La cantante es reconocida por ser defensora de los derechos de la comunidad LGBTQ+ y su rechazo a las políticas de deportación de Estados Unidos.
Por Julianis Caldera Torres
Los Ángeles, 4 de diciembre (LaOpinión).- La Casa Blanca defendió su política migratoria de Estados Unidos (EU) tras la crítica de Sabrina Carpenter por el uso de su canción “Juno” en un video oficial difundido en redes sociales. El incidente se volvió tendencia como una de las polémicas entre celebridades y el gobierno que mayor atención generó esta semana.
En declaraciones a Newsweek, la portavoz Abigail Jackson afirmó que la administración no se disculpará por deportar a “peligrosos asesinos ilegales, violadores y pedófilos”, vinculando el mensaje con la letra del sencillo “Manchild”. La respuesta se convirtió en un ejemplo de retórica política directa, y de tensiones entre la Casa Blanca y artistas pop.
La controversia se suma a una larga lista de críticas sobre el uso político de música en campañas y gobiernos. En meses recientes, la Casa Blanca ha empleado temas de artistas que públicamente rechazan al Presidente, reforzando el debate sobre derechos de autor en contenido político, y sobre la relación entre cultura pop y decisiones gubernamentales.
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— The White House (@WhiteHouse) December 1, 2025
El video oficial mostraba escenas de operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) con detenciones en medio de la intensificación de las deportaciones masivas ordenadas por Trump, mientras sonaba “Juno”. Carpenter calificó la publicación como “malvada y repugnante”, insistiendo en que no quiere que su imagen sea asociada con la aplicación de leyes migratorias o con campañas políticas oficiales.
Escalada de tensiones entre música pop y uso político en redes
Carpenter expresó en X que no aceptaba que su trabajo fuera utilizado para promover lo que describe como intereses “inhumanos”. La crítica se viralizó entre seguidores preocupados por los alcances del ICE en Estados Unidos y por el uso de artistas como herramientas políticas en contenido digital gubernamental.
La cantante ha abordado temas políticos en el pasado. Tras la victoria de Trump en noviembre, envió un mensaje a sus fans lamentando la situación del país, lo que fortaleció su imagen como figura activa en debates sobre derechos sociales y movilización juvenil en política. Billboard destacó su postura como parte de la participación de artistas en discusiones nacionales.

Carpenter también es defensora de los derechos LGBTQ+, reforzando acciones mediante presentaciones en vivo y mensajes públicos. Durante su actuación en los VMAs, sus bailarines portaron carteles con consignas como “Protejan los Derechos Trans”, que se convirtieron en un símbolo de activismo en la música pop y de visibilidad para la comunidad transgénero.
En una historia de Instagram, pidió a sus seguidores donar al Centro Nacional de Leyes de Inmigración en medio de los operativos federales, lo que posicionó a la artista dentro del activismo contra las deportaciones y del movimiento a favor de reformas migratorias en Estados Unidos. Teen Vogue destacó su participación como parte de esta tendencia digital.
La exfiscal federal Joyce White Vance elogió la respuesta de Carpenter, calificándola como un “manejo perfecto”, mientras el periodista Yashar Ali señaló que la Casa Blanca utiliza con frecuencia canciones populares gracias a funciones de Instagram. Este énfasis reavivó el debate sobre estrategias digitales políticas y campañas gubernamentales en redes sociales.
La Casa Blanca no retiró la publicación pese a la crítica pública, consolidando el caso como una nueva confrontación entre gobierno federal y artistas influyentes, en medio de crecientes tensiones sobre comunicación política y cultura pop.




