El amor y hasta la pasión por la naturaleza encarnada en el chile brotan en muchas dimensiones de la vida mexicana. Su especificidad como planta se despliega en todo el país y en diversas formas; sus atributos gastronómicos, como especie o como alimento delicioso, como uso medicinal o en los ritos contemporáneos y pasados en diversas comunidades que forman parte de nuestro mosaico cultural.
Por Marta Cecilia Preciado Suárez
Ciudad de México, 1 de junio (SinEmbargo).- La revista-libro El chile: euforia y sutileza, no. 136. Nos ofrece de forma concreta e informativa un viaje que va desde: el posible origen del chile, su distribución alrededor del mundo, hasta la ritualidad e inspiración artística que gira en torno al condimento. ¿Qué sería de una buena salsa, un rico mole o un exquisito guisado sin el chile? Este elemento que, además de dar picor al platillo, también realza los demás sabores que lo conforman. Como mexicanos nos extrañaría su ausencia, ya sea como condimento o complemento, pues, al fin y al cabo, el chile es el sello de identidad y principal ingrediente de la comida mexicana.
Si bien, la gastronomía mexicana se destaca por el manejo e incorporación de ingredientes prehispánicos, como el chile, no es la única cocina que emplea este elemento. El condimento picante alcanzó los territorios de España, Corea, China, India e incluso África, gracias al intercambio de mercancía entre países. Pues debido a su picosidad junto con los matices que proporciona a la comida, el chile alcanzó terreros del otro lado del Atlántico.
Pero ¿acaso el chile se limita a ser sólo un emblemático ingrediente en la cocina? En la revista-libro El chile: euforia y sutileza revelan datos interesantes del condimento mencionado, exponiendo la otra faceta del chile que no es el ámbito culinario, pues también se explora en el área de la medicina con sus propiedades y uso en la cultural con los ritos.

Más que un condimento alimenticio
Como se mencionó previamente, el chile tiene otras utilidades fuera de la cocina, por ejemplo, en el área de la medicina y la cultural. En aquellos tiempos en los que la ciencia no era tan avanzada como ahora, se descubrió que gracias al consumo de este producto, los marineros que transportaban este alimento por el mar lo comían y, sin saberlo, prevenían el escorbuto, un mal común que padecían por la falta de vitamina C. En las páginas de la revista-libro, destaca un estudio del fisiólogo Albert Szent que señala que el chile posee más vitamina C que la naranja gracias a sus compuestos principales: el capsinoides y el capsaicinoides.
Otro ejemplo de su uso medicinal es en China, que lo integran en su medicina tradicional como remedio para el mal flemático, -la alteración del temperamento y funcionamiento de algún órgano-. En la medicina oriental se cree que el chile al ser un elemento caliente y picante estimula la circulación sanguínea, la digestión -quema grasa- y aleja las energías negativas estancadas.
Además de la medicina, el chile también está presente en los ritos y costumbres. Por ejemplo, en la India los amarran junto con un limón y los cuelgan en las puertas de sus hogares, pues creen que alejan el “mal de ojo”. En el estado de Guerrero, México, los Tlapanecos recolectan el chile chiltepín para hacer el caldo de penitencia. Según ellos, aquello los limpiaba de sus errores y se consumía por las autoridades cuando se instalan en el poder.
Otro ejemplo es en las comunidades otomíes, en concreto los chamanes, que tienen un vínculo ancestral con el chile, pues además de contener con los espíritus de aquellos que no están en el plano terrenal representa la relación del hombre con lo divino.

Final del viaje picoso
Tenemos arraigado, desde tiempos prehispánicos, el usar el chile en las áreas ya mencionadas, aunque en otras como es en las guerras fue utilizado como arma o como correctivo de infantes al quemarlos y generar humo. No cabe duda que saber la importancia de un producto, nos ayuda a apreciarlo y preservarlo para las próximas generaciones. Más allá de la cocina, los ritos, la inspiración artística o medicinal, el chile es un alimento que ha estado con nosotros desde hace ocho mil años ofreciéndonos sus beneficios. Convirtiéndose en un representante más para nuestro país, como parte de nuestra identidad y rutina del día a día, así lo describe la frase:
"Un día sin comer chile, es como un día sin sol".




