Desde 2021, Toral grababa de manera recurrente a "Doña Lety", cuyas reacciones, comentarios y carisma generaban gracia a cientos de miles de internautas, y ayudaron al creador de contenido a alcanzar más de 3.5 millones de seguidores en redes.
Ciudad de México, 30 de octubre (SinEmbargo).- La Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz ofreció esta semana una recompensa de 350 mil pesos por información que conduzca a la detención del influencer Jaime Pascual Hernández Toral, señalado de trata de personas, y quien habría privado de la libertad a Leticia Gómez, mejor conocida como "Doña Lety" por usuarios de TikTok, para generar contenido para redes sociales.
"La Fiscalía General ofrece recompensa a quien aporte información veraz, útil, eficaz y oportuna para la localización, detención o aprehensión del C. Jaime Pascual Hernández Toral por su probable participación en la comisión del delito de trata de personas", indicó la Fiscalía.
A inicios de septiembre 2024, "Doña Lety", escapó de un inmueble de la localidad de Tantoyuca, Veracruz, donde dijo que permaneció durante un año secuestrada. Vecinos alertaron a las autoridades y Gómez fue resguardada por las fuerzas de seguridad estatales, que iniciaron una investigación de los hechos.
— FGE Veracruz (@FGE_Veracruz) October 29, 2025
Aunque la ficha de recompensa fue emitida por la Fiscalía de la entidad desde el pasado 28 de octubre, Jaime Toral no se ha pronunciado al respecto y sigue activo en redes sociales.
Desde 2021, Toral grababa de manera recurrente a "Doña Lety", cuyas reacciones, comentarios y carisma generaban gracia a cientos de miles de internautas, y ayudaron al creador de contenido a alcanzar más de 3.5 millones de seguidores entre sus cuentas de YouTube, Facebook, Instagram y TikTok. La mujer no sólo hablaba de lo que le pasaba al encontrarse en situación vulnerable, sino que también daba consejos de amor y brindaba frases de todo tipo.
Tras ser señalado del presunto secuestro, Jaime Toral se defendió con un video en el que afirmó que él no tenía a la mujer contra su voluntad, aunque sí vivían en el mismo domicilio.
“Dimos la mano y nos la mordieron. Recordemos que ella se arrastraba por las calles y tras llevarla con varios especialistas logramos que volviera a caminar”, comentó.




