El futuro del skincare en México: cuidar la piel es parte del bienestar y la salud

13/09/2025 - 6:31 am

La vida actual ha mostrado que se le presta más atención al cuidado de la piel, un aspecto en el que se buscan rutinas sencillas que ayuden a la salud de la piel con productos que brinden calidad y sean accesibles. 

Ciudad de México, 13 de septiembre (SinEmbargo).- En México, el 90 por ciento de las personas ha cambiado sus hábitos de consumo de productos de belleza debido al contexto económico. El cuidado de la piel ha dejado de ser un lujo reservado para unos cuantos y hoy se entiende como parte de la salud, el bienestar y la accesibilidad. Cada vez más personas buscan rutinas prácticas, efectivas y adaptadas a su estilo de vida. Este cambio no sólo impacta en la forma de consumir, sino también en cómo entendemos el envejecimiento.

De "anti-age" a "pro-age": el cambio en la concepción del envejecimiento

Según el reporte “El futuro de la belleza” de Avon, la manera en que entendemos el envejecimiento está cambiando. La narrativa pasó de ser una batalla contra el tiempo a convertirse en una apuesta por prolongar la salud y vitalidad de la piel. No se trata de borrar las huellas de los años en nuestra piel, sino de cuidarnos para vernos y sentirnos bien durante más tiempo.

Este cambio de mentalidad es especialmente visible en las generaciones más jóvenes (Gen Z y Millennial) que ya no esperan a detectar los signos de envejecimiento para comenzar a prevenirlos. Para ellas y ellos, el cuidado de la piel se ha vuelto una inversión a futuro.

Cuidado de la piel
Las personas ha cambiado sus hábitos de consumo de productos de belleza debido al contexto económico. (Imagen ilustrativa) Foto: Pexels

El skincare en tiempos de inflación: menos pasos, más valor

El aumento en el costo de vida de los últimos años también ha redefinido las prioridades de consumo en México. El 90 por ciento de las personas encuestadas por Avon reconoce haber modificado sus hábitos de compra, privilegiando productos versátiles o multiusos (46 por ciento) y buscando activamente promociones o descuentos (44 por ciento).

Además, el 63 por ciento de las mujeres prefiere una rutina con un máximo de tres productos. Este cambio no significa renunciar al cuidado personal, sino repensarlo. De ahí surge el auge del skinimalism o minimalismo en el cuidado de la piel: rutinas simples, prácticas y efectivas. Hoy existen cremas que hidratan, regeneran y protegen en una sola aplicación; sueros que funcionan tanto de día como de noche; y fórmulas que combinan ingredientes de calidad sin exigir un gasto excesivo.

En México, la efectividad ya no se mide por etiquetas de lujo, sino por la investigación detrás de cada fórmula. Ejemplo de ello son innovaciones como tecnologías patentadas —entre ellas Protinol de Avon— que favorecen la renovación celular y mejoran la firmeza de la piel, demostrando que la calidad puede ser accesible.

Belleza en todos los contextos

Hablar de democratización del skincare también implica reconocer que la belleza no puede encasillarse en un solo estándar. En México, donde conviven múltiples realidades socioeconómicas, culturales y geográficas, el acceso al cuidado de la piel indudablemente adquiere un matiz social.

Un ejemplo de ello es la venta directa, un modelo impulsado por marcas como Avon y Natura que ha permitido que productos de calidad lleguen a comunidades donde la oferta es limitada, mientras genera oportunidades económicas para miles de mujeres. Así, la belleza se convierte en un vehículo de inclusión y empoderamiento.

Cuidado de la piel forma parte del bienestar
El cuidado de la piel se ha vuelto una inversión a futuro.(Imagen ilustrativa) Foto: Pexels

Una transformación que llegó para quedarse

La economía cambiante obliga a replantear prioridades, pero también abre la puerta a nuevas formas de consumo. El cuidado de la piel en México avanza hacia rutinas más simples, productos más versátiles y precios más justos, sin sacrificar innovación ni calidad.

Más que una tendencia, la democratización del skincare es una transformación profunda que responde a la necesidad de bienestar, al contexto económico y a la conciencia social. En un país de realidades diversas, cuidar la piel ya no es un lujo: es salud, inclusión, innovación, calidad y accesibilidad.

Redacción/SinEmbargo

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