ENTREVISTA ¬ Brenda Quevedo lleva 18 años presa, sin sentencia, por el caso Wallace

06/06/2025 - 12:05 am

En entrevista con "Los Periodistas", Brenda Quevedo Cruz, señalada por su supuesta participación en el caso Wallace, relató los abusos sufridos durante estos años. En la plática mencionó que su deseo es poder visitar el mar en compañía de toda su familia. También relató cómo ha tenido que vivir todo este tiempo con una condena social aún cuando no ha recibido una sentencia.

Ciudad de México, 6 de junio (SinEmbargo).- Brenda Quevedo Cruz está a punto de cumplir 18 años presa, sin sentencia, por su presunta participación en el secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace Miranda ocurrido en julio de 2005. Desde entonces ha visto pasar gran parte de su vida desde prisión, por un crimen, que afirma, no cometió. Ahora uno de sus deseos es poder visitar el mar con su familia.

En entrevista con Alejandro Páez y Álvaro Delgado en el programa de "Los Periodistas" que se transmite a través de YouTube por el canal de SinEmbargo Al Aire, Brenda Quevedo relató los abusos sufridos durante estos años, cómo cambió su vida desde que fue señalada por Isabel Miranda de Wallace como responsable por el asesinato de su hijo y las inconsistencias que hay entorno a su caso.

"17 años llevo detenida, casi 18 ya. Estuve 2 años casi en Estados Unidos, entonces se reduciría a 15 años en México para 16 sin sentencia. Tengo una medida cautelar que sí es muy puntual en restringirme un poco el poder de detalles del proceso, como de detalles de las de la contraparte."

Brenda Quevedo Cruz fue detenida en 2007 por su presunta participación en el secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace Miranda ocurrido en julio de 2005. En junio de 2024, Alfredo Silva Juárez, Juez Primero de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México determinó que continuara con su proceso en prisión domiciliaria con vigilancia policiaca y brazalete electrónico.

El Juez federal concedió el cambio de medida cautelar al considerar que han variado las condiciones por las que originalmente se le impuso la prisión preventiva oficiosa hace 17 años. Se trata de la única señalada en el Caso Wallace en dejar la prisión luego de que sus abogados del Instituto Federal de la Defensoría Pública impulsaran este cambio.

Brenda Quevedo fue detenida en Estados Unidos el 28 de noviembre de 2007 y extraditada a México en 2009, aunque desde 2005 ha sido señalada de ser, junto con cinco personas más, responsable del secuestro y asesinato de Hugo Alberto, de quien nunca se encontraron sus restos.

El Caso Wallace ha estado marcado por una serie de contradicciones e irregularidades como han sido las acusaciones de fabricación de pruebas y de tortura por parte de los detenidos. Foto: SinEmbargo.

Lo cierto es que el Caso Wallace ha estado marcado por una serie de contradicciones, la mayoría de ellas exhibidas por el periodista Ricardo Raphael, quien ha dado cuenta cómo las dos versiones que difundió Isabel Miranda de Wallace —directora de Alto Secuestro, una organización que la acercó a Genaro García Luna y a los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón— no se han sostenido y pese a ello hay seis personas detenidas, cuatro de ellas ya con sentencia.

Brenda relató que fue implicada en el caso por el simple hecho de que en ese momento tenía una relación sentimental con Jacobo Tagle.

"Yo tenía poco de haber conocido a Jacobo Tale, empezamos a salir, es por él por el que a mí me empiezan a buscar, por ser la novia, por ser la pareja en ese momento, yo no tenía mucho en México. Yo estaba en ese tiempo con Jacobo. Estábamos creo que en Morelos de vacaciones. Me voy a casa de una tía y yo lo único que te puedo decir, pasó tiempo, estuvimos haciendo una estrategia con los abogados. Yo dije, 'me presento, no hay ningún problema, yo no tengo nada que ver. Y si él tiene algo que ver, pues que se presente’, ¿de qué están hablando?, que de una desaparición que de tal persona".

Brenda relató que tras las acusaciones en su contra decidió ocultarse debido a todas las violaciones que se estaban cometiendo contra las personas señaladas.

"Nos enteramos que habían recibido una notificación que se iba a presentar una de las personas implicadas. Esta persona se entrega voluntariamente con un amparo y con el amparo y todo lo llevan a Siedo, a los separos y lo golpearon y lo torturaron horrible. Mi mamá también sufrió en Siedo, la amenazaron de que no me iba a encontrar más que muerta, le quitaron cabello. Ellos que estuvieron ahí, vieron pues que no era en una cosa como de cooperación, más bien era una cacería ahí de brujas extraña. Yo lo veo así porque después de esto empiezan a salir espectaculares de todos pidiendo recompensa, casi casi vivos o muertos, sin ningún presunto o se busca. Ahora veo todas las violaciones que se cometieron en contra de nosotros. A mí me expusieron, y a todos, como secuestradores. Así era la leyenda, 'Secuestradora y asesina, se busca recompensa' con mi foto literal y mi nombre completo".

