco lo que ha sucedido es que algunas marcas (Ford, Nissan, VW…) han decidido no enviar vehículos en lo que vemos bien cómo queda la operación del arancel”, dijo Rogelio Garza, presidente de la AMIA.





