Por años, América Latina ha sufrido la injerencia de Estados Unidos. Un ejemplo actual son las acusaciones del Gobierno de Donald Trump en contra de Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela, que tienen el objetivo de presionar al Presidente Maduro para que renuncie a su cargo y que el mandatario estadounidense imponga en Venezuela un Gobierno afín a sus intereses.
Ciudad de México, 19 de diciembre (SinEmbargo).- América Latina y el Caribe, como en otros países alrededor del mundo, ha sufrido el intervencionismo estadounidense en muchas ocasiones. Desde la invasión y el robo a México de la mitad de su territorio hasta la Guerras Bananeras que afectaron a Centroamérica y el Caribe; pasando por el intento de captura de Pancho Villa en México; los tamales presuntamente hechos de cocaína en Panamá; y las supuesta narcolanchas enviadas de Venezuela, todos son prueba del insaciable injerencismo de los Estados Unidos en Latinoamérica.
Un ejemplo actual que evidencia las intenciones injerencistas de la Unión Americana son las acusaciones del Presidente Donald Trump en contra de Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela, a quien acusa, sin pruebas, de liderar un cártel dedicado al tráfico de drogas y de enviar criminales a territorio estadounidense, mientras que por otro lado otorgó el indulto a Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, pese a sus vínculos comprobados con el narcotráfico.
Por ello, incluso, desde el pasado mes de septiembre, el Gobierno de Estados Unidos ordenó a su ejército bombardear embarcaciones presuntamente cargadas con droga, las cuales tendrían como destino la Unión Americana, afirmaciones que no han sido comprobadas. Los ataques estadounidenses, que ya han cobrado la vida de casi 90 personas, tienen el objetivo de presionar al Presidente Maduro para que renuncie a su cargo y que Trump imponga en Venezuela un Gobierno afín a sus intereses.

– 1846-1848, la Guerra que no fue Guerra, sino invasión y despojo
En mayo de 1846, el Gobierno de Estados Unidos, encabezado por el Presidente James K. Polk, declaró la guerra a México, bajo la justificación de que este último había invadido territorio estadounidense y había derramado sangre estadounidense. Sin embargo, el inicio del conflicto fue el voraz expansionismo de la Unión Americana que se había anexado Texas y Oregón, tras lo cual vino la ocupación del ejército estadounidense en el territorio mexicano, mismas que duró poco más de dos años.
El conflicto y la ocupación concluyeron con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848, con el que México fue obligado a ceder la mitad de su territorio –en donde actualmente se sitúan los estados de Arizona, California, Colorado, Kansas, Nevada, Nuevo México, Oklahoma, Texas y Utah– del cual, además, renunció a reclamar, por lo que desde entonces el Río Bravo se convirtió en la frontera natural entre ambos países. Mientras que Estados Unidos sólo le dio a México 15 millones de dólares en compensación por el despojo.
– 1898, Cuba. La primera vez
En 1898, el inicio de la llamada Guerra Hispano-Estadounidense, fue con Cuba, a la que siguieron una serie de intervenciones en Latinoamérica por parte de Estados Unidos, particularmente en la Isla, a la que primero apoyaron para que se independizara de España y después bloquearon, por primera vez. En enero de ese año, el USS Maine explotó y se hundió de manera inexplicable en el puerto de La Habana, lo que provocó que Estados Unidos bloqueara navalmente a Cuba y le declarara la guerra a España.
La campaña militar que emprendió la Unión Americana fue todo un éxito. Primero, porque se expandió al Pacífico y el ceribe. Segundo, porque tras finalizar el enfrentamiento armado, Estados Unidos firmó el Tratado de París, en diciembre de 1898, con el cual obtuvo se adueñó de Puerto Rico y Filipinas. Además, este hecho marcó el inicio de una larga historia de intervencionismos militares tanto en la Isla caribeña, como en otros países de América Latina.
– 1903, con miras al Canal de Panamá
En 1903, el objetivo de la Unión Americana fue el tramo que actualmente se conoce como el Canal de Panamá, país que en ese entonces era parte de Colombia, nación con la que no llegó a un acuerdo para construir dicho corredor, por lo que entonces volcó todo su apoyo militar en favor de los rebeldes que buscaban la independencia de Panamá, y tras lograr su objetivo mantuvo por varias décadas el control del Canal.
