
Ciudad de México, 17 de agosto (SinEmbargo).- Con millones de dólares en juego y decenas de miles de fanáticos observando cada movimiento, la presión de desempeñarse como un videojugador profesional (también llamados jugadores de esports) puede ser abrumadora, y –de igual manera– la tentación de doparse.
El pasado 4 de agosto, Bjoern Franzen, un consultor y antiguo mercadólogo de una de las más importantes compañías de esports, declaró públicamente que el dopaje en los deportes electrónicos es desenfrenado, publicó el sitio New Scientist.
De esta manera, en una extensa entrada del blog bjoernfranzen.com, Franzen escribió que las empresas de juegos de video y los medios de comunicación se están haciendo de la vista gorda ante el uso de sustancias en sus propias narices.
"He visto a jugadores echarse una píldora incluso una hora antes de los partidos importantes tanto para calmarse o empujarse a sí mismos", dijo.

Algunas ligas prominentes de esports ya han prohibido este tipo de sustancias. No obstante, Franzen dice que ha visto los jugadores tomar una serie de medicamentos dentro de los que se incluye el Ritalin (para mejorar la concentración), el bloqueador beta propranolol (para bloquear los efectos de la adrenalina y ayudar a los jugadores mantener la calma bajo presión) y la selegilina (fármaco utilizado para tratar la enfermedad de Parkinson que, se afirma, mejora el estado de ánimo y la motivación durante los torneos).
Alexander Müller, director general del gigante alemán de esports SK Gaming, dice que la compañía prohíbe estrictamente cualquier dopaje, y nunca ha tenido que lidiar con ella entre sus jugadores. "Establecemos cercanos a relaciones muy estrechas con nuestros jugadores", dijo vía correo electrónico. "Las drogas nunca han sido un factor en nuestra historia con cualquiera que sea el jugador."
Sin embargo, muchos comentarios en Reddit.com indican que los jugadores "neuro-mejorados" son reales. Un ejemplo de esto es la declaración del usuario conocido como Tooky17, quien afirma conocer "a algunos amigos que hicieron enormes subidas a partir de esnifar ritalin entre juegos".
"Desde entonces, siempre me he preguntado si el dopaje plantea un problema a los organizadores de esports", agregó el usuario.
Al igual que ocurre con el dopaje sanguíneo en el ciclismo, uno de los principales beneficios de dopaje en los esports es que permite a los jugadores entrenar más tiempo y más duro. Aunque, a menudo, la mejora necesaria a la hora de jugar está más relacionada con el hecho de calmarse.

Brandon Harris, estudiante de derecho y jugador, de la Universidad de New Hampshire, que escribe sobre cuestiones jurídicas en esports, dice que es común ver una serie de estimulantes utilizados durante los torneos. Es así que si se emplea una definición amplia de dopaje –es decir, tomar cualquier sustancia en un intento de mejorar el juego– el uso es muy extendida en estos casos con cafeína, bebidas energéticas, suplementos de ginseng y una gran variedad de sustancias que excesivamente utilizadas y en gran medida.
Por otra parte, Harris dice que, en su experiencia, los jugadores profesionales evitan el uso de drogas ilegales, pero se ha encontrado con el uso de medicación prescritos usualmente para tratar el trastorno por déficit de atención (TDAH) o depresión para obtener una ventaja durante los juegos.
"El verdadero peligro es la tentación de una escalada", dijo Brendon Boot, neurólogo de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston. En estos casos, los jugadores pueden llegar a tomar dosis cada vez más altas, usando los medicamentos de maneras riesgosas como inhalándolas o inyectándolas o, bien, por ambas vías.
"Por ejemplo, tomar selegilina con un antidepresivo puede conducir a algo que se llama el síndrome de la serotonina: dolor de cabeza, confusión, hipertermia, espasmos musculares, temblores y, algunas veces, la muerte", dijo Boot. "Estos chicos están jugando con fuego".




