En marzo, la Administración de Donald Trump deportó a Kilmar Ábrego a El Salvador, violando una orden judicial que protegía al migrante. Este viernes, finalmente, recuperó su libertad.
Ciudad de México, 22 de agosto (SinEmbargo).- Un Tribunal de Estados Unidos ordenó la liberación inmediata de Kilmar Ábrego García, un migrante salvadoreño deportado en marzo a su país, torturado física y psicológicamente, y que se ha convertido en un caso emblemático de la violación de Derechos Humanos cometida por la política migratoria de Donald Trump.
El hombre de 30 años fue deportado inicialmente por funcionarios federales de migración en marzo a El Salvador en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) construída por el Presidente Nayib Bukele, pero regresó a territorio estadounidense para enfrentar acusaciones de tráfico de personas y, hasta este viernes, se encontraba recluido en un penal de Tennessee.
Tras su liberación, García planea regresar a Maryland. El hombre, padre de dos hijos, fue torturado física y psicológicamente en El Salvador, según documentos judiciales que sus abogados dieron a conocer en julio.

Su caso generó amplia atención pues por meses la Administración Trump no tomó medidas para traerlo de regreso, a pesar de que un funcionario reconoció que fue deportado por un "error administrativo" y de la orden de un Juez de retornarlo a Estados Unidos.
¿Quién es Kilmar Ábrego?
Ábrego García, originario de El Salvador, huyó a los 16 años junto a su familia tras sufrir amenazas y extorsión de una pandilla, y llegó a Maryland, Estados Unidos, donde vivió con su hermano, un ciudadano estadounidense, aunque él no contaba con autorización para quedarse. Con el tiempo, Ábrego trabajó en construcción, formó una familia con Jennifer Vasquez Sura y se estableció en el condado de Prince George, cerca de Washington.
En 2019. cuando acudió a una tienda Home Depot para ofrecer sus servicios, fue detenido por la policía bajo sospecha de pertenecer a la MS-13 debido a sus tatuajes y vestimenta. Aunque su solicitud de asilo fue rechazada por presentarse fuera de plazo, un Juez federal le otorgó protección contra la deportación, reconociendo el riesgo de persecución en su país.
Tras ello, Ábrego García recibió permiso de trabajo, ingresó a un sindicato y trabajó de forma estable, cumpliendo con sus obligaciones ante el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, (ICE, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, la Administración de Donald Trump deportó en marzo a Ábrego a El Salvador, en contra de la orden judicial que impedía su expulsión.
Allí, denunció haber sido golpeado y torturado, acusaciones que el Presidente salvadoreño Nayib Bukele negó. Incluso el migrante fue visitado por
Tras una demanda presentada por su esposa y la presión política, el caso llegó hasta la Corte Suprema estadounidense, que forzó el regreso de Ábrego García a Estados Unidos en junio, aunque bajo cargos de tráfico de personas.