– 1912, Nicaragua:
En 1912, Nicaragua atravesaba por la llamada Revolución Libero-Conservadora, situación de la que Estados Unidos se aprovechó para intervenir al país centroamericano. Tras la caída del presidente José Santos Zelaya, estalló un conflicto armado en Nicaragua, a donde llegaron marines estadounidenses para intervenir militarmente de manera directa y apoyar al mandatario proestadounidense Adolfo Díaz, lo que también provocó una ocupación que duró 21 años, bajo el argumento de proteger “los intereses” de la Unión Americana.
– 1914, México
Tras la revolución de 1910, México se sumió en una agitación política, promovida principalmente por Estados Unidos, quien buscaba imponer a un Presidente afines a sus intereses, por lo que incluso apoyó el golpe de Estado contra Francisco I. Madero que llevó a Victoriano Huerta a la presidencia de México, aunque después se retractó y brindó temporalmente su apoyo a Pancho Villa. Tras la caída de huerta, las tensiones entre México y la Unión Americana continuaron.
Por ello, en abril de 1914, cuando nueve marineros estadounidenses ingresaron en una estación de carga de combustible prohibida en Tampico, Tamaulipas, fueron detenidos por el Gobierno de México, aunque después llegó a un acuerdo con Estados Unidos para la liberación de los marineros. México aceptó disculparse con su vecino del norte, pero no aceptó una salva de 21 cañonazos que exigió también la Unión Americana, lo que provocó la orden de un bloqueo naval a México.
La orden de bloqueo al puerto de Veracruz fue instruida por el Presidente Woodrow Wilson, pero antes de implementarse, fue interceptado un cargamento de armas que tenía como destino el territorio mexicano, lo que era una clara violación al embargo de armas estadounidense, lo que resultó en la toma del puerto de Veracruz por parte de la Armada de estados Unidos, que ocupó esa zona por siete meses.
Pero un año después, en 2015, tras conseguir su objetivo utilizando a Pancho Villa, el gobierno de la Unión Americana de puso en contra del revolucionario, por lo que puso a disposición de las fuerzas antivillanas su transporte ferroviario, por lo que, en respuesta, Villa atacó todo lo proveniente de Estados Unidos, desde sus tropas, hasta a sus ciudadanos y a las propiedades de estos que se encontraban al norte del territorio mexicano y al suroeste del estadounidense.
Uno de los ataques más recordados fue el que Villa llevó a cabo el 9 de marzo de 1916, en el que las tropas del revolucionario atacaron un puesto del ejército estadounidense ubicado en Nuevo México, Estados Unidos, que dejó ocho soldados y 10 civiles muertos, así como ocho personas heridas, lo que el Presidente Wilson utilizó como justificación para enviar tropas estadounidenses a México y atrapar a Villa, aunque no lo logró y el ejército nortamericano tuvo que regresar con las manos vacías.

– 1915, Haití:
Mientras en México hacía lo propio bajo el pretexto de detener a Pancho Villa, el Presidente Woodrow Wilson también se dio el tiempo de enviar marines a Haití, en donde hacía poco había perdido a su presidente Vilbrun Guillaume Sam, quien fue asesinado luego de que ordenó la ejecución de 167 presos políticos. La orden era clara: estabilizar a Haití, que estaba hecho un caos, al que había contribuido la Unión Americana, cuando confiscó las reservas de oro de la isla, en donde las tropas estadounidenses permanecieron 19 años.
– 1916, República Dominicana
De 2016 a 1924, el ejército estadounidense ocupó República Dominicana, bajo la justificación de proteger los intereses de la Unión Americana, ya que en ese entonces, el Gobierno de República Dominicana, encabezado por el Presidente Jimenes Pereyra, atravesaba por un conflicto interno, el presto perfecto para que los Estados Unidos exigiera la renuncia del mandatario e impusiera su control por ocho años, pese a que la renuncia de Jimenes Pereyra tuvo lugar tras el arribo de las tropas norteamericanas.
