
Ciudad de México, 9 de abril (SinEmbargo).– Las focas cada año son sacrificadas únicamente por su piel. Año con año, decenas de miles de focas son asesinadas durante la temporada de caza comercial de Canadá. Estos animales son desollados y a veces les cortan sus aletas y posteriormente tiran sus cuerpos, denuncia el Fondo Internacional por el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés).
La carne de foca es consumida en algunas partes de Canadá, aunque no es en este producto en el que los cazadores de este animal se enfocan, sino que en el pelaje de estos animales. Casi la mayoría de estos animales (el 92 por ciento) es desechado en el hielo o en el océano luego de quitarles la piel en la Costa Este de Canadá. Esta actividad sin embargo, es completamente legal en ese país.
A pesar de las campañas y del conocimiento a nivel internacional sobre estas prácticas, el gobierno canadiense continúa apoyando esta "cruel" e "innecesaria" matanza y desafía la opinión internacional, que provee millones en finanzas para todas las actividades económicas relacionadas con la matanza de focas y además, gastando millones más para contrarrestar a las organizaciones internacionales legales.
Es por ello, que Sheryl Fink, la Directora de Campaña de Vida Silvestre del IFAW, exhorta a las personas a escribir a Stephen Harper, Primer Ministro de Canadá y a Gail Shea, Ministro de Pesca y Océanos.
"Pídeles que dejen de apoyar esta innecesaria caza de focas comercial y comienza a respaldar una transición para los comerciantes lejos de esta industria cruel y de desperdicio", declara en n comunicado la defensora de derechos humanos.
Por otro lado, el gobierno canadiense argumenta que existe un "uso completo" de todas las focas que mueren en la caza comercial, pero las estadísticas del Departamento de Pesca y Océanos nacional indican que toda la carne de las focas es desperdiciado. La Unión Europea prohíbe productos de desperdicio de los cadáveres de focas.
Aunque las focas fallecen casi instantáneamente con las heridas de los cazadores, la organización internacional defensora del bienestar de los animales, The humane Society for the United States comprobó lo contrario.
Su equipo de veterinarios constataron con los cadáveres de las focas que hasta el 40 por ciento de los animales muertos tenían heridas que no eran suficientes para provocar su muerte, por lo que fallecieron luego de ser desolladas o al ser desechadas en el océano.
La caza de focas arpas en Canadá es considerado como el más grande desperdicio de mamíferos marinos en el planeta, además que la cuota otorgada por el gobierno de Canadá a los cazadores es de 468 mil focas. Aunque la mayoría de los productos que se obtienen de esta matanza es para vender su piel, también se realizan productos como aceites y afrodisiacos.
México también detuvo el comercio de productos con origen de la caza comercial de focas de Canadá.




