Las presiones del Gobierno estadounidense sobre el Gobierno de México han estado presentes desde el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Ciudad de México, 4 de febrero (SinEmbargo).- Los gobiernos de Estados Unidos nunca han sido amigos de los gobiernos de México, y nunca lo serán, porque el imperio estadounidense no tiene amigos, sólo tiene intereses y aliados, cuando estos aliados son dúctiles y ajustados a su voluntad. Así lo muestran reiterados capítulos de la historia de nuestro país y así lo prueban los hechos de la realidad, en la cual, como ha sucedido en otros pasajes de nuestra historia, también han contado con la anuencia y complicidad de colaboracionistas de este lado de la frontera, que siempre se han soñado subditos de algún imperio.
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha expresado con firmeza al Presidente estadounidense Donald Trump, que México está dispuesto a negociar, a cooperar para atender y resolver problemas comunes, pero que jamás se someterá a los caprichos del gobierno de Estados Unidos y que defenderá a toda costa la independencia, dignidad y soberanía de nuestro país.
El pasado sábado primero de febrero del 2025, al anunciar aranceles a todos los productos mexicanos, en un comunicado oficial la Casa Blanca hizo un duro señalamiento contra el gobierno de México: “Las organizaciones mexicanas de narcotraficantes mantienen una alianza intolerable con el gobierno de México. El gobierno de México ha proporcionado refugios seguros para que los cárteles se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadounidenses”.
El mismo sábado primero de enero por la tarde respondió la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo: “Rechazamos categóricamente la calumnia que hace la Casa Blanca al Gobierno de México de tener alianzas con organizaciones criminales, así como cualquier intención injerencista en nuestro territorio. Si en algún lugar existe tal alianza es en las armerías de los Estados Unidos que venden armas de alto poder a estos grupos criminales, como lo demostró el propio Departamento de Justicia de Estados Unidos en enero de este año”.
Y agregó la mandataria mexicana: México no quiere confrontación. Partimos de la colaboración entre países vecinos […], debemos trabajar conjuntamente de forma integral, pero siempre bajo los principios de responsabilidad compartida, confianza mutua, colaboración y sobre todo, respeto a la soberanía, que no es negociable. Coordinación sí; subordinación, no”.
La amenaza constante
Las presiones del gobierno estadounidense sobre el gobierno de México han estado presentes desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, encubiertas en filtraciones a medios de comunicación.
El jueves 18 de enero del 2024, el Centro para Estados Unidos y México, del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice, publicó un documento presuntamente académico denominado “Perspectiva País México 2024” en el cual advertía que “las organizaciones criminales pueden incluso convertirse en un importante aliado electoral de Morena en las elecciones de junio de 2024; demostraron su capacidad para intimidar, e incluso matar, a candidatos de la oposición y trabajadores electorales en 2021, y es probable que sigan adelante en 2024”.
Ese documento, considerado de poco rigor académico, fue severamente criticado por la investigadora y especialista en temas de seguridad, Guadalupe Correa Cabrera, quien dijo que los X. González y otros oligarcas que conforman el Consejo Mexicano de Negocios financian al Centro para Estados Unidos y México, del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice, en Houston, Texas.
Entrevistada el martes 23 de enero del 2024, la profesora-investigadora de Política y Gobierno, en varias universidades de Texas, especialista en temas de seguridad y estudios fronterizos, señaló que precisamente el director ejecutivo de Kimberly Clark de México, Pablo González Guajardo, hermano de Claudio X. Gonzalez Guajardo e hijo de Claudio X. González Laporte, estuvo como uno de los ponentes en la conferencia realizada en diciembre del año pasado en el Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice, para dar a conocer este documento sobre panorama de México 2024.
