Nicolas Sarkozy, quien siempre negó las acusaciones, calificó su caso como un “escándalo judicial” y una “humillación” para Francia.
MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS).- El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, entró en prisión este martes para cumplir una condena de cinco años de cárcel por los fondos recibidos para su campaña de manos del régimen de Muamar Gadafi, en una histórica jornada que, según el antiguo mandatario, derivó de un “escándalo judicial” que “humilló” a todo el país.
Sarkozy, el primer expresidente en ingresar a prisión, abandonó su vivienda a primera hora del día y recorrió, acompañado de su esposa Carla Bruni y de sus abogados, el camino que lo separaba de la prisión parisina de La Santé, a donde entró entre fuertes medidas de seguridad.
Sobre Sarkozy pesaba una condena de cinco años de cárcel por asociación ilícita. Aunque no era firme, el Juez dictaminó que debía entrar en prisión; sin embargo, sus abogados anunciaron ese mismo martes que habían presentado una petición para que pudiera permanecer en libertad provisional mientras se estudiaba su caso en segunda instancia.
El antiguo dirigente conservador siempre negó cualquier irregularidad y denunció una supuesta persecución política en su contra a través de los tribunales, argumentos a los que volvió a aferrarse en un comunicado publicado en sus redes sociales ese martes, en el que insistió en su supuesta inocencia.
— Nicolas Sarkozy (@NicolasSarkozy) October 21, 2025
“No es un expresidente de la República quien está siendo encarcelado esta mañana, sino un hombre inocente”, sostuvo Sarkozy, quien dijo sentirse víctima de un “escándalo judicial” y de un “calvario” iniciado hace más de una década. De hecho, tenía otros frentes judiciales abiertos, en uno de los cuales ya había sido condenado en firme por corrupción y tráfico de influencias.
Según Sarkozy, la causa que terminó llevándolo entre rejas partió de un documento falso y se resumía en “un caso de financiación ilegal sin fondos”. No obstante, instó a la ciudadanía a no tener “lástima” por él, sino por Francia, “que se ve humillada por la expresión de una venganza que ha llevado el odio a un nivel sin precedentes”.
“No tengo ninguna duda: la verdad triunfará. Pero el precio a pagar habrá sido demoledor”, destacó en su nota.
Apoyos políticos
El caso Sarkozy derivó en los últimos días en mensajes de apoyo de la clase política conservadora y también en simbólicos gestos por parte del Gobierno. El actual inquilino del Elíseo, Emmanuel Macron, recibió a Sarkozy el pasado viernes en la sede presidencial, en un gesto que describió como “normal” desde el punto de vista “humano”, con uno de sus predecesores.
Force à Nicolas Sarkozy, victime des Juges Rouges ! ✊🏻#Sarkozy pic.twitter.com/u9gdTmhsmV
— Bleu Blanc Rouge ! 🇫🇷 (@LBleuBlancRouge) October 21, 2025
El Ministro de Justicia, Gérald Darmanin, quien ya había anunciado que visitaría en algún momento a Sarkozy en la cárcel, defendió el papel de su Gobierno a la hora de garantizar la seguridad de un antiguo Presidente, dado que se trataba de un hecho sin precedentes.
“No afecta de ninguna manera a la independencia de los jueces, sino que se enmarca en el deber de vigilancia del jefe de la Administración que yo soy, responsable ante el Parlamento según el Artículo 20 de la Constitución”, aseguró el Ministro en X.




