En la antesala de una nueva ronda de negociaciones con Estados Unidos y Canadá, el Canciller Juan Ramón de la Fuente dice en entrevista con "Los Periodistas", queMéxico se fortalece no sólo por su peso económico en la región, sino por la capacidad del Gobierno que encabeza Claudia Sheinbaum para sostener diálogo incluso en temas donde las posturas chocan frontalmente.
Ciudad de México, 22 de diciembre (SinEmbargo).– El Canciller Juan Ramón de la Fuente afirmó que resulta inútil que figuras de la oposición viajen a Estados Unidos para intentar influir en su política hacia México, pues dijo, en el vecino del norte “conocen perfectamente” la realidad mexicana.
“Ellos allá están enterados de todo. Querer venderles una realidad que no corresponde es de mal gusto e ingenuo. No tiene mayores repercusiones", dijo en entrevista con Alejandro Páez y Álvaro Delgado en el programa de "Los Periodistas" que se transmite a través del canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire, al subrayar que los problemas internos deben resolverse en México y no mediante presiones externas.
Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Canciller habló sobre el momento geopolítico que atraviesa el país, ubicado en una “interface” natural entre América del Norte y América Latina. Esa posición, afirmó, ofrece oportunidades de liderazgo, pero también grandes complejidades.
"Somos parte de América del Norte, ahora comercialmente muy integrados como parte de uno de los mercados más dinámicos y poderosos del mundo, pero también somos parte de América Latina y el Caribe, donde está buena parte de nuestra historia, cultura compartida, lengua y muchos valores que hemos compartido desde siempre".
Ese doble anclaje, señaló, ha permitido a México ejercer políticas históricas como el derecho de asilo, que calificó como un baluarte irrenunciable.
"Esto le da a México grandes oportunidades. Lo quiero plantear positivamente, porque sí es una posición que te permite ser un puente natural, que te permite afianzar liderazgos en ambas regiones y diversificar nuestras relaciones diplomáticas, comerciales, culturales, deportivas, en fin, en muchísimas dimensiones. Pero también implica enormes responsabilidades y complejidades, porque muchas veces ciertos principios y prioridades que surgen de la parte norte del hemisferio están en contraposición con los de la parte sur".
El Canciller destacó que la presidenta Claudia Sheinbaum cuenta con un liderazgo internacional “formidable”, reconocido tanto en el norte como en el sur del continente, y respaldado por un amplio apoyo popular.
“Revisemos país por país del continente a ver si encontramos otro liderazgo con el respaldo popular y el prestigio internacional que tiene la Presidenta Sheinbaum”, dijo.
En su análisis de la relación con Estados Unidos, Juan Ramón de la Fuente advirtió que muchas declaraciones hostiles de actores políticos estadounidenses responden más a presiones internas que a una intención real hacia México.
"En la relación con Estados Unidos lo hemos visto muchas veces. Hay pronunciamientos vigorosos, agresivos, a veces poco apropiados, pero hay que pensar siempre en la motivación. Con enorme frecuencia la motivación es interna. Entender esto es fundamental para decidir si reaccionas o no. Y si reaccionas, hacerlo con cabeza fría, análisis objetivo, buena disposición, coordinación, colaboración, sin subordinación. Trabajamos con ellos en circunstancias complejas o no tanto, siempre poniendo por delante nuestra soberanía y nuestra integridad territorial".

Además, De ka Fuente se refirió la complejidad de los temas que ambos países negocian de manera simultánea sobre diversos temas como seguridad, migración, jitomate, agua, aviación, aranceles, y remarcó que no pueden ser afectados por declaraciones “ruidosas”.
"Tenemos una mesa de negociación con muchos temas simultáneos: el gusano barrenador, el jitomate, el agua, la seguridad, la migración, la aviación, los aranceles. Cada conversación tiene su grado de dificultad. Imagínate que por alguna declaración ruidosa estuviésemos siempre reaccionando, cuando lo que nos importa es que cada uno de esos temas llegue a buen puerto con una solución benéfica para México".
Juan Ramón de la Fuente recordó que a pesar de sus amenazas Donald Trump ha logrado mantener una relación estable basada en principios claros con la Presidenta Sheinbaum.
“Ella sabe poner los elementos en la jerarquía correspondiente y tomar decisiones sobre principios claros. Eso de ‘cabeza fría’ no es una frase: es una actitud”, afirmó, al destacar el reconocimiento internacional hacia la mandataria.
Sobre la preocupación de que pudiera haber intervencionismo, el Canciller descartó esta posibilidad por completo. Explicó que existe un entendimiento escrito con Washington en el que se establece el respeto irrestricto a la soberanía mexicana.
“Ese párrafo sobre soberanía nos tomó meses. Pero quedó muy claro y explícito”, dijo. Adelantó que próximamente habrá una nueva reunión del grupo de seguimiento del acuerdo.
En temas donde México y Estados Unidos disienten, como Venezuela o Cuba, aseguró que las diferencias no han impedido avanzar en la agenda bilateral. Reiteró que México mantiene su postura constitucional: no intervención, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de controversias.
En cuanto al proceso de revisión del T-MEC, De la Fuente fue categórico: “No tengo duda: el T-MEC va. Las consultas públicas, la primera etapa, arrojaron un saldo muy favorable. Claro que hay oposiciones y temas específicos polémicos. Los congresistas estadounidenses tienen puntos de vista diversos, pero el balance fue abrumadoramente a favor de una revisión. Esas voces son muy poderosas: intereses económicos, no sólo políticos. Y el poder económico en Estados Unidos opera con mucha fuerza. En ese balance me baso para decir que la revisión va".
Finalmente, el el Canciller insistió en que México debe mantener su ruta diplomática ante cualquier presión electoral o coyuntural.
“La instrucción de la presidenta ha sido seguir en nuestra ruta independientemente de las vicisitudes internas”, dijo. Ese enfoque, sostuvo, es lo que permitirá que los múltiples frentes de la relación bilateral avancen sin perder de vista el principio fundamental que guía la política exterior mexicana: la soberanía.





