Pinochet, El Yunque, Trump... el Presidente chileno Kast es adorador de puro ultra

15/12/2025 - 7:04 pm

Si Augusto Pinochet viviera “votaría por mí [...] nos habríamos tomado un tecito en La Moneda”, aseguró el ultraderechista José Antonio Kast, Presidente electo de Chile, hace ocho años. Ahora, tras resultar ganador de las elecciones presidenciales chilenas, el exdiputado y líder del Partido Republicano será quien conduzca el destino del país sudamericano en el próximo periodo 2026-2030.

Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo).- “Nuestras ideas ya ganaron [...] en Chile también vamos a ganar”, vaticinó el ultraderechista José Antonio Kast, Presidente electo de Chile, el pasado mes de enero, luego de que Donald Trump —a quien admira, por lo que incluso adoptó la frase “los chilenos primero”, similar al MAGA estadounidense— asumiera por segunda vez la Presidencia de Estados Unidos.

“Nuestras ideas ya ganaron. Nuestras ideas ya ganaron en Estados Unidos, en Italia, en Argentina, lo más probable es que vuelvan a ganar en Colombia y en Chile también vamos a ganar”, sostuvo el entonces candidato por el Partido Republicano de Chile en entrevista con el medio ADN Radio, al que en esa ocasión manifestó que su preocupación se centraba en la inmigración, el Tren de Aragua y la delincuencia, situación que habían deteriorado al país.

“El deterioro del país es evidente y cada día que pasa es más desastroso, y lo vemos en seguridad, en pensiones. Tenemos un Gobierno inoperante, inepto, y eso hace que la gente requiera un mensaje más fuerte”, dijo Kast, quien se dijo despreocupado del avance en las encuestas que en ese momento presentaba Johannes Kaiser. “No me preocupa, a mí me preocupa el Tren de Aragua, la delincuencia, la inmigración”, afirmó.

Kast aventaja elección presidencial de Chile
José Antonio Kast, virtual Presidente electo de Chile. Foto: X @joseantoniokast

Este domingo 14 de diciembre, Chile celebró la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. El resultado dio la ventaja a Kast por una amplia mayoría, el 58.30 por ciento de los votos –Mientras que la izquierdista Jeannette Jara obtuvo el 41.70 de los apoyos electorales–, por lo que será el exdiputado y líder del Partido Republicano quien conduzca el destino del país sudamericano en el próximo periodo 2026-2030.

Aunque en los hechos ha manifestado una agenda muy similar a la de Trump, Kast asegura que no es igual al mandatario estadounidense. "No estamos cayendo en esta trampa (...) no somos la caricatura de la derecha", dijo en declaraciones consignadas por The New York Times. Sin embargo, como Trump, Kast también prometió construir una frontera al norte de Chile para impedir la migración ilegal, especialmente las personas provenientes de Venezuela.

Y es que al Presidente electo, que nació en la ciudad de Santiago, se le olvidó que él es hijo de migrantes alemanes, incluso su padre, Michael Kast, formó parte del ejército Nazi en la Segunda Guerra Mundial, pese a que ha asegurado que aborrecen al nazismo, justificando que su progenitor fue “un soldado reclutado”.

Su familia tiene además un estrecho vínculo con la dictadura militar de Augusto Pinochet, de la que su Miguel Kast fue ministro y el mismo José Antonio se ha dicho admirador de Pinochet.

“Mi padre fue un soldado alemán. Él entró con 18 años a la guerra y le tocó estar en Francia, en Rusia y en Italia, siempre en el campo de batalla. La mayoría de los soldados alemanes no sabía lo que ocurría con los nazis. Mi aproximación a ellos es de repulsión, de no poder creer que exista tanta maldad. Es lo mismo que me pasa con los comunistas, porque ellos se creen los defensores de los derechos humanos y son responsables de millones de muertes”, dijo en una entrevista con el diario chileno La Tercera.

Kast ha intentado minimizar el pasado nazi de su padre, afirmando que se vio forzado a formar parte del Ejército alemán. No obstante, la versión fue desmentida por la agencia noticiosa Associated Press, mismas que publicó la documentación que probaba que el joven Michael se afilió de forma voluntaria y formó parte también de las Juventudes Hitlerianas.

