El cuerpo sin vida de Bravo Manríquez, considerado un defensor del campo y de los productores de la región, fue localizado este lunes al interior de su vehículo. El líder limonero se destacó por denunciar públicamente las extorsiones y violencia de las que los productores citrícolas eran víctimas.
Ciudad de México, 22 de octubre (SinEmbargo).- Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, en Michoacán, se dio a conocer por denunciar pública y constantemente las extorsiones de las que los productores eran víctimas por parte del crimen organizado de esa entidad. El pasado domingo, el líder citrícola se convirtió en una víctima más de esa inseguridad.
El cuerpo de Bravo Manríquez, considerado un defensor del campo y de los productores de la región, fue localizado este lunes al interior de su vehículo, sobre el camino que conduce a la comunidad de Los Tepetates, en el municipio de Apatzingán. El dirigente era reconocido por su papel en la defensa de los productores ante los altos costos de producción, las afectaciones por fenómenos naturales y la inseguridad en las zonas rurales del estado.
De acuerdo con las primeras investigaciones, Bravo Manríquez salió de su domicilio, ubicado en Morelia, aproximadamente a las 11:00 horas del domingo 19 de octubre, con rumbo al municipio de Apatzingán, en donde se reuniría con productores agrícolas, por lo que, como medida precautoria, estaría acompañado de personal de seguridad del estado.

Y es que ante las amenazas de las que desde hace meses venía siendo objeto, Bravo tenía asignados tres elementos de seguridad y contaba con un vehículo blindado, sin embargo, al momento de su asesinato no estaba haciendo uso de dicho automóvil ni estaba acompañado del personal de seguridad, así lo detalló Carlos Torres, titular de la Fiscalía General de Michoacán durante una entrevista con Grupo Fórmula.
Cámaras de videovigilancia muestran que entre las 11:00 y las 13:00 horas de ese domingo, el dirigente de citricultores abordó una camioneta blanca de la marca Volkswagen, lapso en el que estuvo acompañado por, al menos, un de los elementos de seguridad que tenía asignados. Pero al arribar al Tianguis Limonero de Apatzingán, en donde tenía su oficina y se reunían los productores de limón de esa zona, cambió de vehículo.
Quizás este cambio fue determinante, ya tras dejar la camioneta Volkswagen, abordó una camioneta Toyota pickup de color gris, que era de su propiedad, y también prescindió del equipo de seguridad que lo estaba acopañanado hasta ese momento, por lo que continuó solo hacia la comunidad de Cenobio Moreno, en donde, según las indagatorias, habría sido citada por personas vinculadas al crimen organizado.
Mientras la camioneta blanca iba de regreso a Apatzingán, la víctima llegó a la comunidad de Cenobio Moreno, en donde permaneció varias horas y desde donde habría realizado varias llamadas telefónicas, mismas que ya están siendo revisadas y analizadas por las autoridades a cargo de la investigación por el homicidio de Bravo Manríquez.
Fue hasta las 21:00 horas de ese mismo domingo cuando cámaras de video vigilancia registraron el paso de la pickup gris hacia Apatzingán, específicamente hacia Loma de Hoyos. No obstante, las autoridades apuntan a que en ese momento Bernardo Bravo ya no estaba con vida y que el cadáver fue “sembrado” en el lugar donde se localizó horas más tarde.
Alrededor de las 8:00 horas del lunes 20 de octubre, la camioneta Toyota gris fue localizada sobre el camino que conduce a la comunidad de Los Tepetates, en el municipio de Apatzingán. Al interior del vehículo, en el asiento del conductor como si estuviera manejando, estaba el cuerpo sin vida de Bernardo Bravo Manríquez, quien presentó un disparo de arma de fuego en la cabeza, así como golpes también en la cabeza.

Asimismo, la víctima no contaba con sus pertenencias personales, ni su celular ni su cartera fueron localizadas en el vehículo, que se encontraba encendido al momento del hallazgo, ni en los alrededores de éste. “Él [Bernardo Bravo] perdió la vida en el transcurso de la tarde-noche o en la noche del domingo en este tránsito”, detalló el Fiscal de Michoacán.
“No hubo pertenencias, no traía su celular ni su cartera, no había un arma, no había un casquillo cerca de él, solamente lo acomodaron en el lado del piloto con el vehículo encendido”, agregó el Fiscal Torres.
Tras el crimen del líder citrícola, fue detenido un sujeto identificado como Rigoberto "N", alias "El Pantano", a quien se le señala como un presunto autor intelectual de asesinato de Bernardo Bravo. La detención fue confirmada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), que indica que Rigoberto “N” es “jefe operativo de una célula delictiva dedicada al cobro de cuotas y extorsión a limoneros”.
"El Pantano" también es acusado de ser el jefe operativo de la célula criminal "Los Blancos de Troya", grupo aliado de "Los Viagras" y del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), responsable de extorsionar a los productores de limón de Michoacán. Al momento de su detención, "El Pantano" portaba tres credenciales distintas, dos licencias de conducir y una identificación de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán.
En entrevista para Imagen noticias, Fanny Arreola, alcaldesa de Apatzingán, dijo que la camioneta en la que fue localizado el cuerpo de dirigente limonero no era el vehículo en el que habitualmente se transportaba, particularmente para las reuniones de trabajo que sostenía. “Él tenía tres elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal asignados a su acompañamiento”, de los que ninguno lo acompañaba al momento del homicidio, dijo la Edil.
Arreola también subrayó que el crimen organizado ha logrado infiltrarse entre las organizaciones de agricultores. “Está muy mezclado, no hay una línea clara entre quién se dedica al crimen organizado y quién se dedica a limón, porque estas personas logran infiltrarse en las asociaciones”, dijo la Alcaldesa, quien destacó eso les da “miedo a poder organizarnos y se desarticulan muchos de los esfuerzos”.
Derivado de trabajos de investigación tras el homicidio de Bernardo Bravo, líder de citricultores en la región, se realizó un operativo en Michoacán encabezado por elementos de @Defensamx1, en coordinación con @FiscaliaMich, autoridades del @GabSeguridadMX y del @GobMichoacan,… pic.twitter.com/vImUgQekFx
— Omar H Garcia Harfuch (@OHarfuch) October 21, 2025
Bravo Manríquez se destacó por denunciar públicamente las extorsiones y violencia de las que los productores citrícolas eran víctimas. En septiembre, informó que un jornalero perdió la vida en el municipio de Buenavista por un artefacto explosivo. “Mientras el Estado Mexicano no implemente una estrategia integral y eficaz para detener esta violencia, todas y todos los habitantes seguiremos siendo víctimas de un entorno que limita nuestras libertades y pone en riesgo la vida cotidiana”, dijo en ese momento.




