Tania Tagle habló sobre Fauce, una obra escrita a manera epistolar en la que explora el duelo y la resiliencia a través de una narrativa íntima y poética
Ciudad de México, 3 de agosto (SinEmbargo).– No solo en la vida y la muerte, que son ritos de paso, hay umbrales, compartió en entrevista la escritora Tania Tagle, “sino que el experimentar un duelo, una pérdida también es una experiencia de umbral, porque es una cosa que atraviesas, es un pasaje que al atravesarlo algo cambia de manera radical y tu vida no vuelve a ser la misma”.
Tagle habló con SinEmbargo sobre Fauce (Lumen), una obra escrita a manera epistolar en la que explora el duelo y la resiliencia a través de una narrativa íntima y poética. “La figura que yo tenía en mente, cuando estaba dándole vueltas a todo esto, era la figura del umbral y en ese sentido una fauce es un umbral. No es la boca, no es el estómago, en un lugar pasajero que se atraviesa y que cambia completamente, digamos, la vida como la conocías”.
Tania Tagle comentó que todo el libro está narrado a manera epistolar porque fue la estructura que le funcionó para hablar de lo que quería hablar y no tener que dar explicaciones sobre lo que no quería dar explicaciones.
“La literatura epistolar al tener un destinatario que no es el lector, más bien el lector se está asomando a una carta ajena, a una correspondencia ajena, entonces, ya queda muy claro que no tiene todo el contexto y que no lo va a tener, entonces, en lugar de que digas es un ensayo o una narrativa que tiene muchos huecos, en una estructura epistolar, esos huecos no son indispensables, no es necesario que yo diera como toda la explicación, que en algún momento no quise darla”, compartió.
Tania Tagle indicó que para ella era muy importante pensar este texto como un ensayo, aunque no tenga un estilo ortodoxo o uno que responda a la estructura más clásica. “Para mí es importante porque lo que me permite es darle vueltas a una idea, merodear una idea, jugar con la posibilidad de la equivocación, que es algo muy generoso que tiene el ensayo”.
“No es un texto que no tiene ninguna certeza que ofrecer, es un texto que está escrito, justo, desde la vacilación y desde la incertidumbre, y tiene más preguntas, lanza más preguntas”, puntualizó.





