Ciudad de México, 2 enero (SinEmbargo).- El patrimonio museístico del mundo se vio engrosado en la primera semana de diciembre con inauguración en San Petersburgo de un museo dedicado al famoso joyero ruso Peter Carl Fabergé y que expone más de 4.000 obras de arte, entre ellas piezas de oro, plata, porcelana y bronce.
El Museo de Fabergé de San Petersburgo se hizo posible gracias al multimillonario ruso Viktor Vekselberg (considerado el cuarto hombre más rico de Rusia) cuya colección, con más de mil 500 piezas, luce en el recinto y es expresión de su deseo de recuperar las obras de arte vendidas al mundo por los bolcheviques entre 1920 y 1930.
La institución expone algunas de las joyas más famosas de Fabergé, entre ellos la dedicada a la coronación imperial en 1897 por los maestros de la marca, Mikhail Perkhin y Henrik Wigström, así como algunos de los 200 objetos espectaculares que anteriormente pertenecían a la familia Forbes, en Nueva York.
El museo se encuentra ubicado en el Palacio Shuvalov, a orillas del Neva, restaurado especialmente para la ocasión en un trabajo que costó la nada despreciable suma aproximada de 40 millones de dólares.
En mayo del 2012, Google celebraba con un doodle el nacimiento hace 166 años del joyero ruso, mientras la la legendaria marca organizaba en el Jardín Botánico de Nueva York una exclusiva fiesta para celebrar la apertura de la primera tienda en la famosa Madison Avenue.
Peter Carl Fabergé, fundador de la empresa familiar y de la dinastía de artesanos de la joyería, se hizo famoso por la creación de una serie de huevos de Pascua preciosistas, la mayoría de los cuales se manufacturó por orden especial de la familia imperial rusa.
El primer huevo de Peter Carl Fabergé era de platino y oro, encargado por el zar Alejandro III para su esposa María Fiódorovna en 1885, fue considerado una verdadera obra de arte.
Le siguieron 69 joyas extraordinarias, algunas de las cuales se encuentran en los más prestigiosos museos y colecciones privadas, entre las que destacan la de la Reina Isabel II de Inglaterra, la de Malcolm Forbes y la del propio Kremlin, que ahora luce pequeña frente a la que ostenta el flamante Museo de San Petersburgo.
La colección del fondo cultural e histórico de Vekselberg, The link of Times (El enlace de los tiempos), incluye la colección de huevos de Pascua Fabergé comprados en 2004 a los herederos del magnate estadounidense Malcolm Forbes y pinturas y otras obras de arte de la colección personal de Vekselberg.
"Queríamos crear un museo vinculado a la historia de la Rusia desde el siglo XVIII hasta principios del XX. Uno de los símbolos de este período fue Carl Fabergé, que encumbró la cima del arte joyero”, dijo el magnate ruso en declaraciones a la prensa de su país, citadas por el portal Rusia Hoy.
“Nos interesa que el visitante no sólo acuda para contemplar la belleza de las exposiciones, sino también para impregnarse del espíritu de esa época", agregó.
El museo recibirá además exposiciones temporales, entre ellas una proveniente del Museo Pushkin y otra de la Galería Tretiakóv.
