El estado de Utah podría convertirse en el primer laboratorio de la polémica estrategia de Donald Trump contra las personas sin hogar. Las autoridades locales planean levantar un complejo que prevé internamientos forzosos y tratamientos obligatorios para quienes padecen adicciones o enfermedades mentales.
Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).- Los planes de Donald Trump por encerrar a miles de personas sin hogar que viven en las calles podrían estar a punto de cumplirse. Uno de los primeros estados que ha comenzado a materializar la visión del Presidente estadounidense y su abierto rechazo a la gente en situación de calle, es Utah, en donde las autoridades locales planean construir un campo en donde ubicarán hasta a mil 300 personas, en lo que ha sido descrito como un centro de servicios por sus partidarios y como un campo de detención por sus críticos.
Los planificadores del proyecto afirman que el sitio tratará las adicciones y las enfermedades mentales, y proporcionará una alternativa humanitaria a las personas en situación de calle.
También prometen medidas severas para trasladar a las personas sin hogar al lugar, que estará ubicado a las afueras de Salt Lake City, y obligar a muchas de ellas a someterse a tratamiento, lo cual ha sido considerado por analistas como un reflejo de lo que el Gobierno de Trump pretende tratar el tema de la falta de vivienda. Los planificadores afirman que el centro también albergará a cientos de personas sin hogar con enfermedades mentales bajo internamiento civil ordenado por un tribunal, e incluirá un centro de atención para personas con adicciones.
Ante la prohibición de dormir al aire libre, una gran cantidad de personas sin hogar podrían considerar ingresar de manera voluntaria a este campo para evitar la cárcel.
A pesar de que la iniciativa de construir un campo que acoja a las personas sin hogar fue impulsada antes del regreso de Trump a la presidencia, esta refleja su promesa de trasladar a las personas sin hogar de los centros urbanos a “ciudades de tiendas de campaña” con servicios. La propuesta ha tomado celeridad luego de que Trump emitiera una orden ejecutiva que sanciona a quienes acampen en la calle y amplia las facultades para brindar tratamiento involuntario a las personas sin hogar.
Desde sus días de campaña, Trump acusó a las personas sin hogar de convertir las grandes ciudades en “pesadillas insalubres” y prometió “utilizar todos los medios necesarios para sacar a las personas sin hogar de las calles”. El entonces candidato señaló que el gobierno destinaría grandes extensiones de terreno a bajo costo donde las personas con trastornos mentales graves “puedan ser reubicadas y sus problemas identificados”.
Se estima que el campo de detención para personas sin hogar de Utah esté listo para finales de 2027.

La orden ejecutiva de Trump
El pasado mes de julio, el Presidente Donald Trump firmó un decreto que permite a las autoridades locales desalojar, sin ningún tipo de impedimento, a personas sin hogar de las calles.
El decreto instruye a Pam Bondi, Secretaria de Justicia, a “revertir precedentes judiciales y poner fin a los decretos de consentimiento” que limitan la capacidad de las jurisdicciones para reubicar a personas sin hogar. También destina recursos federales para que las personas que son afectadas con esta orden sean trasladadas a instalaciones de rehabilitación y tratamiento de adicciones.
La resolución también ordena al secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy; al secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Scott Turner; y al secretario de Transporte, Sean Duffy agilizar la financiación federal a estados y municipios que tomen medidas contra el consumo abierto de drogas ilícitas, la acampada urbana, el merodeo y la ocupación ilegal, y para rastrear la ubicación de delincuentes sexuales.
Donald Trump sugirió que el decreto representa un enfoque de sentido común al problema de la falta de vivienda en el país.
“Justo afuera había algunas carpas, y las están quitando ahora mismo, no se puede permitir eso, especialmente en la ciudad de Washington. Hablo con la alcaldesa sobre esto todo el tiempo, le dije que tiene que quitar las carpas”, dijo Trump a un reportero en la Casa Blanca. “No podemos permitirlo; los líderes vienen a verme para negociar acuerdos comerciales de miles de millones y hasta billones de dólares, y hay carpas afuera de la Casa Blanca, no podemos tener eso. No suena bien”.

Tras darse a conocer, defensores de las personas sin hogar condenaron el decreto, con el argumento de que podría empeorar la situación. La Alianza Nacional para Acabar con la Falta de Vivienda, una organización dedicada a la prevención y erradicación de la falta de vivienda en Estados Unidos a través de la promoción de políticas, la investigación y la asistencia técnica a comunidades locales, afirmó que la orden desmantelaría los cimientos de la respuesta a la falta de vivienda y deshumanizaría aún más a las personas sin hogar.
“La orden impondría una multitud de políticas y prácticas perjudiciales, ineficaces y obsoletas para abordar la falta de vivienda. Estas incluyen ataques a Housing First, llamamientos a la institucionalización forzada y la eliminación de protecciones fundamentales de la privacidad para las personas sin hogares”, mencionó.
De acuerdo contados federales, el número de personas sin hogar en Estados Unidos aumentó casi un 60 por ciento en la última década debido a factores como el aumento descontrolado en el precio de las rentas, la falta de tratamiento de enfermadles mentales y el incontrolable abuso de sustancias. A medida que aumentaban los campamentos improvisados y el consumo de drogas al aire libre, también crecían las demandas de prohibición de acampar.
Aunque Utah parece el ejemplo más claro de lo que Trump tiene en mente, otras comunidades han comenzado a realizar amenazas de arresto para trasladar a las personas sin hogar a zonas designadas.
Uno de los ejemplos mas conocidos fue el de Nueva Orleans, pues mientras se alistaba para recibir el Super Bowl este año, la policía del estado trasladó a más de 120 personas del centro de la ciudad a un almacén remoto que se convirtió de manera improvisada en un refugio durante tres meses.

En San Diego también está prohibido acampar en la calle y se castiga con arresto. Además, se han habilitado dos zonas de acampada con un total de 800 camas como alternativa a dormir en la calle. Sin embargo, defensores de las personas sin hogar han denunciado condiciones inhumanas en estos lugares, en donde se han encontrado ratas, moho y existe el riesgo de incendios e inundaciones.
Ante la preocupación de que la falta de vivienda afecte negativamente al turismo, en Las Vegas, se construye un complejo para personas sin hogar con un costo de 200 millones de dólares, financiado en parte por la industria de los casinos. El complejo ofrecerá 900 camas en 10 hectáreas con servicios integrales y coincide con la entrada en vigor de nuevas prohibiciones de dormir en la vía pública, pena que se castiga hasta con 10 días de cárcel.