Pero ese solo fue un primer paso. Firmado por el periodista estadounidense Tim Golden, la plataforma digital ProPublica dio de alta, en las primeras horas de la noche del martes 30 de enero del 2024, un artículo con el siguiente encabezado: “¿Los narcotraficantes canalizaron millones de dólares a la primera campaña del presidente mexicano López Obrador?”. Y un sumario en los siguientes términos: “Los testigos dijeron a la DEA [la agencia antinarcóticos estadounidense] que el dinero se proporcionó a cambio de la promesa de que un futuro gobierno de López Obrador toleraría las operaciones del cartel”.
En el transcurso de la mañana del miércoles 31 de enero del 2024 el Departamento de Justicia de los Estados Unidos aclaró que la investigación efectuada por la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, sobre supuestos pagos del narcotráfico en beneficio a la campaña de 2006 del Presidente Andrés Manuel López Obrador, fue concluida y cerrada. Jesús García, reportero del periódico La Opinión, de Los Ángeles, publicó que el Departamento de Justicia estadounidense explicó que la actividad indagatoria estuvo “limitada en el tiempo” y restringida en alcance únicamente a actividades criminales relacionadas con las drogas detectadas en el país y concluida”.
También informó el periodista Jesús García que La Opinión, diario que se publica en español, en la ciudad de Los Ángeles, California, que pidió una postura oficial de la DEA (la agencia antidrogas estadounidense) sobre la indagatoria realizada por sus agentes; sin embargo, el área de atención a medios de esa institución encausó la solicitud de información al Departamento de Justicia de Estados Unidos, entidad que se encargó de aclarar las circunstancias del cierre de la investigación.
“Hace 13 años, el Departamento siguió sus protocolos internos para manejar investigaciones internacionales sensibles”, comentó a La Opinión un funcionario del Departamento de Estado. Acotó que la investigación fue “concluida”. Es decir, la indagatoria sobre el presunto financiamiento ilegal de la campaña de López Obrador del 2006 está cerrada desde hace 13 años. Asimismo, un portavoz del Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos, referenciado por La Opinión, defendió la actual colaboración del Gobierno mexicano contra el crimen organizado, además por su respeto a las políticas internas de los mexicanos.
Una red de organizaciones, agencias e industrias estadounidenses financian medios de comunicación en México y América Latina como parte de la guerra judicial, mejor conocida como lawfare, emprendida por la derecha para difundir a la opinión pública causas judiciales manufacturadas para atacar a gobiernos progresistas, expuso Silvina Romano, Coordinadora del Observatorio Lawfare, una organización que da seguimiento a la guerra judicial en América Latina, en la entrevista publicada el viernes 8 de noviembre del 2024, realizada en el programa Los Periodistas, de SinEmbargo Al Aire.
La investigadora Silvina Romano habló sobre cómo se va manufacturando un consenso para generar un relato en contra de determinados sectores de la política: “Los gobiernos no pueden, no deben incidir en la libertad de prensa, pero la Embajada estadounidense sí, pero las grandes corporaciones que están vinculadas a medios de comunicación como CNN, como Bloomberg sí pueden interferir nada más y nada menos que en la política interna de nuestros países a través de causas judiciales espectacularizadas y donde estos periodistas han emitido sentencia de culpable contra determinados políticos y sectores de la política mucho antes del debido proceso judicial”.
¿Cuáles son las agencias del gobierno de Estados Unidos más activas en América Latina, en términos de la influencia sobre medios de comunicación? —se le preguntó a la investigadora argentina.
“La USAID (por sus siglas en inglés) es una de las agencias más importantes. La USAID se genera como un organismo de asistencia para el desarrollo a nivel internacional y tiene como contracara, sobre todo en América Latina, la asistencia para las fuerzas armadas de América Latina en la contrainsurgencia, las dos cosas fluyen siempre a la vez, no hay que tener confusión en esto”, respondió Silvina Romano.
Ustedes seguramente recordarán que el 3 de mayo del 2023 el Presidente Andrés Manuel López Obrador leyó en su conferencia mañanera una carta que le envió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, en la que le reclama que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) "financie" a organizaciones "abiertamente opositoras" a su Gobierno.
