
Ciudad de México, 16 de enero (SinEmbargo).- A lo largo de la historia la humanidad se ha adaptado a constantes cambios marcados sobre todo por el cambio climático. Sin embargo, un cambio importante también se dio a partir de que la alimentación incluyó de manera cada vez más frecuente la levadura contenida en algunos alimentos y, por supuesto, muchas bebidas alcohólicas: las pequeñas criaturas que entonces vivían dentro de aparatos digestivos humanos se adaptaron a ello. Así, de acuerdo con una investigación reciente, ciertas especies de bacterias que actualmente habitan de manera normal en los intestinos de las personas tienen los genes para ayudar a digerir la levadura.
En un mundo en el que productos como la ya mencionados forman parte habitual de la dieta diaria, pareciera poca cosa. No obstante, digerir levadura no se trata de un asunto cualquiera. La levadura está rodeada por una estructura difícil de asimilar llamada una pared celular. Sin embargo, las bacterias intestinales comunes llamadas Bacteroides thetaiotaomicron son capaces de abrirse camino a través de un carbohidrato complejo, llamado alfa-manán, que investigadores encontraron presente en las paredes celulares de pan y la levadura de cerveza.
Un equipo de biólogos y químicos procedentes de la Universidad de Newcastle y de la Medical School en la Universidad de Michigan dirigió el estudio en el que realizaron el cultivo de diferentes especies de bacterias intestinales en un laboratorio y las alimentaron sólo de manán hecho de levadura. De acuerdo con el equipo, las bacterias que no murieron debieron haber sobreviviendo con esta alimentación. Así mismo, otras pruebas revelaron el complejo proceso químico que estas bacterias utilizan para descomponer el alfa-manán, una molécula que muy pocos micoorganismos son capaces de digerir, según publicó Nature.
El estudio es una señal de que los alimentos fermentados –incluyendo el pan y la salsa de soya, además de bebidas alcohólicas– alteraron nuestra biología o al menos la biología de los seres microscópicos que viven en constante contacto con los seres humanos. La vida en el intestino humano no siempre es fácil. Sin duda, en las sociedades industrializadas se da como un hecho incuestionable la llegada de alimentos al organismo, pero es tal la variedad de las comidas que es difícil para cualquier criatura digerir todo.

El microbioma humano, también conocido como microbiota normal o flora microbiana normal es el conjunto de microorganismos que se localizan de manera normal en distintos sitios del cuerpo humano. Puede definirse como los microorganismos que son frecuentemente encontrados en varias partes del cuerpo, en individuos sanos. Dicho conjunto se encuentra en relación simbiótica comensal con el hospedador, obteniendo ambos ventajas recíprocas. Así, el papel de estos microorganismos es ayudar en la digestión de los alimentos, producir vitaminas y proteger contra la colonización de otros microorganismos que pueden ser patógenos.
Antes de la invención de los alimentos y las bebidas fermentadas, sólo se encontraron en contadas ocasiones alfa-manáns en las bacterias del intestino humano. Aquellos en los que se descubrió esta proteína, por otra parte, recibieron un impulso tan pronto que la gente comenzó a consumir pan y cerveza todo el tiempo.
De esta manera, la investigación señala que las bacterias que se desarrollaron para ayudar a digerir la levadura que le da a la cerveza y al pan sus características burbujas podrían apoyar el desarrollo de nuevos tratamientos para ayudar a las personas a combatir infecciones por hongos y enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn, publicó el sitio Bioscience Technology.
Por otra parte, el estudio muestra cómo los microbios en el tracto digestivo humano han aprendido a desentrañar la difícil descomposición de los carbohidratos complejos que constituyen la pared celular de la levadura.
Así mismo, afirman que la evolución durante los 7 mil años que la humanidad ha estado comiendo comida y bebida fermentada, se debe a la capacidad de una bacteria intestinal común llamada Bacteroides thetaiotomicron, la cual se encuentra se manera casi exclusiva en el intestino humano y cuya función es la de degradar las levaduras.