Una vez en Chile, acabó prosperando como muchos otros con ese mismo pasado, oponiéndose a los procesos democráticos, como el de Salvador Allende en Chile, o apoyando a las dictaduras que les dieron cobijo. Otro de sus diez hijos, Miguel, fue uno de los “Chicago Boys” que influyó profundamente en las medidas neoliberales que se impusieron durante la dictadura de Pinochet, durante la que fue también ministro.

También en La Tercera, Kast defendió la dictadura de Pinochet, que dejó con unas 40 mil víctimas de tortura, prisión, asesinato y desaparición. Incluso, aseguró que si viviera, el dictador votaría por él. “Nunca conversé a solas con Pinochet. Yo defiendo su gobierno, pero nunca me tomé ni un café con él. No hay que ser muy creativo para pensar que si estuviera vivo votaría por mí. Ahora, si me hubiese juntado con él, nos habríamos tomado un tecito en La Moneda”, aseguró en noviembre de 2017, en su primer intento presidencial.

De hecho, Kast, en su tercera candidatura, llegó a La Moneda con las mismas promesas que en su día esgrimió el dictador Augusto Pinochet para dar un golpe de Estado: orden, mano dura, valores tradicionales y ese “hacer grande al país otra vez”, que también abrazan los seguidores del trumpismo. Se trata de la primera vez que la ultraderecha chilena accede al poder a través de las urnas tras una campaña.

Kast es el primer pinochetista en triunfar en democracia en Chile.
José Antonio Kast, Presidente electo de Chile. Foto: X @joseantoniokast

Kast dedicó parte de su tiempo para hacer campaña a favor de mantener a Pinochet en el poder en el referéndum de 1988, propuesta que fue rechazada por los chilenos, pero que sentó las bases ideológicas de próximo presidente sudamericano, ya que aunque empezó su carrera política siempre bajo el paraguas de fuerzas y mensajes ultraconservadores, no fue hasta 2019 junto a otros nostálgicos de la dictadura formó el Partido Republicano.

El seguidor de Pinochet ha logrado hacerse con el voto del descontento de una sociedad chilena que en un 58 por ciento ha apostado por ese “gobierno de emergencia” con el que ha prometido acabar con una elevada sensación de inseguridad que no coincide con las estadísticas de delitos reales, la crisis migratoria y satisfacer las expectativas económicas de la clase media.

La victoria de Kast forma parte de la ola ultraconservadora que viene ocupando América Latina en los últimos años, con algunas excepciones que podrían no ser tales a la espera de elecciones el próximo año en lugares como Brasil o Colombia, o de saber qué sucederá en Venezuela a medida que continúa la presión de un Estados Unidos que promete créditos y ayuda cambio del voto para sus “candidatos”.

Por ello, entre el ideario del presidente electo de Chile también se encuentra su oposición al aborto, al matrimonio entre personas del mismo sexo y ha hecho suya la cruzada “trumpista” contra la inmigración, prometiendo el cierre de fronteras, deportaciones masivas o la creación de un cuerpo policial a la caza del migrante como en Estados Unidos, incluso, dio un ultimatum a los migrantes para que se autodeporten o sean atengan a ser deportados.

En 2001, cuando fue electo como Diputado se dedicó a trabajar en temas familiares y educativos, por lo que incluso creó el Frente Parlamentario por la Vida", integrado por varios legisladores que se opinían al aborto, así como a la venta y distribución de la píldora del día después, y promovían los valores tradicionales. Ya en 2016, cuando se separó de su partido, esta ideología lo siguió y al fundar el Partido Republicano destacó que defendería “la vida humana desde la concepción” y los valores familiares.

Más tarde reveló públicamente que él y su esposa no usaban anticonceptivos, por lo que en 2022, encabezó la presidencia de la llamada Red Política por los Valores, una organización internacional que, de acuerdo con lo señalado en su portal, están en contra del aborto, en contra del matrominio igualitario, en contra de la eutanasia y busca promover “el derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos”, señaló The New York Times.

En 2021, el periodistas Álvaro Delgado publicó un reportaje en SinEmbargo, en el que señaló que Eduardo Guerrero Núñez, jefe de la organización secreta El Yunque, era el coordinador del programa económico del entonces candidato presidencial de la ultraderecha, José Antonio Kast Rist, simpatizante del dictador Augusto Pinochet, a quien manipulaban como candidato y pretendían seguirlo haciendo como Presidente de ese país, igual que lo hicieron los jefes de esa organización extremista en México con Vicente Fox y Felipe Calderón.

