MICROHISTORIAS: UN FANTASMA EN FUNCIÓN

30/03/2014 - 12:00 am

Autora: Claudia Espinoza

Para asistir al colegio de mi infancia tenía que pasar diariamente delante del misterioso edificio de la calle Matamoros, en Torreón, Coahuila. Sabía que era un teatro, que lo llamaban El Isauro o El Martínez en honor al nombre y apellido del empresario que lo construyó en 1930 y cuyo fantasma se aparecía por ahí durante los ensayos y funciones.

El Teatro Isauro Martínez de Torreón, Coahuila es considerado uno de los recintos teatrales más bellos del país.
El Teatro Isauro Martínez de Torreón, Coahuila es considerado uno de los recintos teatrales más bellos del país.

Su peculiar arquitectura llamaba mi atención; una mezcla de estilos entre bizantino, neogótico, art decó y morisco, casi un reflejo de la igualmente peculiar mezcla de etnias que forman la cultura de Torreón.

Es considerado como uno de los recintos teatrales más bellos del país. Fue durante las vacaciones de 1990 que, con el pretexto de asistir al Primer encuentro regional de payasos de la Comarca Lagunera, tuve la oportunidad de entrar al teatro con el tiempo suficiente para admirar la opulenta decoración realizada por el español Salvador Tarazona, los murales ubicados en ambos lados del proscenio plagados de escenas: mujeres, niños, ángeles, animales, los relieves de tipo indochino, los rebuscados arabescos y en el techo: el plafón.

Medallón central del plafon del teatro Isauro Martínez.
Medallón central del plafon del teatro Isauro Martínez.

Todos esos colores y detalles funcionaron en mí como una suerte de hipnosis que me hizo olvidar completamente de la presencia del fantasma de Don Isauro.

Decían que lo habían visto sentado en la galería, desde donde más le gustaba apreciar los espectáculos y que en una ocasión había recibido la entrega matutina de una escenografía, abriendo el portón de acceso de la calle Galeana.

Ante la sorpresa de la oficinista y técnicos del teatro, el encargado explicó cómo le abrió el señor que sonreía en la foto colgada en la oficina y le dijo: “Se queda en su teatro”. Don Isauro ya tenía años de haber fallecido.

Vista del escenario.
Vista del escenario.

Se volvió un hábito en cada una de mis visitas, sentarme en la butaca y empujar atrás mi cabeza para disfrutar del plafón; El medallón central tiene por nombre La Inspiración, alrededor de éste, destacan ocho composiciones pintadas al temple. Cada una representa una etapa en el ciclo de una vida. Desde el aprendizaje de un niño, la formación de amistades, de una familia, la búsqueda del equilibrio, el amor, la contemplación, el compromiso por la vocación, la vejez, que además nos descubren diferentes detalles dependiendo de la luz con que se vean.

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A más de 80 años de su construcción y después de haber pasado de ser el gran teatro en la época dorada del crecimiento de Torreón, a cine casi abandonado en los setentas, a patrimonio cultural rescatado, actualmente el Teatro Isauro Martínez sobrevive al desierto y a la “guerra”, seguramente resguardado por el fantasma de su constructor.

Publicado por Wikimexico / Especial para SinEmbargo

Redacción/SinEmbargo

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