Ciudad de México, 17 de diciembre (SinEmbargo).- En la década pasada Aterciopelados y la carrera en solitario de sus respectivos integrantes, Andrea Echeverri y Héctor Buitrago, constituían casi las únicas noticias que llegaban del rock colombiano.
Sin embargo, la reciente edición de Rock al Parque, con preeminencia de bandas locales más que interesantes y propositivas, hizo dar vuelta la mirada hacia el país del café.
De ese capital rockero y cumbiambero (mezcla rara pero funcional), sale Superlitio, que viene pisando fuerte desde hace rato los escenarios de Colombia y de algunos otros países de Latinoamérica.
Nacida en Cali en 1997, formada por Armando Gonzalez (batería), Pedro Rovetto (bajo y voz), Pipe Bravo (Voz, teclado y guitarra) y Alejandro Lozano (Guitar), es una banda que ha sido postulada a un Grammy Latino y que ya tiene seis discos en el mercado, el último de los cuales es Nocturna, llegado a México merced a los buenos oficios de la productora Casete.
Superlitio, que en Colombia, Estados Unidos y Centroamérica, ha alternado con artistas de la talla de Juanes, Café Tacuba, Julieta Venegas, Control Machete, Babasónicos, Molotov, Aterciopelados, Fobia y Manu Chao, mezcla idiomas y géneros musicales con gran naturalidad y buen gusto y, en dicho sentido, el nuevo trabajo –producido por el argentino Tweety González- no defrauda.
Precisamente, con González habían hecho 10 años atrás el exitoso Tripping Tropicana, y regresan ahora con Nocturna, ya disponible en todas las plataformas digitales y del que se desprenden los formidables sencillos “Alma en pedazos” y “Yo necesito”.
En entrevista con SinEmbargo, el cantante de Superlitio, Pipe Bravo, habla del presente y los sueños de una agrupación poderosa y muy recomendable.
–¿Contento con la salida de Nocturna?
–Sí, muy contento, la verdad. Desde que lo lanzamos en mayo no paramos de tocar por todo Colombia y ahora vinimos a México y a los Estados Unidos para darlo a conocer. Es un disco con el que volvimos a trabajar con Tweety González y creemos que ese reencuentro es parte de lo bien que ha salido este álbum. Estamos muy orgullosos del proceso de grabación de Nocturna.
–¿En busca de qué sonido querían volver a trabajar con Tweety?
–Queríamos volver a darle el sonido protagónico a los sintetizadores, a los bits, a los loops electrónicos, pero sin dejar de apostar por ser una banda de rock, que es en definitiva lo que somos. Aparte, veníamos trabajando las canciones con capas de sonidos, paredes ambientales, sin tantos solos de instrumentos, especies de mantras que Tweety nos ayudó a conseguir muy bien.
–Además es un productor que no le teme al sonido pop…
–Sí, podíamos confiar mucho en él en tan sentido. Nos permitió explorar mucho en nuestro propio sonido.
–¿Qué dirías del panorama del rock en Colombia?
–Veo que hay buenas propuestas que salen a diario y que el problema del rock colombiano consiste en cómo hacer para que lo escuchen fuera de Colombia. Se ha vuelto más difícil para las bandas independientes, pero a nivel de propuestas el rock colombiano está muy bien.
–¿Hay algún referente en el rock colombiano para ustedes?
–Le quitamos el miedo a fusionar muchos tipos de música, gracias entre otras cosas a la experiencia de Aterciopelados, que adaptaron a su estilo las músicas tradicionales del país. De ahí venimos.
–Aunque los siento a ustedes más rockeros, menos folclóricos que Aterciopelados
–Sí, es verdad. Es la vereda que elegimos, el rock es el protagonista en nuestra música y nos gusta pensar que la gente lo nota en nuestras canciones.
–¿Por qué el nombre Superlitio?
–Porque cuando iniciamos el proyecto de la banda sentimos que la música era más para moverse, era eufórica. Y a uno de los integrantes que ya no está en la banda le daban litio para combatir la depresión. Se nos ocurrió, tal vez de forma muy ingenua, hay que pensar que éramos muy jóvenes, que una súper píldora de litio te iba a poner eufórico, muy en correspondencia con la música que proponíamos.
–Bueno, de hecho el discurso de la alegría es algo que se espera más de un grupo colombiano que de uno inglés como Radiohead, por ejemplo…
–(risas) Es cierto. Hace poco en una reunión había unos amigos chilenos que nos decían que, en comparación con ellos, éramos muy alegres y bailábamos por todo.
–¿Superlitio es una banda que se preocupa por la realidad social?
–Con los años nos hemos ido volcando más hacia el lado de las historias personales, hacia las experiencias que nos tocan sensiblemente y lo que pasa es que la gente se apropia de esas historias y las aplica a su vida, por lo que el efecto de nuestra obra es social, tiene eco. También hemos tratado temas más generales que tocan nuestra realidad, como el tema “Balas de sonido”, que habla de la violencia casi mafiosa que ha sido parte de la historia colombiana de las últimas décadas. Nunca quisimos casarnos con una temática en específico y cuando creamos la banda una de las premisas fue que no queríamos una banda de género, que no fuera de ska, de grunge, de metal…no queríamos atarnos a nada y lo mismo pasa con las letras, con el tema…
–De cualquier modo, ustedes son testimonio de un nuevo tiempo para Colombia, más esperanzador…
–Puede ser, ahora mismo estamos inmersos en un proceso de paz que no es sólo con el “enemigo”, entre comillas, sino también en un proceso de paz con nosotros mismos.
–Lo interesante también es que ustedes vienen de Cali, no de Bogotá
–Sí, precisamente eso nos permitió viajar a la capital. Muchas de las cosas buenas que pasaron con la banda es que viajamos constantemente a Bogotá, donde ahora vivimos y eso nos hizo ser escuchados en todo el país.
–¿Sigue siendo determinante para las bandas colombianas la experiencia de Rock al Parque?
–Importantísimo. Cuando nosotros empezamos el Rock al Parque era casi el único escenario donde podíamos mostrar nuestra música. Ahora se ha abierto un poco más el panorama y el festival tiene competencia, por decirlo así. Pero Rock al Parque siempre será una plataforma de trascendencia para las bandas nuevas de Colombia.
