Miguel Ángel Mancera Espinosa llegó a su Cuarto Informe de Gobierno con diferencias serias con el Presidente Enrique Peña Nieto y presionado por su vecino, el también priista Eruviel Ávila Villegas, Gobernador del Estado de México. El Ejecutivo federal propuso un recorte de 95.25 por ciento al presupuesto de la capital del país en 2017, respecto a lo asignado en 2016, y el Jefe de Gobierno expresó su malestar por lo que considera “es un ataque” contra los habitantes de la Ciudad de México. Además de este dolor de cabeza, Mancera Espinosa llega a esta instancia con su popularidad abollada: los habitantes de la urbe le reclaman el crecimiento de la inseguridad y también el deterioro en el transporte público, entre otros rubros.
Ciudad de México, 18 de septiembre (SinEmbargo).– “Cuatro años. Por ti” es la campaña de Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, en el marco de su Cuarto Informe de Gobierno, realizado el sábado pasado. En la propaganda, difundida en radio, televisión, redes sociales, espectaculares y otros impresos, el mandatario agradece a los capitalinos “por su confianza”, sin embargo, sólo el 32 por ciento aprueba su gestión.
En los últimos meses, Mancera Espinosa, quien ya dejó claras sus aspiraciones presidenciales, se ha enfrentado a los gobiernos priistas de Eruviel Ávila Villegas, mandatario del Estado de México, y del Presidente Enrique Peña Nieto. El choque con el primero derivó de las contingencias ambientales que en marzo pasado afectaron la zona metropolitana del Valle de México.
De ahí devino la fractura con el Gobierno federal. Incluso, el propio Mancera Espinosa le pidió al Presidente de la República que frenara los ataques a la Ciudad de México por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). Después expuso su preocupación por el recorte presupuestal para la capital del país, siendo esta la gota que derramó el vaso.
Aunque 2016 no ha sido “trágico” para el perredista, tampoco se puede decir que es su mejor año. Mancera Espinosa se sigue enfrentando a las críticas por la inseguridad que azota a la Ciudad de México, la represión sobre los manifestantes, la gestión de los integrantes de su gabinete, su declaración patrimonial, la reducción de programas para apoyos económicos y sociales, el transporte público… y una serie de pendientes que ponen al Jefe de Gobierno entre el repudio y la sobrevivencia.
RECORTE AL PRESUPUESTO DE LA CDMX
El pasado 8 de septiembre, el nuevo titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade Kuribreña, entregó, con una gran sonrisa dibujada en su rostro, el presupuesto para el ejercicio fiscal 2017, en el que se plantea un recorte al gasto programable de 239 mil 700 millones de pesos, con respecto al monto presentado en 2015.
En el Proyecto de Egresos de la Federación (PEF), la capital del país pasó de recibir 9 mil 053 millones en 2016 a los 431 millones de pesos que propone ahora el Gobierno federal, es decir, una reducción del 95.25 por ciento.
De acuerdo con ese documento, la ciudad más poblada del país del dejará de recibir dinero de los fondos de capitalidad, de fortalecimiento de infraestructura y para la accesibilidad de personas con discapacidad. También de los rubros para proyectos de desarrollo regional, de Cultura, para Ciudades Futuro, para la ampliación de la Línea 12 del Metro y para la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
La afectación financiera recaería fuertemente en el subsidio para administrar el agua residual y potable, y los subsidios agrícolas, donde la SHCP propuso un recorte de cerca del 70 por ciento. Además tocó a las instituciones de cultura, que recibirían 19 millones de pesos menos, de los 34 millones que ya se les destinaban.
Por eso no es de extrañarse que Miguel Ángel Mancera no sólo esté preocupado, sino molesto, pues después de haberle pedido al titular del Ejecutivo federal que frenara los ataques a la Ciudad de México, el Gobierno federal “incumplió con los compromisos establecidos”, y esto le hace más difícil recuperar la confianza de los capitalinos.
LA POPULARIDAD DE MANCERA
Sólo el 32 por ciento de los capitalinos aprueba la gestión de Miguel Mancera, y si el mandatario se lanzara hoy por la Presidencia del país, el 70 por ciento no votaría por él, según una encuesta realizada por el diario Reforma en agosto pasado.
Los rubros peor calificados de la gestión del perredista son combate a la corrupción, marchas y bloqueos, combate al narcotráfico, empleo, comercio ambulante, seguridad pública y educación. En todos estos casos el nivel de desaprobación es de 60 a 80 por ciento.
El Gobierno de Mancera Espinosa ha sido duramente criticado por negar la presencia de cárteles aún cuando la violencia en la capital del país registró un repunte del 424 por ciento con respeto a 2012, cuando asumió la jefatura.
Hasta julio de este año, la “Ciudad con Ángel” sumaba 524 homicidios dolosos, 33 más que los registrados en el mismo periodo de 2015, siendo mayo el mes más violento con 81 asesinatos, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
El balance de Semáforo Delictivo arrojó que de los homicidios registrados este año en la Ciudad de México, 45 corresponden a “ejecuciones relacionadas con el crimen organizado”. Con estas cifras, la capital del país alcanzaría el mayor número de ejecuciones violentas en los últimos 18 años.
Otro de los rubros en los que el Gobierno capitalino se estancó fue en el transporte público. En abril pasado, en medio de las contingencias ambientales, Mancera Espinosa anunció la puesta en marcha de cinco trenes rehabilitados en la terminal El Rosario del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, así como la salida de los microbuses, que serían sustituidos por unidades ecológicas y para lo que solicitó al Gobierno federal un presupuesto de mil millones de pesos.
La encuesta de Reforma también incluyó la Línea 12 del Metro, en la que el 57 por ciento de los capitalinos duda que en noviembre esté lista y en funcionamiento, tal como lo afirmó el mandatario local.
El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) acusó al Jefe de Gobierno capitalino de utilizar el programa de empleo temporal con fines electorales, pues, aseguró, contrató a 40 mil personas, a quienes les pagaría 4 mil pesos durante cuatro meses para que promovieran el voto del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en las elecciones del pasado 5 de junio para la Asamblea Constituyente, el mayor logró, quizá, que ha tenido la Ciudad de México durante la administración de Miguel Mancera.
Aunque el Jefe de Gobierno inunde la Ciudad de México, las planas de los principales periódicos y las redes sociales con spots en los que le asegura a los capitalinos que por ellos “sigue adelante” y “nunca está solo”, Miguel Ángel Mancera se enfrenta no sólo a las demandas por las promesas que ha acumulado durante estos cuatro años, ahora también debe hacer frente a las disposiciones de Peña Nieto y a los institutos políticos que están ganando fuerza mientras el suyo se hunde.
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