Quevedo comentó que luego de que el caso se difundiera en los medios de comunicación nacionales, decidió irse a Estados Unidos. Dos años mas tarde, en 2007, fue detenida por agentes del FBI por una supuesta falta migratoria.

—¿Usted siente que su caso, el caso en el que ha sido usted involucrada tiene detrás la mano del poder? —se le preguntó.

—Definitivamente, definitivamente es lo que yo quiero aclarar porque eran unas cosas impresionantes que yo vi cuando me detienen y me llevan a unas oficinas de inmigración. Para empezar me detienen el FBI, que pues sabemos que no había ninguna investigación en Estados Unidos como para que el FBI me detuviera. Llega inmigración, ya me detienen, me llevan a una cárcel de hombres. La primera cárcel que estuvo impactante para mí fueron desde ahí ya empezó mi Viacrucis, porque fueron tratos muy fuertes. La primera noche que pasé ahí fue una celda acolchada para los psiquiátricos, como era de hombres, pues me pusieron ahí mientras y con un blazer así de esos grandísimos.

Brenda Quevedo indicó que en Estados Unidos contrajo matrimonio con un ciudadano estadounidense, situación que le otorgó una protección por parte de las autoridades de este país. Sin embargo, debido a problemas personales, la pareja decidió divorciarse. Esto permitió a que en tan solo cuatro días, Brenda fuera extraditada.

"Paso allá más de un año, un poquito más. Yo en ese tiempo ya tenía una pareja, me casé con él, él era americano. También esto me ayudó como el acobijamiento de inmigración por el casamiento. Empezamos a tener problemas, ya después de un tiempo, hablo con el abogado 'habrá problemas si me divorcio de esto. Con que me vayan a a a regresar, a deportar'. 'No, no, lo tuyo ya está en Washington'. Me divorcio y a los 4 días me extraditaron. Llego a a México y desde el avión ya empiezo a ver como cosas extrañas, gente de Siedo. El juez de Estados Unidos concedió la extradición para que yo no hablara nada, ni me llevaran a Siedo por los antecedentes, nadie me podía hablar hasta que no estuviera enfrente un juez. Eso era la orden y ya mi abogada en ese me lo dijo".

La mujer denunció que desde el primer momento en México fue víctima de violencia y coacción por parte de las autoridades y de "ciertas personas"

"Desde ahí empezaron como este tipo de cosas, ahí no había violencia, no había coacción, no había nada. Se firman las actas, se va todo el mundo y me llevan por atrás a una oficina donde estaban, cierto, perdón, ciertas personas y y empiezan ahí a las amenazas y coacciones y todo."

En el caso de Brenda Quevedo, SinEmbargo ha dado cuenta cómo el Grupo de Trabajo de la ONU y el Instituto Federal de Defensoría Pública han documentado graves violaciones a las garantías del debido proceso, como la presunción de inocencia y el derecho a ser juzgada sin dilaciones indebidas.

El Grupo de Trabajo de la ONU detalló que el 27 de noviembre de 2009, Quevedo Cruz fue objeto de tortura y tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes en el Centro de Prevención y Readaptación Social “Santiaguito”, en Almoloya de Juárez, Estado de México “con el propósito de que confesará su participación en el delito acusado”.

De acuerdo con el testimonio de Brenda, los funcionarios que la torturaron, los cuales pertenecían a la entonces Procuraduría General de la República (hoy FGR), le dijeron que iban por órdenes de la señora Miranda de Wallace. Paradójicamente ese 2010, mientras Brenda era torturada, el expresidente Felipe Calderón le otorgaba el Premio Nacional de Derechos Humanos a Isabel Miranda, quien habría sido la autora intelectual de su tortura.

Isabel Miranda de Wallace, madre del empresario Hugo Alberto Wallace, secuestrado y asesinado en julio de 2005, colocaba anuncios espectaculares donde ofrecía una recompensa para quien proporcionara informes para encontrar a su hijo. Foto: Germán Romero, Cuartoscuro.

Una vida en la cárcel

A un año de haber salido de la cárcel para continuar su proceso en prisión domiciliaria, Brenda Quevedo mencionó que sigue tratando de adaptarse a una nueva realidad.

"Ha sido todo un proceso y tratando de adaptarme porque es una vida, casi fue la mitad de mi vida que me tuve que pasar en una prisión, en varias prisiones. Ahora sí que estar como en el momento malo con la persona equivocada."

Brenda recuerda cómo era su vida antes de haber señalada de cometer un crimen. Sus sueños, sus metas, los años que vivió en Londres.

