Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).– Satya Nadella dejó atrás los festejos por su recién ascenso como director ejecutivo de Microsoft para encarar decisiones difíciles.
El panorama que surge en la empresa no resulta agradable para los fanáticos de los juegos de video.De acuerdo con The Washington Post, "dos de los accionistas más influyentes de Microsoft” quieren acabar con el enfoque de Xbox para concentrarse en los primeros enfoques de la compañía: la venta de software para negocios.
Nadella pidió a Gates que dejara su posición de jefe de consejo para ayudarlo en productos y servicios, con esto puede decirse que el recién llegado CEO no piensa dejar morir a Xbox. Sin embargo, sería una forma muy positiva de ver estos cambios publicó el sitio especializado The Lazercast.
Mason Morfit, de ValueAct, es una nueva presencia a bordo del consejo, así como el que pidió a Steve Ballmer –antecesor de Nadella– que renunciara, y ahora quiere que Microsoft deje morir productos para sus consumidores.
En los últimos tiempos, ValueAct fue uno de los principales críticos de la estrategia actual de Microsoft y propone, entre otras cosas, extender Office a plataformas más allá de Windows, ocasionando cierta inestabilidad dentro de la compañía de la cual el comentarista Robert Bontempo, ha señalado. "Con la adición de Morfit ha habido gran tensión en la mesa directiva de la compañía", dijo el también profesor de la escuela de negocios de Columbia.
Sin embargo, Nadella lo señaló de manera más puntual en un mail de la compañía en el que dijo: "nuestra industria no respeta la tradición, sólo la innovación". una declaración que echa por la borda todo optimismo, sobre todo aquel por parte de los entusiastas de Xbox.
Es así que, de acuerdo con la opinión de inversionistas como Paul Ghaffari y el cofundador de Microsoft, Paul Allen, también Xbox debería ser descontinuado, ya que de acuerdo con el analista Rick Sherlund, sus ganancias son maquilladas con los números positivos de licencias de Android.
Todo esto sucede en un panorama en donde el año pasado las ganancias de Microsoft fueron redondearon una caída de dos años consecutivos, con 9.5 billones de dólares. Una cantidad muy por debajo de los 11.6 billones del 2012, y aún más de los 12.3 que se registraron en 2011. Una baja que presumiblemente es consecuencia de las escuetas ventas a consumidores.
Sin embargo, no sólo la consola estrella de Microsoft se convirtió en el talón de Aquiles de la compañía, de modo que las bajas ventas de Surface también contribuyeron en la perdida de 900 millones. Por su parte, Bing reportó una perdida de 1.3 billones de dólares el año pasado, lo cual representó una caída si se compara con los que se obtuvo en años pasados.
Todo parece indicar que Microsoft quiere volver al estereotipo que antes representaba, aquel del que Apple se burlaba en sus antiguos comerciales. Es así muy probable que, al dejar morir otros productos, transformarse de nueva cuenta en el oficinista insípido del ámbito de las tecnologías de la información es una consecuencia inevitable. Sin embargo, esto no lo que más le preocupa a los gamers, sino el hecho de que toda esta serie de cambios puede afectar la salud de la industria del videojuego.
