
Un lenguaje así, digresivo, que avanza lentamente en espiral hacia la nada, fundado en el desgaste, la merma, la traición de las expectativas, es un lenguaje que corre el riesgo de no gustar. Muy pocos escritores entre los llamados jóvenes (o incluso viejos) estarían dispuestos en esta época a semejante osadía. La de Wolfson es una literatura difícil pero nunca intransitable. Sabe que la forma no tiene valor alguno si no es la forma de algo, un dato humano, un contenido crítico. Después de todo, el tema de sus relatos es precisamente ese: el desgaste de la vida en pareja o de la vida política o de la vida a secas en su intento (desmesurado) por encontrar la verdad, el meollo, lo que habita debajo del parquet, lejos de nuestra mirada, esas termitas de la realidad que no conocemos más que por las ruinas que van dejando.
.............................................................................................................................................................................................
Gabriel Wolfson
Gabriel Wolfson (Puebla, 1976) es profesor del Departamento de Letras de la UDLAP. PublicóBallenas (2004) y Los restos del banquete(2009). Participa en La Cleta Cartonera, deCholula, y en la colección editorial cabezaprusia, de Profética Casa de la Lectura. Próximamente aparecerá también en El Guardagujas su libro de relatos Profesores.




