Papantla, Ver., 22 Mar (Notimex).- El Kantiyán o Casa de los Abuelos, es uno de los principales puntos para la realización del Festival Cumbre Tajín, ya que en dicho recinto los sabios piden permiso, rezan y colocan ofrendas a sus santos para que todo salga bien.
María Isabel Rivera Pérez, quien pertenece a la Casa de los Abuelos, explica que la tradición es pedir permiso a Dios y a la Madre Tierra, para que este festival se realice con alegría y tranquilidad, además se pide por la protección de los visitantes y realizadores del mismo.
Dentro del recinto, se observa un altar con la imagen de San José y Santiago, abogados ante Dios, según sus creencias, y le son colocadas ofrendas de comida, dulces, pan, agua, café, flores e incienso.
Es así como minutos antes de dar inicio a este evento cultural y artístico, los abuelos son envueltos en el aroma de copal; su humo va purificando el ambiente durante las peticiones que hacen a sus deidades, además de entonar rezos y cánticos en medio de un ritual de protección, sanación y paz.
“Los abuelos damos consejos a los jóvenes y buscamos transmitir nuestra cultura a las nuevas generaciones para que no pierdan nuestras raíces”, explica Rivera Pérez.
Este año, la tradición añadió en sus rezos, peticiones y agradecimientos por el tata Juan Simbrón Méndez, quien en vida fungió como el Jefe Supremo Totonaca y líder espiritual de los abuelos. Su fotografía fue colocada en medio de los santos, en homenaje por el legado de desarrollo y progreso que dejó en esta tierra Totonaca.
En esta zona, los abuelos también fungen como médicos tradicionales y sacerdotes, quienes son los indicados para comunicarse con los dioses y pedir bondades, bienestar y armonía en las festividades de Cumbre Tajín.
Después de concluir este evento, agradecen y ofrecen nuevas ofrendas.




