La revelación de que la organización secreta El Yunque busca controlar las universidades católicas del mundo desató una crisis al interior de la Academia Internacional de Líderes Católicos, que ahora pretende imponer a periodistas y medios de comunicación una censura sobre Rodrigo Guerra López, secretario de la Pontificia Comisión para América Latina y uno de los artífices de este plan.
Ciudad de México, 29 de marzo (SinEmbargo).- La conjura de la organización secreta El Yunque para controlar las universidades católicas del mundo metió en una honda crisis a la Academia Internacional de Líderes Católicos con la renuncia de varios de sus integrantes y de su fundador, José Antonio Rosas Amor, por oponerse de manera pública a ese plan, pero la cúpula de la institución laica vinculada a la Iglesia deslindó a uno de los imputados, el mexicano Rodrigo Guerra López, sólo por revelar “haber sufrido indecibles vejaciones, abuso físico y de conciencia por parte de algunos miembros” de ese grupo de ultraderecha del que fue dirigente y al que asegura ya no pertenece.
La revelación de la conjura de El Yunque que hizo SinEmbargoMX, el 17 de marzo, sacudió a la iglesia católica, porque se tramó mientras el Papa estaba convaleciente y porque forma parte de un proyecto conservador que se opone a la teología progresista de Francisco, a quienes miembros de esa organización y sus aliados desprecian, incluido el Presidente Javier Milei, quien lo llama “el maligno”.
Luego de el reportero detalló el plan de El Yunque para que Emilio Baños Ardavín, el rector de la UPAEP, que fundó El Yunque en 1973, ocupe la presidencia de la Organización de las Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (Oducal), en junio, y el costarricense Fernando Sánchez Campos la Federación Internacional de Universidades Católicas, en julio, Rosas Amor hizo público un comunicado para manifestar su rechazo y revelar que, en septiembre del año pasado, él mismo le reclamó personalmente a Guerra López que usara en ese proyecto a la Academia Internacional de Líderes Políticos, de cuyo Consejo Directivo es integrante en su calidad de secretario de Comisión Pontificia para América Latina, y hasta renunció a su cargo de director general de la misma en protesta.
“La Academia de Líderes Católicos no es El Yunque: Ni ayer ni hoy ni nunca”, tituló el fundador del organismo que forma a laicos para la participación política, y reveló que él conoció a Rodrigo Guerra y Baños Ardavín en El Yunque: “En el caso de Rodrigo Guerra, se supone que dejo de pertenecer a El Yunque y quiero pensar que efectivamente sea así; imagino que seguramente habrá informado a sus superiores de su antigua pertenencia al Yunque. Es una obligación moral que tenemos quienes pertenecimos en el pasado a un grupo tan problemático y conflictivo como el que se señala”.
Rosas Amor hizo este pronunciamiento luego de que el presidente de la Academia Internacional de Líderes Católicos Rocco Buttiglione, envió una carta a SinEmbargoMX para negar que el organismo y él participen en el proyecto de El Yunque y después anunció que convocaría al Consejo Directivo a revisar la conducta del fundador.
El viernes sesionó el Consejo Directivo integrado, entre otros, por Miguel Ángel Rodríguez, expresidente de Costa Rica y el estadounidense Mario Paredes, así como los cardenales Christophe Pierre y Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México y uno de los jerarcas de la iglesia que apoyan a la organización de El Yunque, como su antecesor, Norberto Rivera Carrera, muy amigo de Rodrigo Guerra López cuando fue líder juvenil de esa organización secreta.
Ya no participaron en la sesión del Consejo Directivo por haber renunciado Enrique Iglesias, exdirector del Banco Interamericano de Desarrollo, la teóloga colombiana Liliana Franco y el exministro boliviano Luis Enrique García Rodríguez, pero ese organismo abordó el plan de El Yunque para apoderarse de las universidades católicas y, en un comunicado, lamentó “profundamente que situaciones internas hayan trascendido al ámbito público, debilitando la imagen y unidad de la Academia”, por lo que aceptó la renuncia irrevocable del fundador, José Antonio Rosas Amor, cuyas disculpas por la forma en que denunció la trama de la organización secreta.
También informó que, “en el contexto más amplio de las tensiones recientes”, los consejeros revisaron la actuación de Guerra López y lo deslindó de participar en el plan de El Yunque.
“Tras evaluar los elementos disponibles, se constata la ausencia de pruebas que sustenten las acusaciones sobre una supuesta pertenencia actual al Yunque o la utilización de dicha filiación como estrategia de influencia eclesial. Así mismo, hemos conocido antecedentes muy personales del Sr. Rodrigo Guerra López, que lleva al Consejo a respaldar la honorabilidad y buena fe del Dr. Guerra, reconociendo su trayectoria intelectual y eclesial al servicio de la Iglesia”, dice el comunicado.
Y añade: “Particularmente significativo ha sido que el Dr. Rodrigo Guerra López ha compartido a los miembros del Consejo la experiencia de haber sufrido indecibles vejaciones, abuso físico y de conciencia, por parte de algunos miembros del Yunque y haber enterado a la autoridad eclesial competente”.
Sin dar detalles de tales “vejaciones” ni quiénes de Él Yunque fueron los autores de las mismas y sin aclarar si sigue siendo militante de la organización secreta, el comunicado pretende imponer a periodistas y medios de comunicación una censura sobre Guerra López: “Dada la naturaleza de estas vejaciones, invitamos a todos los medios de comunicación a retirar cualquier información que difame y/o calumnie al distinguido miembro de la Academia, que merece el mayor de los respetos en su dignidad y en su intimidad, y a no continuar con campañas de desprestigio a su persona. Quien con conocimiento de estos hechos exhibe públicamente a una víctima de violencia, falta gravemente a su dignidad y a sus derechos fundamentales”.
En el comunicado se defiende al presidente de la Academia Internacional de Líderes Católicos, político italiano conservador que fue asesor de Juan Pablo II:
“Nos entristece que también la honorabilidad de Rocco Buttiglione haya sido puesta en cuestión. El Consejo Directivo se encuentra actualmente evaluando el futuro de la Academia y los pasos a seguir para asegurar que continuemos fieles a nuestra misión: acompañar y formar a quienes desean profundizar en su conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia y descubrir su vocación de servicio público”.
