En medio del escándalo por los archivos Epstein, Donald Trump ha visto debilitado su poder entre los republicanos. A la par, prácticamente todas las encuestas revelan que enfrenta su peor nivel de aprobación como Presidente de Estados Unidos.
Ciudad de México, 18 de noviembre (SinEmbargo).– The Wall Street Journal cuenta hoy que cuando los funcionarios convocaron a la representante Lauren Boebert a la sala de crisis de la Casa Blanca el miércoles de la semana pasada, esperaban que el director del FBI, Kash Patel, y la Fiscal general, Pam Bondi, pudieran persuadirla de no desafiar al Presidente Donald Trump.
“Los funcionarios querían que Boebert retirara su apoyo a un proyecto de ley de la Cámara de Representantes que ordenaba la divulgación de los registros relacionados con el delincuente sexual Jeffrey Epstein. Pero Boebert, republicana de Colorado y una de las partidarias más fervientes de Trump, no se dejó convencer, según informaron funcionarios de la Administración. Declaró ante la sala que le preocupaban las víctimas de Epstein, que quería saber si había otras personas responsables de abusar de menores y que no confiaba en las investigaciones anteriores. Posteriormente, varios funcionarios de la Administración dijeron que tenían pocas esperanzas puestas en la reunión y que, en general, había sido una pérdida de tiempo”, agrega.
Según los periodistas que firman el artículo, el episodio fue “una de las varias señales recientes de que la capacidad de Trump para doblegar al Partido Republicano a su voluntad se está debilitando. Se espera que la votación en la Cámara de Representantes sobre la publicación de los archivos de Epstein del Departamento de Justicia tenga lugar hoy martes, después de que el Presidente no lograra impedirlo”.
El diario enumera otras señales en todo Estados Unidos que hablan de cómo Trump, que ha ejercido el poder a punta de amenazas y venganzas, se está debilitando aceleradamente.
Hay otra señal inequívoca de ello: las mediciones sobre su mandato. Trump se encuentra en el peor momento de su historia como Presidente de Estados Unidos, de acuerdo con todos los ponderados y con todas las encuestas, incluso las aliadas de los republicanos. De acuerdo con Real Clear Polling, 54.4 por ciento de los estadounidenses rechaza a su Presidente mientras que 43 por ciento lo acepta. Pero cuando se analizan algunas encuestadoras poderosas, esta diferencia se potencia.
La encuesta de Reuters dice que 40 por ciento acepta a Trump mientras que 58 por ciento lo rechaza. The Economist señala que 43 por ciento lo aprueba y 56 por ciento lo desaprueba. Son dos medios de una enorme penetración en el mundo, lo mismo que The New York Times, que le da 42 por ciento de aceptación y 54 por ciento de rechazo.
“La aprobación de Trump ha disminuido paulatinamente en los últimos meses. Tan sólo el 37 por ciento de los estadounidenses aprueba su gestión, según la última encuesta de CNN, el nivel más bajo de su segundo mandato. Esto ocurre en un contexto de profunda insatisfacción generalizada entre la mayoría de los estadounidenses con la situación del país y la economía”, dice el Times.
El mismo diario, The New York Times, cuenta hoy otra versión de la misma historia de The Wall Street Journal. Narra que Trump denunció las peticiones de publicación de los archivos de Epstein como una farsa demócrata. Luego envió a sus asesores a advertir a los republicanos que apoyarlas se consideraría un acto hostil. Después llamó personalmente a quienes se atrevieron a hacerlo, e incluso envió a su Fiscal general y al director del FBI a reunirse con una de ellas en la Sala de Crisis de la Casa Blanca para intentar convencerla de que colaborara con la justicia.
“Al final, nada funcionó”, dice.
“Y el domingo por la noche, Trump hizo algo que rara vez se había visto obligado a hacer: cedió ante la presión de su partido e instó a los republicanos de la Cámara de Representantes a respaldar un proyecto de ley que ordenaría a su Departamento de Justicia divulgar todos los archivos de investigación sobre el delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein. Para el lunes, ya decía: ‘Claro’, que firmaría la legislación que había intentado frenar durante meses”.
No está claro que hacerlo tenga algún impacto concreto. “Trump podría haber ordenado la publicación de los archivos sin una ley del Congreso, y no lo ha hecho. Y queda por ver si su Departamento de Justicia finalmente los publicará. Pero su cambio de postura ha abierto las puertas al apoyo republicano al proyecto de ley, que se espera que se vote en la Cámara de Representantes el martes y parece probable que se apruebe por unanimidad. También ha generado dudas sobre la capacidad del Trump para imponer su voluntad a los republicanos y a la nación, lo que sugiere un debilitamiento de su férreo control sobre su partido en medio de la caída de sus índices de popularidad, el aumento de los precios y las divisiones dentro de su coalición política”, afirma The New York Times.
La versión de ambos diarios, que coincide en el debilitamiento del Presidente, se replica en otros medios de Estados Unidos.