El economista neoliberal Guerrero Núñez, cuyo seudónimo en El Yunque es “Jaime Moro”, dijo Delgado, se ufanaba de tener tanta influencia en Kast como la tuvo con Fox, el sicólogo industrial Ramón Muñoz Gutiérrez, “Julio Vértiz”, jefe de la Oficina de la Presidencia en ese Gobierno y entonces jefe de la planeación estratégica del Partido Acción Nacional (PAN) de México.

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Una persona ejerce su voto en la elección presidencial de Chile celebrada en noviembre de 2025. Foto: Xinhua

La jerarquía de El Yunque en Chile era liderada por el ingeniero comercial Guerrero Núñez, de 38 años de edad, quien como coordinador del equipo económico de Kast defiende el modelo neoliberal, asegura que el crecimiento económico se logra bajando los impuestos a los corporativos y afirma que la desigualdad no es el principal problema en Chile, sino el descontento ciudadano es por el abuso, sostuvo el periodista.

“Nuestro voto será por la libertad, paz social, respeto a nuestras instituciones, libertad de culto, libertad de enseñanza, salvaguardar derechos políticos y sociales… hacemos llamado a defender estas ideas amenazadas por el candidato del PC”, afirma Guerrero Muñoz, quien mantiene fluida comunicación de lo que pasa en Chile con los máximos jefes de El Yunque en México, a donde viaja con frecuencia: José Antonio Quintana, Bernardo Ardavín y Guillermo Velasco Arzac…

Antes de Guerrero, otro personaje de El Yunque ha sido colaborador clave de Kast: Juan Carlos Aguilera fue su coordinador de la campaña presidencial de 2017 y ha sido conferencista de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), fundada por la organización secreta.

En la campaña de 2017, la vocera de la campaña de Kast fue Nora Cuevas, exalcaldesa de San Bernardo, política también de la organización de El Yunque que es acusada por los delitos de fraude al fisco, malversación de recursos públicos y desfalco por su sucesor en el Gobierno, Christopher White.

Al igual que en México y en España, en Chile El Yunque controla numerosas plataformas de extrema derecha que operan públicamente para impulsar su agenda, como CiticenGo y HazteOir. Por ejemplo, el fundador y primer presidente de HazteOir en Chile es Felipe Ross, quien en 2021 era consejal de Vitacura —una especie de alcaldía de Santiago, la capital del país—, un enclave electoral de Kast, porque es habitada por familias de ingresos altos.

Otros dos miembros de El Yunque en Chile, dijo, que tienen como proyecto apoderarse del Gobierno de Kast son Henry Boys, Rodrigo Esteban Donoso Baeza y Benjamín Lagos, miembros del Observatorio de la Cultura San Juan Pablo II, un “centro de estudio” para la formación de nuevos liderazgos católicos, que en realidad sirve para reclutar militantes para esa organización.

La retórica anticomunista y la admiración a la dictadura de Pinochet es característica de El Yunque en Chile que posee también una editorial para publicar libros propagandísticos. Se trata de la Editorial Conservadora, cuyos socios son precisamente Henry Boys, Rodrigo Esteban Donoso Baeza y Benjamín Lagos, que en el 2020 editó “Miserias morales de la chilenidad”, del pinochetista Hermógenes Pérez de Arce, cuya presentación establece:

“Bajo la aguda pluma del incombustible líder intelectual de la derecha criolla se destacan los hitos por los cuales él considera que Augusto Pinochet refundó la patria, sin perder ocasión de criticar a la Democracia Cristiana y a Chile Vamos por su olvido selectivo al desconocer el apoyo que brindaron a su gestión en otro tiempo. Cuestiona también la ‘dictadura judicial’ chilena, señalando el hostigamiento que los tribunales de justicia han realizado sobre militares en retiro, quienes contribuyeron a vencer el desafío subversivo y terrorista armado que asoló Chile en los años 1970”.

No es fortuita esta apología de Pinochet en una organización como El Yunque que tiene un expediente de uso de la violencia contra sus adversarios, sobre todo en sus orígenes en México, y que sigue adiestrando a sus integrantes en la defensa personal.

- Con información de Álvaro Delgado y Europa Press

Nora Gaspar Reséndiz

Nora Gaspar Reséndiz

Comunicóloga por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Busca ejercer un periodismo libre, crítico y con responsabilidad social. Actualmente es parte de la Unidad de Investigación y Multimedia de SinEmbargo.

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