Bodas de sangre es una obra con actuaciones destacadas y una gran adaptación de Angélica Rogel que atrapa al público y lo mantiene a la expectativa por saber qué ocurrirá.
Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).- La obra Bodas de sangre develó este fin de semana una placa conmemorativa por su temporada en el Foro Shakespeare; la puesta en escena que resulta imperdible, se encuentra en la fase final de sus presentaciones.
Michelle Rodríguez, Ilse Salas y Martín Acosta develaron la placa frente a un teatro lleno y reconocieron el trabajo realizado por la directora, actores y todo el equipo.
Una obra imperdible
La obra retoma el texto homónimo del dramaturgo español García Lorca publicado en 1931 -y que forma parte de la trilogía de "Tragedias Rurales" junto a Yerma y La Casa De Bernarda Alba- pero con una destacada adaptación realizada por la también directora Angélica Rogel que desarrolla la historia en el norte del país -con una novia a punto de casarse- y que integra elementos interesantes en el montaje como música y claras referencias al destino.
Las actuaciones resultan un gozo, Ana Guzmán Quintero transmite el conflicto interno de su personaje, el dolor y la angustia; Ángeles Cruz regresa al teatro con una actuación que muestra la rabia, la preocupación y al mismo tiempo el amor y el apoyo a su hijo; por su parte, Eduardo Candás, es un padre emocionado que busca aligerar y celebrar, pero sin olvidar la firmeza, además de dar vida a otros personajes. María Kemp, Luz Olvera y Joan Santos realizan un trabajo clave, sostienen y muestran su versatilidad en sus distintos personajes.
Miguel Tercero y Romanni Villicaña nos presentan lo que podrían ser lados opuestos, uno lleno de ternura, con respeto por las costumbres y contención, mientras que el otro es pasional, arrebatado, siempre en movimiento, tal vez tratando de no sentirse tan atrapado, sin embargo, nos llevan a recordar que ambos son humanos, con miedos, motivaciones y errores que se precipitan hacia su destino; resulta enriquecedor notar que hay trabajo detrás en la construcción de sus personajes.
Bodas de sangre muestra lo complejo que puede ser el amor, la pasión, el deseo y el resultado de las decisiones tomadas que parecieran seguir un camino trazado por hilos.
La escenografía está a cargo de Gerardo Ángeles, la iluminación es de Patricia Gutiérrez, el vestuario de Natalia Seligsson y la música contó con el trabajo de Hans Warner.
La obra termina su temporada en el Foro Shakespeare el próximo 29 de junio por lo que le quedan tres funciones: viernes 20:30 horas, sábado 19 horas y domingo 18 horas.