"Tenía mi vida. Soy una persona que ha tenido sueños, que ha tenido ganas de superarse. Tengo una carrera universitaria. Vivía en Londres. Mis papás con esfuerzo y todo nos dieron educación, nos dieron una vida pues bien. No somos así mucho dinero, pero somos siempre tuvimos cosas de valores. Nos enseñaron este a respetar, a valorar, a creer en Dios, cosas que que cuando uno cae en esto dices, 'No conocía este lado de la moneda.' Este lado de la moneda en el que puedes perder todo de un día para otro y que nadie pareciera que te pueda ayudar, pierdes el respeto, la confianza en todo hasta en el gobierno, en las autoridades, en en las instancias. Fue una una desesperación yo creo para mí, para mi familia que eran los que se quedaron afuera peleando, luchando, tocando puertas, metiendo este demandas, cuando pasan lo de las torturas, todo esto. Entonces, ese caminar y ese transitar durante 18 años ha sido una cosa espantosa que si yo no lo vivo, no lo creo. No lo hubiera creído, es como una película de terror."

Brenda compartió que después de muchos años tiene la oportunidad de hablar con los medios sobre su caso y exponer, sin ningún tipo de temor, algún tipo de represalia en su contra.

"Los medios a mí me ocasionaban este descontento porque mi familia siempre trató de tocar puertas y pedir una oportunidad, pues para también hablar y decir que no tenemos nada que ver, que estaba pasando esto, que nos habían hecho esto y jamás nos dieron un espacio y quien medio se atrevía un poquito le iba como en feria porque este tipo de casos arrastraba con esos tentáculos a la gente que nos quisiera apoyar y les iba mal y era mal físicamente, amenazas, entraban a los departamentos, les volteaban todo, o sea, y era el mismo modus operandi."

Quevedo relató que ella y su familia fueron sentenciados por el Gobierno, la sociedad y los medios de comunicación mucho antes de ser siquiera juzgados por las autoridades.

"Qué equilibrio hubo siempre en favor de mucha gente y nosotros siempre esperando una oportunidad, quién nos dio un poquito de voz o nos dio un poco de presunción de inocencia, o sea, nosotros fuimos sentenciados antes de haber sido juzgados por medios, por el trato y hacían lo que querían con nosotros".

En entrevista con "Los Periodistas" Brenda Quevedo Cruz, señalada por su supuesta participación en el caso Wallace, relata los abusos sufridos durante estos años.
En entrevista con "Los Periodistas" Brenda Quevedo Cruz, señalada por su supuesta participación en el caso Wallace, relata los abusos sufridos durante estos años. Foto: SinEmbargo.mx

Brenda ahondó lo complicado que es cuantificar con palabras los daños y pérdidas que le ha dejado este proceso. Recalcó que ahora su único deseo es volver a vivir y tener la oportunidad de continuar con su vida alejada de prisión y juzgados.

"Yo creo que cuantificar pérdidas, híjole, no terminaría. Me permites así ponerlo en tu persona que te quitaran 18 años de tu vida. Que esto implicara aparte toda la gente que no conociste, que nació, la gente que se fue, que no pudiste decirles adiós, las oportunidades laborales que tenías a lo mejor con tu carrera, con tu trabajo, las oportunidades personales que no real realizaste, más emocionalmente el verte en espectaculares que destrozan tu valor moral y de los tuyos, ver las afectaciones de familias, de amistades, de gente que tuvo que alejarse, de gente que prefirió dejarnos porque éramos los apestados. ¿cómo le puedes poner eso un precio aunado a las torturas que me hicieron? Al abuso sexual en el que desgraciadamente tuve por las agresiones de gente del gobierno. No sé cómo ponerle todo lo que he perdido, aparte de la paz. Han sido pérdidas que no puedo cuantificar en en palabras. Yo la verdad, lo que quiero es volver a vivir, volver a tener una oportunidad para lo que pueda continuar mi vida ya lejos de juzgados, lejos de todo esto que me causó tanto daño y me laceró el alma así literalmente."

—¿Cuál sería su primera decisión una vez que sea como usted lo espera exonerada? ¿A dónde quiere ir por primera vez?

—Yo sueño con el mar. Eso es así mi más grande sueño. Yo siempre veía fotos así del mar y me imaginaba como esa libertad. Me gustaría mucho ir a la playa con mi familia, a mi hermano que se tuvo que ir de México, desde que todo esto empezó por los ataques, está en otro país y no lo he podido abrazar en más de 20 años mi más profundo deseo es abrazarlo y sentarme en una mesa con mi mamá, mi papá, mi hermano y sentirme de nuevo en esa vida que perdí. Yo creo que es eso es lo que más sueño. No sé, salir a un parque, abrazar un árbol, hace 20 años que no puedo ver un árbol o el pasto, la naturaleza que a veces uno lo da por hecho y hasta que pasan estas cosas le das el valor de una comida con tu familia, de ir al parque, de tomar el sol, de ir a la playa. Eso yo creo que es lo que más deseo.

Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado Gómez

Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado Gómez

Lo dice el reportero