México, 6 Abr. (Notimex).- La poeta y educadora chilena Gabriela Mistral se mantiene viva en la mente de sus lectores, por poemas como “Desolación”, en los que reflejó un humanismo apasionado, un intenso poder emocional y una gran fuerza lírica, pero también por introducir el desgarro latinoamericano en Europa, en los albores del siglo XX.
Por ello, a 125 años de su nacimiento, que se cumplen mañana, la también ex diplomática será recordada con una serie de actividades realizadas por el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), destaca un artículo del portal “biobiochile.cl”.
Entre las actividades programadas por el centro que dirige Alejandra Wood, en la capital del país, destaca la puesta en escena de poesía y prosa “Batalla de sencillez” (4, 18 y 25 abril), que será protagonizada por Iseda Sepúlveda, quien también se sumará al ciclo de conversaciones “Encuentros Mistralianos” (8, 15, 22 y 29 abril).
La temática de estos encuentros, en los que también participarán el Colectivo Atrapa Cuentos y la documentalista María Elena Wood, ahondará sobre la vida y trayectoria de la escritora.
El ciclo terminará con las “Lecturas de Gabriela Mistral” (7, 17, 21 y 28 abril), en las que se profundizará sobre la obra de la poeta, a lo largo de cuatro sesiones, en las que se llevará a cabo la reflexión y el intercambio de ideas con el público.
Lucila Godoy, mejor conocida como Gabriela Mistral, nació el 7 de abril de 1889, en la ciudad de Vicuña, Chile. Sus padres fueron el profesor Juan Jerónimo Godoy y la modista Petronila Alcayaga.
Mistral escribió sus primeros poemas a los 13 años y poco después dejó la escuela, comenzando su formación autodidacta como poeta.
Influenciada por su padre y hermanastra, con temprana vocación por el magisterio, llegó a ser directora de varios liceos, señala el sitio “buscabiografias.com”.
En 1904 colaboró en el periódico "Coquimbo", de La Serena, usando los seudónimos de "Alguien", "Soledad" y "Alma". Tres años más tarde, escribió para los periódicos "La Voz de Elqui" y "La Reforma".
Un año después figuró en la antología "Literatura Coquimbana" de Carlos Soto Ayala, mismo que le dedicó un estudio y seleccionó tres prosas poéticas de la autora: "Ensoñación", "Junto al mar" y "Carta íntima", destaca la misma fuente.
En los “Juegos Florales” de 1914, una antigua celebración primaveral de la Universidad de Chile, la escritora recibió la más alta distinción literaria con “Los sonetos de la muerte”. Fue entonces cuando comenzó a usar el seudónimo Gabriela Mistral.
En 1922, publicó la primera edición de su poemario “Desolación” y visitó México, invitada por el gobierno, para colaborar en la Reforma Educacional.
Dos años después viajó por primera vez a Europa y Estados Unidos, dando inicio a una vida itinerante, abunda por su parte el sitio “literatura.about.com”.
En 1925 dejó la enseñanza y, tras actuar como representante de Chile en el Instituto de Cooperación Intelectual, inició en Génova su carrera consular en 1932, cuando la nombraron Cónsul Particular de libre elección.
A partir ese momento, su carrera la llevó a conocer varios países como España, Brasil, Portugal, Estados Unidos y Guatemala.
Dos años después, Gabriela Mistral Ganó el Premio Nobel de Literatura, con el cual Chile reconoció su aportación literaria en 1951, galardonándola con el Premio Nacional de Literatura en Chile. Más tarde, fue nombrada cónsul de Nueva York.
La reconocida autora falleció, después de una larga enfermedad, el 10 de enero de 1957, en un hospital de Hempstead, Nueva York.
Sus restos fueron enterrados en Montegrande, en Chile. Según su testamento, donó los derechos de sus obras, que se publiquen en Sudamérica, a los niños del mismo lugar donde descansan sus restos.
Su poesía ha sido traducida al inglés, francés, italiano, alemán y sueco, y la crítica especializada la considera muy influyente en la obra creativa de muchos escritores latinoamericanos posteriores, como Pablo Neruda (1904-1973) y Octavio Paz (1914-1998).
