El feminicidio de Keila Nicole, una adolescente de Baja California, ha estremecido al país. Su asesino, un joven de 16 años, presuntamente se inspiró en la serie Dexter para cometer el crimen. A la brutalidad del asesinato se suma la indiferencia de las autoridades, que se negaron a ayudar a la madre cuando reportó la desaparición de su hija. La familia denunció que, tras notar que Keila no llegó a casa de una amiga como había dicho, acudieron a la Policía, pero les pidieron esperar 72 horas antes de iniciar la búsqueda.
Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo).– Familiares de Keila Nicole, la menor de 13 años asesinada brutalmente en San Quintín, Baja California, claman por justicia y que el presunto feminicida, Christian Iván —un joven de 16 años y amigo cercano de la víctima— no sea juzgado como menor de edad, sino como adulto, y reciba la pena máxima. Y es que, de acuerdo con las autoridades, el adolescente se habría inspirado en la serie Dexter para cometer el crimen.
La familia también exigió que no se repita el actuar negligente de las autoridades. A pesar de que la madre de Keila presentó de inmediato la denuncia por desaparición, los policías le indicaron que debía esperar 72 horas para iniciar la búsqueda.
El pasado 2 de julio fue la última vez que Keila fue vista con vida, tras salir de su casa para reunirse con una amiga. Desde las 17:00 horas de ese mismo día, su familia comenzó a buscarla sin éxito. El caso conmocionó a la comunidad de San Quintín luego de que su cuerpo desmembrado fuera localizado a las afueras del poblado de El Rosario. La Fiscalía confirmó el hallazgo de la cabeza y los brazos, presuntamente pertenecientes a la joven.
De acuerdo con la información difundida, Keila alcanzó a enviar un mensaje a una de sus amigas momentos antes de ser asesinada. El mensaje resulta estremecedor: “Tengo miedo, se porta extraño, tiene un palo”, escribió la menor.
La Fiscal General de Justicia de Baja California, María Elena Andrade Ramírez, informó en conferencia de prensa, el pasado 8 de julio, que la joven desapareció cuando se dirigía a casa de unas amigas, pero ya no regresó.
La funcionaria señaló que el cuerpo fue hallado en un sitio cercano, pero inhóspito:
“Lamentablemente fue encontrado el cuerpo de la pequeña en un lugar cercano, pero inhóspito, deshabitado, entre cerros y vegetación, donde estaba descuartizada, decapitada. […] Localizando el cuerpo en esas condiciones: una extremidad inferior izquierda se encontró a 50 metros del cuerpo, el cuerpo estaba sin cabeza, sin antebrazos y sin ambas piernas, también incompletas”, dijo la Fiscal.

Detalló que tras el hallazgo se realizó un cateo en la casa del joven sospechoso, donde se encontraron dibujos y otras evidencias que apuntan a la planeación del asesinato.
“Llegamos hasta este lugar donde habitaba el imputado, encontrando evidencia directa, donde incluso se veía la planeación de este desgarrador crimen, que impactó a San Quintín y a todo el estado, donde claramente se advierte que estaba planeando la ejecución y, además, el desmembramiento de la pequeña”, agregó Andrade Ramírez.
El joven fue detenido de inmediato y confesó el crimen. Además, argumentó que lo cometió porque se inspiró en la serie Dexter, protagonizada por un asesino serial.
“Él manifestó en algunas entrevistas que fue a partir de la serie televisiva Dexter que le surgió esa idea para llevar a cabo el evento delictivo que se investiga. En este caso, ni la propia autoridad lográbamos establecer cuál fue el móvil; ningún móvil lo justifica, definitivamente, pero no encontrábamos el más mínimo. Y (él) solamente lo justificó de esta manera: la invitó a ese lugar, ella alcanzó a comunicarse con una amiga diciendo que tenía miedo porque lo miraba muy raro”, explicó la Fiscal.
Este martes, familiares de Keila, ciudadanos e integrantes de un colectivo se manifestaron frente a los juzgados de San Quintín. Ahí reiteraron su exigencia de que el presunto responsable no sea juzgado como adolescente infractor —lo que implicaría una pena máxima de cinco años de prisión—, sino como adulto.
Belinda, tía de la madre de Keila, declaró durante la protesta que no consideran justo que alguien que planeó un crimen tan atroz enfrente una pena mínima:
“No es posible que con todo lo que hizo, sólo lo castiguen con cinco años”.

La familia también denunció negligencia por parte de las autoridades. Afirmaron que, cuando la madre de Keila pidió ayuda, los policías municipales le negaron el apoyo con el argumento de que la menor “quizá andaba con sus amiguitas” y que debía esperar 72 horas para reportarla como desaparecida.
“Si hubiéramos tenido el apoyo de ellos, hubiéramos alcanzado a nuestra niña con vida”, expresó una de las familiares.
Belinda también precisó que el joven no era novio de Keila, sino sólo un amigo que la invitó a caminar al cerro:
“Y ahí cometió ese acto tan atroz, que todavía no lo digerimos, ni lo vamos a digerir”.
Los familiares piden justicia y cambios en las leyes, para que los menores de edad que cometan crímenes de esta magnitud no sean juzgados como menores.
“¿Cómo es posible cinco años? No es justo, es una burla para nosotros como seres humanos. Él no está loco, no está loco, no es cierto. Él ya había planeado con alevosía y ventaja todo lo que iba a hacer. Si no era mi niña, iba a ser otra”, sentenció la tía.
La Dirección de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del municipio de San Quintín reconoció las omisiones cometidas por los agentes municipales y abrió una investigación por omisión contra tres policías.
“Reconocemos que hubo omisiones en la atención inicial y no vamos a encubrir ni minimizar. Quiero decirles que habrá consecuencias y llegaremos hasta las últimas instancias. Y en el ámbito de nuestras atribuciones actuaremos con responsabilidad y sin titubeos”, dijo Alberto Sarabia Espinoza, titular de la policía municipal de San Quintín.




