Las Tiendas del Bienestar han generado una expectativa particular entre la población, pero la razón es sencilla: por que son el lugar de distribución de la marca de productos del Estado, Bienestar.
Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo).- Aracely Quevedo Soto hizo un largo recorrido de al menos tres horas desde el Estado de México hasta la Ciudad de México. No es un desplazamiento obligado, ni un compromiso ineludible: no va al trabajo, no tiene clases, ni consulta médica; no hay cita marcada en su agenda. Sin embargo, decidió recorrer la ciudad por voluntad propia, con un propósito concreto: llegar a una Tienda del Bienestar. Lo hace porque quiere, pero también porque, de todas las opciones posibles, es la única tienda que conoce y a la que puede acceder.
“Vengo hasta acá porque es la única tienda que conozco hasta el momento y no me importa realmente el tiempo que tenga que hacer para venir por los productos y apoyarnos entre todos”, dice Aracely.
Son las 8:45 de la mañana. La tienda aún no abre en su totalidad, pero las cortinas de metal ya fueron levantadas, lo que permite que la gente ya esté asomándose tras los cristales. Las miradas se clavan con atención en los empleados que colocan cuidadosamente sobre los anaqueles frascos de tres productos: chocolate, miel y café. Todos llevan la misma etiqueta: la marca del Bienestar. Estos productos son, sin duda, los más buscados por quienes llegan desde temprano.
El público es mayoritariamente de adultos y adultas mayores. No son necesariamente los clientes habituales de la zona —los trabajadores aledaños, quienes tienen un puesto ambulante—, sino ciudadanos que viven a varios kilómetros, algunos incluso en otros municipios o hasta de otras entidades federativas. Vienen buscando esos productos que, aseguran, no encuentran en ningún otro sitio.
Las Tiendas del Bienestar han generado una expectativa particular entre la población, pero la razón es sencilla: la marca de productos del Estado, y y particularmente de los chocolates.
“Se vuelven muy importantes nuestras tiendas porque son donde nosotros podemos distribuir todo lo que es nuestra marca Bienestar”, afirma a las cámaras de SinEmbargo María Luisa Albores González, Directora General de Alimentación para el Bienestar.
Albores explica que uno de los aspectos que han hecho de estas tiendas algo relevante es que, a través de ellas, se distribuyen directamente los productos de la marca Bienestar, un sello del Estado que busca conectar al productor rural con el consumidor urbano.
“Empezamos con tres productos —dice—, que son tres productos consumidos por el pueblo de México, pero además de consumidos, son producidos por el pueblo de México. Y cuando produces estos productos, como el café, el cacao y la miel, estamos hablando de productos que coadyuvan muchísimo en la parte ambiental”.
La funcionaria recuerda que en esas tiendas se lanzó la marca de manera paulatina, “por etapas”, y que cada nuevo producto ha sido recibido con entusiasmo.
María Orozco Chávez vive en San Andrés Totoltepec, en la Alcaldía Tlalpan. Es la segunda vez que visita la tienda. La primera fue por curiosidad, luego de ver en internet y televisión videos sobre los productos del Bienestar. La mujer ubicó la tienda sobre Avenida Insurgentes, muy cerca de un Banco del Bienestar, y acudió exclusivamente para comprar café, miel y chocolate:
“Eso fue lo primero que compré para mí y para la señora que cuido. Luego llevamos chocolate de tableta y nos encantó”, recuerda. Mari, en su segunda visita, lo hizo muy temprano con la misión de llevar más chocolate en tableta:
“Somos muy dulceros —cuenta—, pero aparte la miel a la señora le gusta mucho, por eso vine hoy. Vine particularmente por los productos del Bienestar”, dijo la mujer, que además asegura que otro de los factores que influyen a acudir especialmente a una tienda es por la calidad de los productos.
“Tienen productos de buena calidad y además de buenos precios”, recalcó.

