ENTREVISTA ¬ La industria de la belleza es redituable para el crimen: Ana Lilia Pérez

30/11/2025 - 12:00 am

La industria de los procedimientos estéticos, impulsada por la búsqueda de estatus y la influencia de las redes sociales, ha experimentado un crecimiento exponencial a nivel global tras la pandemia de COVID-19, pero su lado oscuro es la imbricación con el crimen organizado. Así lo advierte la periodista Ana Lilia Pérez en su reciente libro El cuerpo perfecto.

Ciudad de México, 30 de noviembre (SinEmbargo).– México, junto a países como Colombia y Estados Unidos, se ha consolidado como un centro de "turismo estético", un fenómeno que alimenta un mercado en el que "a veces implican lo legal con lo ilegal", apuntó la periodista Ana Lilia Pérez, quien publica El cuerpo perfecto (Grijalbo), una investigación que desnuda los riesgos para la salud y las prácticas ilícitas que prosperan en este lucrativo sector.

Esta mezcla, advierte la colaboradora de SinEmbargo, ha llevado a una "enorme proliferación de negocios ilegales o de prácticas que se dan a veces en sitios que pueden ser clandestinos o incluso en sitios de un entorno más privado," como las llamadas "clínicas patito" en México. 

La problemática no sólo recae en la falta de licencias, sino en el uso de personal no calificado y, crucialmente, en el "tipo de sustancias que están utilizando" muchas de ellas prohibidas como los mal llamados biopolímeros, que circulan en los mercados con nombres falsos.

La alta rentabilidad de este sector ha captado la atención de grupos criminales, convirtiéndolo en un vehículo para operaciones ilícitas. Ana Lilia Pérez señala que estos establecimientos, a menudo clandestinos, son "parte de mecanismos también de lavado de dinero." 

La periodista recuerda, por ejemplo, sus indagatorias previas en el tema de la venta ilegal de combustible donde identificó negocios de índole estético, centros nocturnos, y otros que "usaban también como una vía de lavado de dinero."

El vínculo con el crimen va más allá del blanqueo de capitales, extendiéndose a la falsificación de insumos médicos.

 "Fármacos que se utilizan o sustancias que se utilizan que están de moda ahora para perder peso... están siendo falsificadas por grupos criminales para colocarlas en el mercado a nivel global", aseveró Pérez. Estos productos falsificados se ofrecen a un menor costo, lo que complica el panorama de supervisión sanitaria.La Búsqueda de Estatus y la Dismorfia Corporal

Otro aspecto central de la investigación es la raíz social y psicológica de esta tendencia. La búsqueda de la perfección corporal que es impulsada por la imitación de figuras públicas y la influencia de influencers en redes sociales, lo que establece los procedimientos estéticos como un "símbolo de estatus".

Este "estatus" se manifiesta incluso en el mundo criminal, donde los procedimientos estéticos se usan para ostentar poder adquisitivo y, en algunos casos, como estrategia para evadir la justicia. Ana Lilia Pérez documenta cómo esta práctica fue popularizada por grupos colombianos, quienes no solo se sometían a cirugías por vanidad, sino que realizaban "cambio de rostro para que no los reconocieran," e incluso, la práctica de limarse o desaparecerse las huellas dactilares para adquirir otras identidades.

En este contexto, ahondó, el grado de “tuneo” de la pareja del narcotraficante se ha convertido en un "símbolo de estatus" que refleja la inversión y el poder del hombre.

Finalmente, la periodista subrayó el trasfondo de salud mental en la obsesión por las modificaciones corporales, particularmente en trastornos como la dismorfia corporal. Quienes la padecen no buscan atención psicológica o psiquiátrica, sino que "van coleccionando procedimientos estéticos, van coleccionando cirugías," llegando a poner en riesgo su salud y siendo detectados, en algunos casos, "ya hasta que llegan a áreas de cuidados intensivos”.

Obed Rosas

Obed Rosas

Obed Rosas es editor de la Unidad de Investigación y encargado de la sección de Libros de SinEmbargo, en donde también se ha desempeñado como Jefe de Mesa y Editor de Redes. Es conductor de Close UP y Co-conductor, junto a Álvaro Delgado, de Siete Días, programas de SinEmbargo Al Aire. Ha trabajado en otros medios como Expansión, Newsweek en Español y Revista Zócalo. Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM y estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma casa de estudios.

Lo dice el reportero