Ante un temor de los mercados por el déficit fiscal de Estados Unidos, el peso mexicano cerró fuerte la semana al cotizarse en 18.63 unidades por dólar, su mejor nivel desde agosto de 2024, cuando llegó a los 18.62 unidades por dólar.
Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).- El peso mexicano cerró la jornada de este viernes en 18.63 unidades por dólar, en lo que marca una ganancia semanal de 1.18 por ciento y su mejor nivel desde agosto de 2024, cuando la moneda nacional se llegó a cotizar en 18.62 unidades por dólar.
Este fortalecimiento de la moneda mexicana, que ha logrado mantenerse estable pese a las condiciones externas, se da en un contexto de incertidumbre global impulsada por el reciente plan fiscal propuesto por el Presidente Donald Trump, conocido como el "gran y hermoso proyecto de Ley", y el creciente temor en los mercados por el aumento del déficit fiscal estadounidense que éste provocaría.
El tipo de cambio ha mostrado una apreciación significativa de más de dos pesos en menos de seis meses, equivalente a una caída del 11 por ciento en el índice dólar (DXY), que mide la fortaleza de la moneda estadounidense frente a una canasta de divisas. Este comportamiento refleja una combinación de factores, entre los que destacan la incertidumbre sobre la sostenibilidad fiscal de Estados Unidos (EU) y la percepción de estabilidad económica en México.
Un artículo reciente publicado por The Wall Street Journal destaca la creciente preocupación de economistas, inversores y legisladores por el aumento de la deuda federal de Estados Unidos, que está alcanzando niveles sin precedentes sin que se justifique una emergencia nacional.
De acuerdo a lo señalado por el medio, la nueva ley fiscal promulgada por Trump este 4 de julio podría llevar la deuda nacional a un terreno peligroso, lo que aumenta el temor a consecuencias económicas a largo plazo. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, se espera que el proyecto de ley de impuestos y gastos añada 3.4 billones de dólares al déficit federal hasta 2034.
SIGNED. SEALED. DELIVERED. 🧾🇺🇸
President Trump’s One Big Beautiful Bill is now LAW — and the Golden Age has never felt better. pic.twitter.com/t0q2DbZLz5
— The White House (@WhiteHouse) July 4, 2025
Esto ocurre en un momento en que el déficit estadounidense ya asciende a 1.8 billones de dólares, o aproximadamente el seis por ciento del PIB, un nivel comparable al de la crisis financiera de 2008 y la pandemia de COVID-19. Sin embargo, a diferencia de esos períodos, el actual aumento del endeudamiento se produce sin una crisis clara que requiera tales medidas.
El Journal señala que el mercado de bonos estadounidense, un indicador crucial de la salud económica, ya muestra signos de tensión. En mayo, los rendimientos de los bonos del Departamento del Tesoro de EU a 30 años se acercaron a su máximo en dos décadas, lo que refleja la preocupación de los inversores por la creciente oferta de bonos del Tesoro necesaria para financiar el déficit.
Un mayor rendimiento podría incrementar los costos de endeudamiento para hipotecas, préstamos para automóviles y deuda corporativa, lo que podría frenar el crecimiento económico. Quienes defienden la nueva legislación argumentan que las rebajas de impuestos, combinadas con aranceles y reducciones en programas sociales como Medicaid, estimularán el crecimiento económico y estabilizarán las finanzas.
Sin embargo, los críticos advierten que estas medidas podrían exacerbar el déficit sin abordar sus causas fundamentales. El artículo cita la depreciación del dólar, que registró su mayor caída en el primer semestre desde 1973, como evidencia de la disminución de la confianza de los inversores en la política fiscal estadounidense.
A medida que Estados Unidos continúa endeudándose fuertemente, Wall Street se prepara para una posible volatilidad. El Wall Street Journal menciona en su publicación a Blake Gwinn, jefe de estrategia de tasas de interés estadounidenses en RBC Capital Markets, quien sugirió que el Gobierno podría optar por la emisión de bonos a corto plazo para satisfacer la demanda de los inversores, una medida que podría aliviar temporalmente las presiones del mercado, pero no abordar el desequilibrio fiscal subyacente.
Sin una emergencia inmediata que justifique la oleada de endeudamiento, el WSJ destaca un creciente consenso entre los inversores de que el despilfarro financiero se ha convertido en un rasgo distintivo de la formulación de políticas en Estados Unidos, lo que podría agobiar a las generaciones futuras con una deuda insostenible.
Ley fiscal de Trump no afectaría a México: Ebrard
A pesar de las tensiones comerciales derivadas del "gran y hermoso proyecto de Ley" de Trump, el Secretario de Economía mexicano, Marcelo Ebrard, descartó impactos significativos de dicho plan fiscal en la economía nacional. Según Ebrard, las ventajas logísticas y la competitividad de México, reforzadas por el T-MEC, hacen que el país siga siendo un destino atractivo para la inversión extranjera, especialmente frente a mercados como Vietnam, que enfrentan aranceles más altos.
"Tu costo de producción no va a variar. Quizá contablemente algunas empresas presenten sus estados financieros de otra manera, pero en términos de producción, seguimos siendo muy competitivos", declaró el funcionario durante una conferencia matutina de la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Por ahora, el peso mexicano se posiciona como un refugio relativo para los capitales en un entorno de incertidumbre global. Sin embargo, los analistas advierten que el panorama podría cambiar si las políticas de Trump desencadenan una mayor inestabilidad financiera o si México no logra mantener su disciplina fiscal en el marco del Paquete Económico 2025, que busca reducir el déficit al 3.2 por ciento del PIB.
El mercado permanecerá atento a las próximas negociaciones comerciales y a los indicadores económicos de ambos países, mientras el peso mexicano navega entre la fortaleza coyuntural y los riesgos de un entorno global cada vez más complejo.