Ayer lunes 3 de enero del 2025 el magnate Elon Musk afirmó que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) "no tiene solución" y que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está de acuerdo en cerrar esta oficina a través de la cual Washington ha estado financiando miles de proyectos en todo el mundo.
Las primeras insidias
La memoria suele ser muy flaca y con frecuencia se pierden asuntos importantes en la bruma del tiempo. Pero bastaría con regresarnos a nuestros orígenes para tener muy clara la historia de desencuentros que hemos tenido con nuestros vecinos del norte.
Luego de consumada la Guerra de Independencia de España y cerrado el capítulo del llamado Primer Imperio encabezado por Agustín de Iturbide, el 10 de octubre de 1824 Guadalupe Victoria fue electo primer presidente de la República Mexicana y como vicepresidente quedó el general Nicolás Bravo.
“El 19 de julio de 1824 fue fusilado Agustín de Iturbide en Padilla, Tamaulipas. Fue un militar y político mexicano que se desempeñó como emperador de México entre mayo de 1822 y marzo de 1823. En la mayor parte del tiempo que duró la Guerra de Independencia, Iturbide militó en el ejército realista combatiendo a los insurgentes. Finalmente, en febrero de 1821 se unió al bando insurgente y proclamó el Plan de Iguala que, entre otras acciones, unificó a ambas fuerzas de combate para conformar el Ejército Trigarante. Posterior a la firma de los Tratados de Córdoba, que significan la consumación del movimiento de independencia, presidió la regencia del primer gobierno provisional mexicano”, se advierte en la página oficial del gobierno de México. https://www.gob.mx/siap/articulos/aniversario-luctuoso-de-agustin-de-iturbide-340075#:~:text=El%2019%20de%20julio%20de,1822%20y%20marzo%20de%201823.
“El periodo de [Guadalupe] Victoria resultó bastante estable gracias a la supresión del iturbidismo, con el fusilamiento del exemperador, y al dinero obtenido por dos préstamos británicos lo que evitó que [el presidente] Victoria tuviera que recurrir a los impopulares préstamos forzosos. Sólo en el último año de su gobierno, con la quiebra de la casa londinense que custodiaba más de dos millones de pesos del préstamo, el gobierno se vio forzado a iniciar el empeño de los ingresos de las aduanas”, reseña la Historia General de México (Página 534) publicada por el Colegio de México en el año 2000.
Agrega el relato histórico: “[Guadalupe] Victoria intentó neutralizar las diferencias políticas invitando a formar parte de su gabinete a representantes de los diversos grupos, más no tardó en perder a dos excelentes ministros, Manuel Mier y Terán y Lucas Alamán. El mismo objetivo de equilibrio lo aplicó a las relaciones internacionales. Para neutralizar la presión norteamericana, privilegió la amistas de Gran Bretaña y aceptó las credenciales de George Ward como ministro plenipotenciario británico, un día antes que las de Joel R. Poinsett, el norteamericano. Poinsett se vengó, intimidando a su vez con los legisladores radicales”.
Desde el principio de la historia de la nueva nación mexicana estuvieron presentes la discordia y la intriga, en las cuales influyeron los intereses imperiales del gobierno de Estados Unidos.
“Aunque no existían partidos políticos, los grupos masones actuaron como tales. La Logia Escocesa había entrado con el ejército español llegado en 1814 y [Nicolás] Bravo era su gran maestre. Para hacerle contrapeso a la [logia] escocesa, [Guadalupe] Victoria apoyó la creación de la Logia Yorkina, fundada en 1825 por federalistas radicales como [José María] Alpuche, [Lorenzo de] Zavala, [Vicente] Guerrero y [Miguel] Ramos Arizpe, registrada en Filadelfia [Estados Unidos] por intervención de [Joel R.] Poinsett. La novedad hizo que muchos desplazados se inscribieran, y para aumentar su popularidad la Logia [Yorkina] adoptó el antihispanismo”, refiere la Historia General de México.
