El panadero británico, dueño de la panadería Green Rhino en la Roma Norte, reconoció en redes sociales que se equivocó y que sus palabras no reflejaron el respeto que siente por México.
Ciudad de México, 16 de diciembre (SinEmbargo).- El panadero británico Richard Hart, reconocido internacionalmente por su trayectoria en Tartine Bakery, en San Francisco, Estados Unidos (EU), y Hart Bageri, en Copenhague, Dinamarca, ofreció disculpas públicas a México después de que se viralizaran unas declaraciones en las que aseguraba que en el país “no existe la cultura del pan”.
Las palabras, pronunciadas en el podcast PopFoodie Radio en abril de 2024, provocaron una ola de críticas en redes sociales durante los últimos meses.
En ese espacio, Hart también calificó la harina mexicana “de mala calidad”, señaló que los bolillos estaban hechos de “pan feo”, y desestimó el pan dulce al afirmar que “ni es pan; es pastel”.
Ante la polémica, Hart difundió un comunicado en sus redes sociales: “He escuchado la conversación en redes y he leído sus mensajes. Quiero ofrecer una disculpa clara y sincera. Me equivoqué, y lo lamento profundamente. Desde que me mudé a México me enamoré de la gente de esta ciudad. Sin embargo, mis palabras no reflejaron ese respeto; en este país soy un invitado y olvidé actuar como tal”.
La cuenta de Green Rhino, su panadería ubicada en la colonia Roma Norte, desactivó los comentarios en Instagram tras el aluvión de críticas. Hart añadió que no espera que una disculpa borre el agravio, pero que asumirá la responsabilidad de aprender y corregir.
“Mi compromiso es demostrar con acciones, no con palabras, el respeto que la cultura mexicana merece. Aprenderé de esta lamentable experiencia y me esforzaré por hacerlo mejor cada día”, destacó en su mensaje.
Hart abrió Green Rhino en junio de 2025, como parte de un proyecto personal que eligió México por su dinamismo gastronómico y por estar cerca de sus hijos en San Francisco.
En entrevistas anteriores, Hart dijo que la Ciudad de México (CdMx) vive un auge gastronómico parecido al que experimentó Copenhague hace 10 años.
Ahora, tras la controversia, el panadero británico busca recuperar la confianza de sus clientes y demostrar respeto hacia una tradición panadera que en México tiene raíces profundas y diversidad cultural.