La segunda invasión estadounidense que sufrió República Dominicana fue en 1965, también conocida como Operación Power Pack, que fue ordenada por el entonces Presidente de la Unión Americana Lyndon B. Johnson, quien en el marco de la Guerra Fría, y con temor del avance del comunismo, envió a su ejército para apoyar al Gobierno de Juan Bosch, que enfrentaba una rebelión de algunos grupos comunistas.
– 1954, Guatemala
La nación centroamericana también fue blanco del injerencismo estadounidense, tras el cual se sumió en una guerra civil que duró tres décadas. Todo comenzó con el golpe de Estado, en 1954, que sufrió el Presidente guatemalteco Jacobo Árbenz Guzmán, quien fue elegido democráticamente, pero que fue acusado por el Gobierno del presidente Dwight D. Eisenhower de comunista y aliado de la entonces Unión Soviética, por lo que ordenó a la CIA colaborar con la oposición para el derrocamiento del mandatario.
Para ello, la CIA elaboró las listas de asesinos y organizó el reclutamiento de exiliados que participarían. Además, el propio Eisenhower aprobó que se les proporcionara a los insurgentes bombarderos que serían respaldados por pilotos de la CIA. La oposición que colaboró con el golpe de Estado en Guatemala también estaba integrada por la United Fruit Company, una corporación a la que el Presidente Árbenz intentó confiscar tierras no utilizadas como parte de una reforma agraria en favor de la población.

– 1961, Bahía de Cochinos
Luego de que Fidel Castro asumió el Gobierno de Cuba, en 1959, las relaciones entre esta nación y la Unión Americana “se deterioraron rápidamente” por lo que la CIA comenzó planear la invasión de la isla, colaborando con un grupo opositor que se encontraba en Guatemala, a quienes entrenaron y armaron para que atacaran al país caribeño en abril de 1961, sin éxito, ya que los anticastristas fueron superados por el ejército cubano, lo que se sumó a la falta de organización entre el grupo opositor y la CIA, de la que ninguno de sus oficiales hablaba español.
Pero pese a la derrota, la CIA continuó con su intento de deshacerse de Castro, por lo que puso en marcha, al menos ocho complots para asesinar al Presidente Cubano, detalló un informe del Comité de Inteligencia del Senado referido por The New York Times, en el que se detalla que los estadounidenses equiparon a disidentes con armas para asesinar a Castro hasta el uso de pastillas venenosas, un bolígrafo venenoso, puros tratados con toxina botulínica y un traje de buceo contaminado tuberculosis para acabar con el lider cubano.
– 1970, Golpe de Estado en Chile
Tras la llegada de Salvador Allende a la presidencia de Chile en 1970, el Gobierno de Estados Unidos encabezado por el Presidente Richard Nixon comenzó a planear estrategias para derrocarlo, temeroso de que el chileno se uniera al comunismo, por lo que ordenó a la CIA que creara “un clima golpista", de acuerdo con documentos desclasificados referidos por el diario estadounidense, lo que incrementó la presión contra el Gobierno de Allende y culminó con el golpe de Estado, que abrió paso a la dictadura de Pinochet.
Entre las acciones encubiertas que orquestó la CIA se encuentran: una campaña de propaganda antigubernamental, la negación de préstamos por parte de instituciones financieras multilaterales a Chile, un fondo secreto con el que financiaban ataques y el apoyo del Gobierno de Estados Unidos al ejército de Chile, lo que propicio el golpe de Estado contra Allende, en septiembre de 1973, quien al verse sitiado en el palacio presidencial ordenó la rendición para después suicidarse.
– 1981, la CIA financió al narco en Nicaragua
Un informe secreto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), dado a conocer por el diario estadounidense The New York Times en 1998, reveló que en en la década de los 80s, este organismo apoyó deliberadamente a los contras en Nicaragua pese a que sabían que estaban involucrados en el narcotráfico, con el único objetivo de derrocar al entonces gobierno sandinista del país centroamericano. El informe detalló que, al menos, 50 de los llamados contras de Nicaragua eran narcotraficantes, se menciona particularmente al grupo 15 de Septiembre.