La división en el gobierno desencadenó inevitablemente en una nueva revuelta. Así se explica en la Historia General de México, página 535: “La encumbración de los Yorkinos significó pérdida de popder para el general [Nicolás] Bravo, vicepresidente y gran maestre de la Logia Escocesa, quien preocupado por el antagonismo provocado por el anhispanismo, terminó por pronunciarse por el plan del coronel Manuel Montaño en diciembre de 1927. El plan pedía la disolución de todas las sociedades secretas [las logias]la renuncia del gabinete [del presidente Guadalupe Victoria], la expulsión del ministro Poinsett y el apego estricto a las leyes”. El presidente Guadalupe Victoria encargó al general Vicente Guerrero combatir a Nicolás Bravo, quien fue derrotado y exiliado, con lo que prácticamente desapareció la Logia Escocesa.
El embajador de Estados Unidos en México, promotor de la separación de Texas de nuestro país, fue expulsado de nuestro territorio el 3 de enero de 1830, por el gobierno de Anastacio Bustamante. Injerencista permanente, sembrador de insidias y calumnias, el ministro plenipotenciario de Estados Unidos, Joel R. Poinsett, es personaje central de un pasaje muy oscuro de la historia de México.
Viejos agravios
Las políticas depredadoras del expansionismo estadounidense son una amarga experiencia para nuestro país, pues en la guerra de 1846-1848 se despojó a la joven Nación Mexicana del 55 por ciento de su territorio, incluyendo los estados actuales de Texas, California, Nevada, Utah y Nuevo México; la mayor parte de Arizona y Colorado, y porciones importantes de los actuales estados de Oklahoma, Kansas, y Wyoming. Ese robo fue legalizado por los invasores a punta de bayonetas y estruendo de cañones, en el Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado el 2 de febrero de 1848 en las inmediaciones de la Ciudad de México, que puso fin a una injusta, abusiva e intervencionista guerra.
Entre 1833 a 1855 nuestro país padeció la dictadura de su “Alteza Serenísima”, Antonio López de Santa Anna, quien ejerció el poder durante nueve periodos. En esa época, México enfrentó la guerra con Estados Unidos, declarada por el Presidente estadounidense James J. Polk, el 25 de abril de 1846, por la disputa del territorio de Texas. Ese conflicto terminó el 10 de marzo de 1848, con la firma de los Tratados de Guadalupe Hidalgo. El 15 de septiembre de 1847, el ejército estadounidense tomó la ciudad de México y colocó su bandera en Palacio Nacional. El general Santa Anna renunció ese mismo día, 15 de septiembre de 1847, a la Presidencia de la República, luego de perder la guerra. Dejó en su lugar a Manuel de la Peña y Peña. (Historia General de México, El Colegio de México, año 2000, páginas 580-582).
Otra conjura en la que se involucró el gobierno estadounidense ocurrió en 1913, durante la rebelión de Bernardo Reyes y Felix Díaz, quienes el 17 de febrero apresaron al Presidente constitucional Francisco I. Madero, el “Apóstol de la Democracia”, y al Vicepresidente José María Pino Suárez, quienes con la complacencia y complicidad del Embajador estadounidense Henry Lane Wilson, fueron asesinados en la noche del 22 al 23 de febrero. Usurpó el poder el general Victoriano Huerta, con el aval del Gobierno de Estados Unidos.
La historia de abusos de los gobiernos estadounidenses contra México han sido frecuentes en la accidentada relación de dos países que comparten más de 3 mil kilómetrops de frontera. La presidenta Sheinbaum argumenta, en defensa de nuestra soberanía que, la dignidad no se negocia ni se somete ante la fuerza desmesurada de la potencia.
