Hijos de padres divorciados llenan consultorios de psicólogos; daños colaterales afectan a menores de 12 años

18/01/2014 - 1:00 am

El bajo rendimiento escolar en los niños es una de las consecuencias de los divorcios. Foto: EFE
El bajo rendimiento escolar en los niños es una de las consecuencias de los divorcios. Foto: EFE

Ciudad de México, 18 de enero (SinEmbargo).- Las consecuencias psicológicas de la separación de los padres en menores de 12 de años de edad son variadas y van desde la depresión, hasta la inmadurez, pasando por bajo aprovechamiento escolar y conflictos con la autoridad. Esta afirmación, basada en los datos de la clínica del Centro de Especialización en Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI), indica que la mayoría de los niños que acuden a una terapia psicológica, 61 por ciento, tienen padres divorciados y su principal motivo de consulta son los daños colaterales producto de este rompimiento.

"Las parejas ahora se separan de forma más violenta y esto incide directamente en los hijos pequeños e incluso en los adolescentes. Los usan para dañar a su ex cónyuge, los manipulan, hablan muy mal de su ex pareja en presencia de sus hijos e incluso presencian escenas de mucha agresividad que pueden llegar a los golpes. Esto provoca lesiones a nivel emocional que a su vez derivan psicopatologías en los niños y adolescentes", dijo la doctora Claudia Sotelo Arias, directora del CEEPI.

De acuerdo con el organismo, la mayoría de las parejas que acuden a solicitar ayuda para estos problemas se encuentran en medio de un proceso de divorcio, nacieron a partir de la década de los setenta, es decir su edad es menor a 43 años, publicó la clínica en un comunicado.

Por otra parte, los motivos de la separación entre las parejas en México son variados y la mayoría, 36 por ciento,  son originados por incompatibilidad, ya sea por desamor o debido a que un integrante de la pareja creció económicamente desde el punto de vista profesional y el otro no.

Se busca que los niños y adolescentes, recuperen la confianza en sus padres y en sí mismos tras el divorcio. Foto: CEEPI
Se busca que los niños y adolescentes, recuperen la confianza en sus padres y en sí mismos tras el divorcio. Foto: CEEPI

Sin embargo también existe otra variedad de causas, las cuales van desde la violencia (20%), porque alguno de los dos padece adicciones (16 por ciento), infidelidad (20 por ciento)y apatía (8 por ciento). Cabe aclarar que el último caso se da principalmente en los hombres. De igual manera, también se hizo notar que la mayoría de las parejas que acuden por orientación (52 por ciento) sólo tienen un hijo, en comparación con un 44 por ciento que tienen dos y un 4 por ciento que tiene más de tres.

La clínica reveló que las principales consecuencias emocionales del divorcio en los hijos son depresión crónica (48 por ciento), bajo rendimiento escolar (32 por ciento) y conflictos con la autoridad (20 por ciento). De estos tres, el primero está asociado a la inmadurez, la precocidad y la desintegración en sus grupos sociales y familiares, mientras que los problemas con la autoridad están fincados en el hecho de no seguir reglas y mostrar signos de agresividad con los los padres y hacia el entorno escolar.

La especialista explicó también que dependiendo de cada caso, lo ideal es que luego de un proceso de este tipo se haga conciencia en los padres sobre el daño que puede representar para los menores, al profundizar sobre la dinámica de la pareja y cómo afecta a los hijos. Mientras tanto, en los niños y adolescentes, la finalidad es que recuperen la confianza en sus padres y en sí mismos. En ese sentido se trabaja la culpa, ya que muchas veces los niños creen que ellos son el motivo de la separación agregó Sotelo Arias.

Ramiro Rivera

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