Londres, 7 Mar (Notimex).- La Corte Penal Internacional en La Haya encontró culpable al excaudillo congoleño Germain Katanga, acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad, pero lo absolvió de delitos sexuales.
Katanga fue declarado culpable de complicidad en la masacre de 2003 en la provincia de Ituri, rica en oro, al noreste de la República Democrática del Congo, que dejó más de 200 muertos a tiros o hachazos.
El fallo contra el señor de la guerra congoleño es el segundo veredicto de condena emitido por el tribunal desde que se estableció en La Haya en 2002.
La Corte condenó hace dos años a Thomas Lubanga, otro antiguo señor de la guerra congoleño, por crímenes de guerra y le impuso una pena de 14 años de cárcel. No se ha fijado la fecha para saber la sentencia contra Katanga.
Katanga, quien fue trasladado a La Haya por las autoridades congoleñas en 2007, había negado todos los cargos en su contra.
Los combates en Ituri, que estalló en 1999 y continuaron hasta el año 2003, comenzaron como una lucha por el control de tierras y recursos, pero se tornó en guerra interétnica, agravada por la presencia de tropas de Uganda, que mató a unas 50 mil personas.
Los cargos contra Katanga están relacionados con un ataque ejecutado el 24 de febrero de 2003 contra la localidad de Bogoro.
La Fiscalía del TPI sostiene que el asalto fue diseñado para "arrasar" la localidad, ubicada cerca de la frontera con Uganda, según ha informado la cadena de televisión británica BBC.
El magistrado jefe del tribunal, Bruno Cotte, sentenció que sin la colaboración de Katanga a la hora de entregar armas a los responsables del ataque, la milicia de los Ngiti, el ataque contra Bogoro no habría sido tan sangriento.
"Sin la aportación de esas armas, los comandantes no habrían sido capaces de ejecutar el ataque con tanta eficacia", hizo saber Cotte en la sentencia que ha puesto fin a cinco años de procedimiento.
En el momento del ataque, Katanga tenía 24 años de edad y era el presunto comandante de las Fuerzas Patrióticas de Resistencia de Ituri (FRPI), que contaba con el respaldo del grupo étnico lendu.




