
Ciudad de México, 11 de febrero (SinEmbargo).- Los estudios sobre el patriarcado suelen centrarse en la subordinación de las mujeres a los hombres y las consecuencias perjudiciales para las mujeres. Sin embargo, un nuevo estudio afirma que la desigualdad social de género, también conocida en el mundo actual como patriarcado residual, es la causa del aumento de la mortalidad masculina en las últimas décadas.
De acuerdo con el profesor Daniel Kruger, jefe del grupo de investigadores, ya en el 2010 planteó la hipótesis de que en las comunidades patriarcales la mortalidad masculina es más alta. Sin embargo, ahora él y sus colegas lograron demostrarlo, con los resultados de su estudio publicados en un artículo en la revista Evolutionary Behavioral Sciences, de la Asociación Americana de Psicología.
Es así que los autores predicen que un mayor empoderamiento social de las mujeres se asocia con diferencias de mortalidad menores entre las mujeres y los hombres, que puede parecer contrario a la intuición, desde una perspectiva no evolutiva. De esta manera, proponen en su investigación que el grado de patriarcado refleja tanto el grado de control de los hombres sobre las mujeres como activos reproductivos, así como el grado de competencia masculina para posiciones de alto estatus y poder que le han conferido históricamente beneficios reproductivos desproporcionados.
Para llegar a esta conclusión, los científicos se valieron de todo un conjunto de documentos, desde una base de datos de la mortalidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta bases de datos pertinentes de la ONU, la CIA, Enciclopedia de las Culturas del Mundo, entre otras instituciones. Al analizar esta información estadística, los investigadores revelaron que en las sociedades más patriarcales la probabilidad de morir para los hombres es un 31% más alta que en las sociedades donde las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos.

Sin embargo, cuando se podría pensar que se trata de un fenómeno que tiene lugar sólo en sociedades calificadas como desarrolladas, esta tendencia ocurre por igual tanto en los países con un nivel de vida alto, como aquellos que se encuentran en vías de desarrollo.
Las razones por las cuales la gente muere son variadas y se dividen en causas externas (tales como accidentes de tránsito, violencia, suicidio, etcétera) e internas (enfermedades o padecimientos crónicos). Sin embargo, de acuerdo con los científicos, descubrieron que la mortalidad masculina en las sociedades patriarcales es mayor que en las comunidades con igualdad de género.
Por otra parte, si la tasa de mortalidad masculina a causa de enfermedades en las comunidades patriarcales es solo un 20% más alta que en las sociedades con igualdad de género, el mismo índice por causas externas se diferencia por más del doble.
Según Kruger, este hecho se debe a que cuando un hombre "tiene el poder sobre la mujer", él en competencia con otros hombres, comienza a aplicar un comportamiento más arriesgado que puede provocar su muerte de una u otra manera. En resumen: al luchar por la atención de una mujer los hombres arriesgan su vida.
No obstante, dicho comportamiento se vuelve en un hábito, ya que la investigación también demostró que dicha conducta arriesgada se mantiene incluso cuando se da el caso de que no exista una lucha por la atención de una mujer.




