Óscar Noé Medina González, mejor conocido como “El Panu”, a quien se le identifica como presunto integrante de "Los Chapitos", era buscado por la DEA, la cual ofrecía hasta cuatro millones de dólares por información para lograr su captura.
Ciudad de México, 23 de diciembre (SinEmbargo).- El hombre que fue asesinado al interior de un restaurante en Zona Rosa, en la capital mexicana, la noche del pasado domingo no era un hotelero de Mazatlán, Sinaloa, como se rumoró al inicio, sino Óscar Noé Medina González, alias "El Panu", quien formaba parte del Cártel de Sinaloa, específicamente de la facción de "Los Chapitos", y era uno de los capos más buscados por el Gobierno de Estados Unidos (EU).
El pasado 21 de diciembre, se registró un ataque armado al interior del restaurante Luaú, ubicado en la colonia Juárez, Alcaldía Cuauhtémoc, de la Ciudad de México (CdMx), lo que dejó como saldo un hombre sin vida, "El Panu", y otro más herido. Aunque en un inicio la pareja del hombre asesinado aseguró que éste era un empresario hotelero originario de Sinaloa, fuentes oficiales confirmaron a medios nacionales que en realidad se trata de un líder narcotraficante, por quien hay una recompensa de cuatro millones de dólares en EU.
Medina González, presunto jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán, hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias "El Chapo", se encontraba comiendo en compañía de su pareja, identificada como María José Rojo, y de un primo de ésta, quien resultó lesionado durante el ataque, el cual llevó a cabo un sujeto que ingresó al restaurante y disparó contra "El Panu" en, al menos, 10 ocasiones para después darse a la fuga en compañía de otro hombre.

Al parecer, los propios familiares de Medina González habrían confirmado la identidad del criminal, desmintiendo así la versión de Rojo de que se trataba de un empresario sinaloense. Incluso, el reportero Carlos Jiménez detalló que Guadalupe González, madre de "El Panu", fue quien ratificó que se trataba del narcotraficante, aunque aseguró que desconocía las actividades criminales a las que se dedicaba su hijo, ya que, sostuvo, ella trabaja en una granja en Durango.
Óscar Noé Medina González, “El Panu”, a quien se le identifica como integrante del Cártel de Sinaloa, era buscado por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), la cual lo acusa de ser el principal lugarteniente de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, por lo que ofrecía hasta cuatro millones de dólares (mdd) a quien brindara información para lograr su captura.
“Medina González supervisa a cada uno de los comandantes regionales de los ‘Chapitos’, quienes son responsables de la seguridad en sus áreas designadas de México, y a los pistoleros de los 'Chapitos', los sicarios, quienes se encargan de proteger las operaciones de tráfico de fentanilo de los 'Chapitos', asesinar a miembros de cárteles rivales”, entre otras tareas criminales.
“Se busca por las siguientes presuntas violaciones federales: empresa criminal continua (CCE), conspiración para la importación de fentanilo, conspiración para el tráfico de fentanilo, posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos, conspiración para poseer ametralladoras y dispositivos destructivos, y conspiración para el lavado de dinero”, se señala en la página de la DEA sobre “El Panu”.




