Tomás Calvillo Unna

El estandarte del sol que no vemos

"La paradoja dilatada es contradicción. La perversidad anidó en las estructuras del poder económico y político; resultado de la dinámica de un crimen que se sostiene en las adicciones que permearon a los diversos estratos sociales impregnando de violencia la cotidianidad de una República profundamente adolorida."

Tomás Calvillo Unna

21/05/2025 - 12:04 am

El estandarte del sol que no vemos.
En espera de la palabra. Pintura: Tomás Calvillo Unna.

En memoria del Dr. Salvador Nava Martínez fallecido el 18 de mayo 1992; sus huellas de Dignidad, ante las amenazas, la violencia y la corrupción.

I

La espuma
blanca de la muerte;
el molecular infinito
de las visiones
en el resquebrado parabrisas
de tus biografías.
Los entretelones mudos del sueño,
la fugacidad propia de toda aparición.
Miles de gotas derramadas
en los pasajes desalineados;
el ruido estrepitoso
de su caída
en la rugosa superficie
de los apegos.

Oxidados temores en su continua provocación
al pretender dominar los escenarios,
una y otra vez, hasta el cansancio
de una inercia inútil y falaz.

II

Al saber abrir la puerta sin temor
desaparece el crematorio de las desdichas
y retorna la conmoción del encuentro;
conmueve, así de simple
sin antifaces, sin personajes,
conmueve en su rotunda verdad
de sabernos seres vivos
que aprendemos a orar
y renunciamos a poseer
y sólo nos afirmamos
en las benditas palabras
que surgen de la mina celestial del silencio;
la gracia de abrir las manos
y extender los brazos
al acompañar la luz del día
a su reposo nocturno.

III

Si,
estamos de paso;
no perduramos en ningún lado,
recordarlo desde párvulos
ayuda en algo.

Los monumentos, esfinges, estatuas
son un fallido intento.
Las imágenes digitales
en su abrumadora expansión, lo confirman.
El parpadeo es nuestra eternidad.

IV

El poder no lo entiende,
una y otra vez cae en su trampa
e infecta de dolor
sus efímeros dominios.

V

Este pasaje es una gracia única
al descubrir nuestra entrañable hermandad;
la naturaleza misma que nos expresa.

Este inhalar que retorna
el profundo conocimiento
de sabernos vivos
en la inmensidad que interroga
y nos asombra.

VI

La dicha de no poseer,
de saber transitar
al conocer,
al acompañar;
su aprendizaje,
esta sencilla verdad de horas y segundos
que nos incendia.

Sin enojo, sin miedo
al reconocer las huellas
del primer poema;
ese punzante canto
de vocales y consonantes.
En los poros de la piel misma:
Luz, sal, agua;
el don de la caricia.

El presente
y su pura presencia,
inherente gozo al dar las gracias:
al inhalar y exhalar.

VII

El viento gris cabalga en sus nubes,
se escucha su voz de trueno,
los altos árboles se balancean:
las familias cierran las ventanas
de sus hogares.
En los restaurantes,
se recogen los manteles
se doblan mesas y sillas…
En el espejo retrovisor,
el naranja sol nos advierte:
he aquí el antiguo koan.

Rendija.
1. La paradoja dilatada es contradicción. La perversidad anidó en las estructuras del poder económico y político; resultado de la dinámica de un crimen que se sostiene en las adicciones que permearon a los diversos estratos sociales impregnando de violencia la cotidianidad de una República profundamente adolorida. México tiene la fortuna que, en estas condiciones, una mujer ocupe el cargo por primera vez de Presidenta y es tan valioso ello, que no importa el Partido que la postuló. Ella lo debe saber, lo exigen los tiempos.

Tomás Calvillo Unna

Tomás Calvillo Unna

Lo dice el reportero