En el mismo documento se enfatizó que a pesar de que ningún oficial de la CIA estaba relacionado directamente en la venta de droga, “altos funcionarios” de la agencia estadounidense otorgó apoyo económico pese a que sabían que varios de los contras nicaragüenses eran narcotraficantes, ya que antepusieron su lucha contra el Gobierno sandinista. “Oficiales de la CIA involucrados en el programa contra estaban tan enfocados en la lucha contra los sandinistas que otorgaron una prioridad relativamente baja a la recaudación de información sobre el posible involucramiento de los contras en el tráfico de drogas'', señaló The New York Times en ese entonces.
– 1983, Granada
En plena Guerra Fría, tras la construcción de un aeropuerto en Granada, éste pequeño país caribeño fue acusado por Estados de contribuir a “proyectar el poder soviético en la región”, argumentado que la pista de la obra aérea permitiría a la entonces Unión Soviética aterrizar aviones cargados de armas. El pretexto perfecto de la Unión Americana para invadir Granada fue la ejecución del primer ministro de este país, luego de que el ejército granadino ordenó un toque de queda bajo amenaza de fusilar a cualquiera que estuviera en la calle.
Entonces, el Gobierno del Presidente Ronald Reagan envió miles de soldados a la nación caribeña, bajo la justificación de proteger a 600 estadounidenses estudiantes de medicina que se encontraban en Granada. En Granada sólo mil 500 soldados conforman la defensa de esta nación, por lo que rápidamente fueron vencidos y el Gobierno militar derrocado, por lo que se procedió a la instalación de una presidencia interina, misión que Reagan calificó de exitosa.
– 1989, Panamá
Entre 1960 y 1980, el general panameño Manuel Noriega fue un cercano y recurrente aliado de Estados Unidos en su labor injerencista en países centroamericanos. Incluso, en 1977, el mandatario estadounidense Jimmy Carter firmó un acuerdo con su homólogo centroamericano, Omar Torrijos, con la intención de que la Unión Americana, quien estaba siendo señalada de imperialista, devolviera el control del Canal a Panamá.
Sin embargo, tras la muerte de Torrijos la situación se volvió tensa pese a que la nación centroamericana quedó en manos de su antiguo aliado, el general Noriega, quien se convirtió en dictador de Panamá. En 1986, investigaciones periodísticas exhibieron el pasado criminal del militar panameño, entre ellas, lavado de dinero procedente del narcotráfico y asesinato, por lo que el gobierno estadounidense le solicitó su dimisión, a la que Noriega se negó, provocando un distanciamiento entre ambos.

Por ello, en diciembre de 1989, Panamá declaró el estado de guerra con Estados Unidos, país que envió alrededor de 20 mil soldados a invadir la nación norteamericana, de los cuales cuatro fueron detenidos por autoridades panameñas. En el arresto uno murió a tiros, lo que provocó el envío de tropas estadounidenses, quienes tenían la orden expresa de destituir al general Noriega, por lo que a su llegada al país centroamericano realizaron un supuesto hallazgo de cocaína en una propiedad Noriega, quien terminó por caer.
En inicio aseguraron que se trataba de 22 kilos de cocaína que habría sido hallada en una casa de huéspedes que pertenecía al dictador panameño, pero después el jefe del Comando Sur de las tropas estadounidenses aseguró que eran 50 kilos. Sin embargo, el Pentágono se tuvo que retractar, ya que no era cocaína sino tamales, incluso, otras autoridades estadounidenses se atrevieron a asegurar que se trataba de una sustancia utilizada en “rituales vudú", debido a su consistencia “aglutinante”.
– 1994, Haití
En 1994, luego de que el Presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, fue derrocado, el entonces Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, envió al ejército de este país a Haití con la firme misión de restaurar a Aristide en el poder. No obstante, 10 años después, la misma Unión Americana que apoyó su regreso ahora le quitó el poder al mandatario haitiano, a través de un golpe de Estado, en el que también contribuyó Francia.





