Ciudad de México, 19 de marzo (SinEmbargo) .- Hace seis días, 19 lobos fallecieron a causa de disparos producidos por agentes federales en Idaho, Estados Unidos, como petición de las autoridades estatales. El objetivo de hacer esto es aumentar artificialmente el número de alces para los cazadores deportivos.
En el estado vecino, Oregon, el rencor por estos depredadores también continúa, pues los pobladores tienen mensajes en sus vehículos como "dispara, entierra y cállate" y "Terrorismo estatal auspiciado de Canadá".
Justo cuando ambos estados trabajan para el rescate de esta especie en peligro de extinción, los pobladores de ambos lugares interfieren con estas acciones de conservación, sin embargo, las autoridades se aíslan de ambos bandos.
El Departamento de Pesca y Vida Silvestre del estado dio a conocer en su cuenta anual que existen únicamente 77 ejemplares de lobos, lo cual significó un avance respecto a la cifra del año anterior, con 64 individuos.
El Servicio de Vida Silvestre de Estados Unidos recibió cientos de miles de dólares del Consejo de Control de la Depredación del Lobo del gobernador de Idaho, Butch Otter, para llevar a cabo el programa de matanza del lobo, de acuerdo con la organización Defenders of Wildlife.
"Disparos aéreos en la vida silvestre para deportes es malo en muchos niveles, por lo que fue prohibido en un estatuto de Estados Unidos durante décadas. Y mientras los agentes de gobierno son exentos de las provisiones de la ley, dispararle a lobos del aire es terriblemente ofensivo, sin importar quien jale el gatillo", denunció en un comunicado Defenders of Wildlife.
La organización ambientalista Earthjustice incluso califica a estas personas como "oponentes del lobo", quienes buscan que el Congreso legisle a favor de anular varias protecciones que se les otorgaron a las poblaciones de esta especie en Estados Unidos. Earthjustice denuncia incluso, que estos legisladores "anti-lobos" promueven su matanza.
Defenders of Wildlife es la única organización nacional con el personal sobre el terreno de Idaho que no sólo trabajó para ayudar en la reproducción a los lobos, sino también colaboran activamente en la comisión de la fauna estatal para proteger la frágil recuperación de la especie en las Montañas Rocosas del Norte.
En 2010, Oregon contaba con 14 lobos y en 2008 no había ninguno. Fueron reintroducidos a Idaho desde Canadá bajo protección federal en 1995 con el objetivo de conservar a la especia que se encontraba extinta en la mayor parte del oeste de Estados Unidos. Así fue como llegaron también a Oregon nuevamente, luego de que existiera una cultura de caza desde la década de los 50.
La mayoría de la ciudadanía de Oregon mantiene ganado, por lo que, aunque las cifras de mortandad de animales para producción de alimentos a causa de los lobos es baja, responsabilizan a la creciente población de lobos.
