Daba la impresión de que Luis Videgaray era el Aquiles del presidente Peña Nieto.
Daba la impresión, incluso, de que Peña Nieto era Peña Nieto por Luis Videgaray: un hombre sensato, inteligente e, incluso, moderado.
Daba la impresión, pues, de que lo único que sostenía al gobierno peñanietista, ya, era su secretario de Hacienda y Crédito Público: Videgaray Caso.
Sin embargo, el escándalo que lo ha atenazado en días recientes, y que fue claramente documentado por medios internacionales como The Guardian o The Wall Street Journal, ha terminado por sepultar la credibilidad de un gobierno que había prometido transformar México.
Si Grupo Higa no estuviera involucrado también en el escándalo de la primera dama, Videgaray habría podido dejar en tela de duda las imputaciones en su contra, pero no fue así: hay ahí un claro conflicto de intereses, una evidente sombra de corrupción y el secretario de Hacienda, por ese motivo, debería separarse inmediatamente de su cargo y ser sometido a investigación.
La pregunta ahora es: ¿será gratuito que las personas (o personajes) más cercanos a nuestro presidente estén en el banquillo de los acusados por corrupción? ¿será gratuito que a su Aquiles le hayan dado justo en el talón?
Lo único cierto es que el presidente Peña Nieto se queda solo.
Y ya todos sabemos que así nadie se sostiene.
@rogelioguedea