La marca del Bienestar
El corazón de Alimentación para el Bienestar son precisamente esas tiendas, explica Luisa Albores. “Cuando llegamos había 20 mil 4500 tiendas, ahora son 25 mil 300 porque estamos creciendo”, dice.
El objetivo, añade, es claro: ofrecer productos básicos y complementarios a los mejores precios en zonas de alta y muy alta marginación, así como en regiones alejadas donde antes no llegaban opciones de abasto.
“Además, la instrucción de la Presidenta, Claudia Sheinbaum —explica Albores— fue que tuviéramos una marca propia para llevar productos de excelente calidad a nuestras tiendas. Así nació la marca Bienestar”.
Los tres productos iniciales fueron seleccionados no solo por su popularidad, sino por su significado social y ambiental, según explica la funcionaria.
“El café, el cacao y la miel —enumera— son productos que cuidan la madre tierra, el suelo, la flor y la fauna. Pero lo más importante es que quienes los producen son nuestros pueblos originarios, indígenas y afroamericanos”.
La funcionaria también recuerda que el cacao fue “la primera moneda en la época prehispánica” y que México, junto con Centroamérica y Sudamérica, es parte del origen de ese grano. “También la miel es fundamental, porque es trabajo del polinizador más importante. Son productos que coadyuvan mucho ambientalmente, pero también socialmente”.
El objetivo —insiste— es pagar un precio justo. “Nosotros llegamos directamente a las localidades y compramos. En el caso del café, compramos el grano, lo mandamos a maquilar en Córdoba, Veracruz, y distribuimos en nuestra red. Por ahora no tenemos planta propia, pero ya estamos en proceso de instalarla para el café soluble”.
El 84% de las familias mexicanas, dice Albores, prefieren el café soluble, por eso la primera presentación fue en frascos de café 100% mexicano, comprado a precio justo. Lo mismo ocurre con el cacao, que compran directamente en Tabasco, y con la miel producida en comunidades rurales.
“El propósito —añade— es que quienes se beneficien más sean las y los compañeros cafeticultores, cacaoteros y productores de miel”.
Sin duda el chocolate es uno de los principales protagonistas de las tiendas. En una tienda habitual de Bienestar, ubicada en Avenida Insurgentes Sur 3483, Villa Olímpica, Tlalpan, la tienda apenas abre y la gente se abalanza a un solo sitio. A penas han transcurrido 40 minutos y ya se agotó un producto: el chocolate en tableta.
Para María Orozco, los productos del Bienestar tienen una diferencia clara con respecto a las marcas comerciales. “A pesar de que es un chocolate semiamargo, está muy rico, muy cremoso. La miel sabe a miel, no como en otros lados donde ya no sabes a qué sabe. Esa sí sabe a la miel que comía cuando era pequeña”, dice.
Y sobre el café, agrega: “También está muy bueno. El café, la miel y la barra de chocolate que he probado están muy buenos”.
Albores coincide en que la intención es ofrecer productos de calidad y de precio accesible: “Queremos que los mexicanos degusten de lo mejor, con precios justos tanto para el productor como para el consumidor”.
“Queremos ser una empresa que acerque productores a consumidores, del campo a la mesa, sin que el costo lo cargue ni el productor ni el consumidor”, resume la funcionaria.
La respuesta del público ha sido alentadora, destaca la funcioanaria: “Nos da mucho gusto ver las filas cuando lanzamos productos. Los han aceptado muy bien”.

¿Dónde están las tiendas?
Aunque existen más de 25 mil tiendas del Bienestar en todo el país, la población todavía no tiene claro dónde están ubicadas. El caso de Luis Salazar Reyes, originario del municipio de Chihuahua, lo ilustra.
Salazar visitó la Ciudad de México para ver a un familiar, pero aprovechó el viaje para ir a una tienda del Bienestar. “Busqué en internet dónde venden leche Liconsa, pero todavía no llega el producto allá. Es la primera vez que vengo”, cuenta.
Dice que vino específicamente por los productos del Bienestar. “El chocolate me llamó la atención porque la presidenta dijo que tiene 50 por ciento de cacao y no el 2 o 3 por ciento de otros productos. Me voy a llevar todas las presentaciones”, asegura.
Albores reconoce que aún falta difusión: “Estamos construyendo un directorio para que, a través de la red, se puedan identificar las tiendas. Será un mapa interactivo por coordenadas”.
Por ahora, explica, la mayoría de las tiendas están ubicadas “en las localidades más alejadas, donde muchas veces es la única presencia gubernamental”.
“Estoy hablando de la Sierra Tarahumara, en Chihuahua, y de regiones de Guerrero y Oaxaca. Es ahí donde las tiendas se vuelven sumamente importantes para llevar abasto directo a las comunidades”.
El directorio interactivo busca mostrar la ubicación exacta de las tiendas, no por colonia sino por coordenadas, para facilitar su localización. “Queremos que la gente pueda acudir y comprar sus productos directamente. Seguimos construyendo más tiendas en zonas con alta marginación y las vinculamos con el proyecto de Leche para el Bienestar”, explica.
“Las tiendas son muy importantes porque ahí distribuimos todo lo que es nuestra marca Bienestar”, repite con convicción.
Luis Salazar lo resume con sencillez: “Es bueno apoyar a los que producen. Muchos tienen el producto, pero no lo venden porque pierden más. Me decía una persona de Chiapas: ‘Viene alguien y nos compra el kilo de café a peso la caja’. Por eso vine, para apoyar”.

Los productos que vienen
Los productos estrella de la marca del Bienestar son actualmente el café, el chocolate y la miel; sin embargo, ya se trabaja en la expansión. María Luisa Albores, explicó que el siguiente paso, que se espera pueda ser en este mes de noviembre, será incorporar el frijol embolsado bajo la marca propia a partir de noviembre, y que para el próximo año o 2027 se prevé lanzar tés de bienestar y frijoles en lata, debido a que este tipo de presentación no requiere conservadores, ya que el proceso de pasteurización permite mantener su calidad y sabor.
La funcionaria además adelantó que la dependencia avanza en un proyecto para producir harina de maíz. Detalló que actualmente se acopia maíz en diversas entidades productoras, el cual se comercializa directamente en las tiendas del bienestar. La nueva planta procesadora, dijo, trabajará con maíz proveniente de pequeños productores, principalmente de Chiapas, una de las zonas más productivas del país.





