Espejos de agua reflejan vida en Texcoco, después de una era de destrucción ¬ PARTE 1

24/12/2025 - 10:07 pm

El equipo de SinEmbargo visitó la zona donde se construiría el Nuevo Aeropuerto Internacional de México. Los periodistas Alejandro Páez y Álvaro Delgado recorrieron parte del Lago de Texcoco que poco a poco comienza a nutrirse del agua y en donde también ya es posible ver a muchas especies de aves migratorias.

Ciudad de México, 24 de diciembre (SinEmbargo).- El Lago de Texcoco, ese espacio donde alguna vez se proyectó levantar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), está renaciendo. El territorio que fue concebido por los gobiernos neoliberales para albergar pistas, centros comerciales y desarrollos inmobiliarios se ha transformado en un espacio vivo, en proceso de regeneración, donde el agua, la flora, la fauna y las personas han vuelto a ocupar el centro.

Desde el Mirador del lago Nabor Carrillo, Alejandro Páez y Álvaro Delgado describen cómo ha sido ese proceso de rescate de un territorio que se creía muerto y que ahora se ha convertido en un parque ecológico que articula cuerpos de agua del antiguo lago de Texcoco que cubren los restos del megaproyecto aeroportuario.

Lo que antes era visto como un terreno “vacío” es hoy parte de una infraestructura ecológica que conecta lagunas, recupera humedales clave para la sustentabilidad del Valle de México.

El lago Nabor Carrillo, el cual cuenta con 900 hectáreas y más grande que las cuatro secciones del Bosque de Chapultepec juntas, es hoy refugio de cerca de 100 mil aves residentes. Foto: Luis Gordoa.

Álvaro Delgado recordó que, incluso antes de la cancelación del NAIM, esta zona ya albergaba vida: agua permanente, flora y fauna que hoy se ha potenciado. A ello se suma el agua que se acumuló en lo que iban a ser pistas aéreas, convertidas ahora, dice, en un símbolo elocuente del fracaso de una visión que ignoró los límites ambientales.

“Estamos aquí porque acredita hasta qué punto hay mexicanos que creemos que no se puede iniciar un proyecto devastándolo todo”, afirmó, al recordar el riesgo hídrico que el aeropuerto implicaba no sólo para el oriente mexiquense, sino para todo el Valle de México.

Por su parte, Alejandro Páez indicó que, donde hoy hay humedales, ciclistas y aves, se imaginaban centros comerciales, fraccionamientos y miles de casas. Lo cual muestra dos proyectos de país enfrentados: el neoliberal, basado en la explotación del territorio y el de izquierda, que apuesta por la viabilidad ambiental y colectiva.

Delgado enlazó esa visión con un pasado de imposición y represión, particularmente en San Salvador Atenco, en donde sus pobladores defendieron, inclusive hasta con su vida, sus tierras del despojo que pretendía llevar a cabo el Gobierno federal del expresidente Vicente Fox Quesada (2000-2006) para construir un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México

La narrativa de que “aquí no había nada” fue siempre imprecisa. Foto: Luis Gordoa.

Ese recorrido histórico también se lee en el paisaje.

Aquí confluyen las distintas etapas del neoliberalismo: la ambición empresarial, la represión para imponer proyectos no consultados, la resistencia de los pueblos y, finalmente, el quiebre de ese modelo en 2018. Hoy, ese mismo espacio permite narrar otra historia: la de la recuperación y la vida.

Iñaki Echeverría, Director del Parque Ecológico Texcoco, explicó que la regeneración de este sistema no partió de una estética prefabricada, sino de ayudar a que los sistemas naturales se fortalezcan por sí mismos. Se construyeron humedales de distinta naturaleza, se aprovecharon caminos existentes y se reutilizó el tezontle extraído de las pistas del aeropuerto para elevar y restaurar senderos. El resultado es un territorio que se mueve, cambia y se adapta.

"Parte de la belleza del lugar no es un sitio estático, ¿si me explicó? No es un lugar que no cambia. Aquí lo que estamos procurando es que los sistemas naturales se vayan robusteciendo por sí mismos y eso implica no partir de una estética prefigurada completamente, casi todo es más bien ayudarle a la naturaleza".

Aves que llegan desde Alaska, Canadá y Estados Unidos encuentran un hogar en Texcoco. Foto: Luis Gordoa.

El lago Nabor Carrillo, el cual cuenta con 900 hectáreas y más grande que las cuatro secciones del Bosque de Chapultepec juntas, es hoy refugio de cerca de 100 mil aves residentes, cifra que se eleva hasta 300 mil durante la temporada migratoria. Aves que llegan desde Alaska, Canadá y Estados Unidos encuentran aquí un espacio que demuestra que la recuperación de cuerpos de agua no sólo es posible, sino efectiva.

La narrativa de que “aquí no había nada”, sostiene Echeverría, fue siempre imprecisa. Lo que faltaba no era potencial, sino voluntad. El proyecto se ha convertido en una prueba de concepto contundente: con poco flujo de agua es posible mantener sistemas vivos que se refuerzan a sí mismos y detonan procesos incrementales de regeneración.

"Hubo una narrativa que se construyó que era muy imprecisa, por decirlo así, de que aquí no había nada. Hay zonas en donde en efecto no hay mucho, pero no es porque no se pueda dar, es porque no se le permite que suceda. Lo que sí se logró fue generar un botón de muestra, por llamarlo de alguna forma, suficientemente grande en tamaño y suficientemente contundente en resultados para mostrar que sí se puede. Y que esta narrativa de que ya no se puede recuperar cuerpos de agua y demás es realmente falsa y es inexacta".

Más que un parque terminado, este espacio es una posibilidad abierta. Foto: Luis Gordoa.

Más que un parque terminado, este espacio es una posibilidad abierta. Una oportunidad para el futuro del Valle de México que, según Echeverría, se mantiene viva gracias a la decisión de cancelar el NAIM y apostar por la vida. Lo que ocurra de ahora en adelante dependerá de la continuidad y del compromiso colectivo, pero algo ya quedó claro en Texcoco: donde se planeó imponer concreto y negocio, hoy el agua y la naturaleza volvieron a respirar.

"El proyecto se echó a andar, se inició, pero esto tiene que ser un esfuerzo continuo y que mantenga se mantenga a lo largo ya de de muchos años cada vez enriqueciéndose más. Yo lo que creo es que es una gran oportunidad. Y creo que lo más importante de la decisión del Presidente López Obrador de hacer esto es mantener viva la posibilidad de un mejor futuro en el Valle de México".

Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado Gómez

Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado Gómez

Lo dice el reportero